Los mejores policiales, además de poseer una trama atractiva y poderosa, retratan el mundo que se esconde en el mundo donde se producen. Junto con la ciencia ficción, compone el dúo de géneros más sociológicos del campo artístico. En la primera, la imaginación de otras sociedades funciona como análisis de la actual (para el autor cuando la escribe, para el lector cuando llega a la obra). En el policial, el quebrantamiento de la ley permite ingresar en el territorio donde la ley, lo dominante, no consigue penetrar (y si lo hace, es en forma incompleta). Ese submundo retratado, sórdido, es aquello que no se ve usualmente al observar el mundo, y esto aplica desde clanes mafiosos a la vida privada, ese universo puertas adentro donde el Estado (la ley, el monopolio de la fuerza legítima) no necesariamente está presente. Los mejores policiales, entonces, suelen poner delante del lector una verdad que debería ser evidente pero que usualmente se soslaya: las cosas no son tan lindas como las pintan.

Mare of Easttown es un policial. De los mejores.

 

Gran parte de la sabiduría de Mare of Easttown radica en que no solo retrata el submundo de un pueblito, sino que el caso policial, si bien eje ineludible, a partir de determinado punto pasa a ocupar un segundo plano. Y resulta sabia la estrategia porque el espectador (al igual que el lector) ya conoce la estructura dramática de los policiales donde se debe averiguar quién o quiénes es o son los asesinos: se irá dando con una serie de sospechosos que a medida que aparezcan parecerá que se resuelve el asunto, para luego ser descartados y repetir el proceso una y otra vez hasta arribar al final. Esta estructura dramática, que posee más de un siglo de permanencia, es la pata floja del policial como género, al menos en el subgénero de descubrir quién asesinó a X: tanto se ha producido y tanto se ha consumido, que el lector/espectador ya sabe por el número de episodio o de página del libro si se trata de una pista falsa o de una valedera. Eventualmente, si se trata de una serie o libro muy largo, puede que haya reformulaciones sobre sospechosos aparecidos y descartados, pero no mucho más que eso. Otro inconveniente es que suele proliferar la resolución que, a medida que se fueron descartando las soluciones/sospechosos lógicos, termina por resultar disparatada o tirada de los pelos.

Entonces, Mare of Easttown toma el modelo de estructura a rajatabla. Lo incorpora, le sirve como disparador y como hoja de ruta. Pero, en el medio, retrata magistralmente un pueblo pobre de los Estados Unidos, donde proliferan los descendientes de irlandeses, donde la etiqueta “white trash” está revoloteando por la cabeza de sus habitantes como espada de Damocles. A medida que la trama avanza, y se van conociendo más personajes, se los integra a un conjunto narrativo, a una composición de lugar atractiva y certera, filosa. Y lo curioso del asunto es que, al retratar a esos seres que andan perdidos, no abusa del tono melodramático, sino que se muestra a los personajes como seres humanos; es decir, personajes/personas capaces de reírse de lo terrible, o de ignorarlo hasta que estalla.

La vida de la protagonista de Mare of Easttown (Kate Winslet en el, por muchos cuerpos de ventaja, mejor trabajo de su carrera) funciona como aglutinador y como metáfora de la vida de ese pueblo. Quebrada y perdida, pero aún así con fuerzas para seguir adelante entre resoplidos.

Lo único que se le podría criticar a esta excelente miniserie de HBO es en verdad un signo de los tiempos. Es decir, lo único que se le podría criticar es no haber sabido resistirse a la corrección política. Es como si se hubiera diseñado el menú de personajes para que haya minorías representadas. Negro en posición de poder, hija lesbiana e integrada, otra hija con síndrome de Down aunque no tan integrada… Es en esos segundos donde Mare of Easttown intenta educar al espectador donde pierde intensidad, porque pareciera no haber comprendido la potencia de lo que había construido, el lugar incómodo e interpelador al que llevaba ya de por sí al espectador, que es lo que hacen los mejores policiales.

Título: Mare of Easttown

Creador/Guión: Brad Ingelsby

Dirección: Craig Zobel

Elenco: Kate Winslet, Jean Smart, Guy Pierce y otros

Sobre El Autor

Escritor, periodista y licenciado en sociología, Diego Grillo Trubba ha ganado diversos premios de relato y novela, destacando entre su obra títulos como Los discípulos o Crímenes coloniales.

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