La llamada “autobiografía refleja” es, sin duda, una de las formas más ricas de la biografía. Alejada del ilusorio afán de objetividad de la biografía tradicional y ajena al tedio de la biografía meramente laudatoria, la autobiografía refleja da cuenta tanto del biografiado como del biógrafo generando un diálogo de carácter polémico y de registro imposible: el que se establece entre el sobreviviente (el evangelista) y el muerto (el objeto de estudio). Basten dos ejemplos consagrados para justificar la caracterización. En su célebre Kafka, Max Brod quiere a un Kafka religioso, a un Kafka iluminado, a un Kafka sionista; Kafka se quiere, sencillamente, escritor; lo cual, justo es decirlo, no es poco. Análoga tensión se verifica en este volumen entre Gershom Scholem y Walter Benjamin.

Scholem quisiera a un Benjamin sionista, alejado del materialismo dialéctico y residente en Palestina. Pero el Benjamin que revelan estas memorias no tiene a la causa judía entre sus principales intereses, ahonda en el materialismo como medio de intelección del mundo y prefiere París a cualquier otra ciudad.

De todos modos, Scholem vuela a una altura –por poner un parámetro de comparación- que Max Brod ni siquiera intuye. Filólogo, historiador y teólogo, profundo conocedor de la Cábala y la mística judías, resultan inapreciables, entre otras, sus certeras intuiciones a propósito de la obra de Kafka (“el juicio de Dios, que a mi modo de ver representa el único tema de la producción literaria de Kafka”), el rápido análisis que hace del Doktor Faustus de Thomas Mann o la interpretación a la que somete algunas parábolas talmúdicas. Por otra parte, la crítica que realiza a la elección materialista de Benjamin no deja de estar fundada en razones de peso: las convicciones anarquistas del joven Benjamin representaban la posición exactamente opuesta a la adhesión al marxismo de su madurez, y el conflicto entre su modo metafísico de pensamiento y el de los marxistas no podía menos que derivar en un soterrado disenso que determina la actuación pública de Benjamin de 1929 en adelante.

El Benjamin que surge de estas memorias es un ser que se debate entre las necesidades materiales, estrategias fallidas, una vida privada tormentosa y un destino inequívocamente desafortunado. En este sentido, durante sus últimos años se convierte en un sujeto literalmente insalvable, no son en vano los planes de suicidio que traza con minuciosidad oriental. Se puede pensar, a este respecto, que poco le podía importar a Benjamin, a la sombra de la tradición judía, el dilatado arribo del Mesías; lo que verdaderamente lo asediaba era el ángel de la muerte sobrevolando en torno a su persona.

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Titulo:Walter Benjamin – Historia de una amistad

Autor: Gershom Scholem

Editorial: Sudamericana

348 páginas

Sobre El Autor

Osvaldo Gallone nació en Buenos Aires. Es escritor y periodista cultural. Publicó los libros de poemas Crónica de un poeta solo (Botella al Mar, 1975) y Ejercicios de ciego (Botella al Mar, 1976); los ensayos La ficción de la historia (Alción, 2002) y Lectura de seis cuentos argentinos (San Luis Libro, 2012; Primer premio en la Convocatoria Nacional Cuento y Ensayo, 2010). Y las siguientes novelas: Montaje por corte (Puntosur, 1985), La niña muerta (Alcobendas, España, 2011; Primer premio a la Mejor Novela en el III Premio de Novela Corta, 2011), Una muchacha predestinada (V.S. Ediciones, 2014; Primer premio a la Mejor Novela V.S. Editores, 2013), La boca del infierno (Evaristo Ediciones, 2016). Ha ganado diversos premios literarios tanto en España como en Argentina. Y colaborado, como periodista cultural, en medios nacionales e internacionales. Coordina desde hace tres décadas Seminarios de lectura y crítica literaria. osvaldogallone@hotmail.com

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