Confesiones de un argenfrancés

Soy un hombre leyendo. Desde los ochos años, bajo cualquier circunstancia, en todo lugar. Me veo leyendo novelas de aventuras de la colección Robin Hood –tapa de cartón amarillo e ilustración acorde-, escondiéndome bajo las sabanas con una linterna y un libro abierto, después de que mis padres me pidieran que apagara la luz. Leo en una plaza, en un cuarto de hotel, en un tren, en un ómnibus, en un aeropuerto, en un barco, en una biblioteca. De pie, sentado, tumbado. A las seis de la mañana en un bar. Al mediodía en la terraza de un restaurante, a la noche a la luz de una vela. Mientras trabajo como vendedor en una tienda de camas y colchones. En un estadio de fútbol. En un automóvil. En la favela A Rocinha y en el Hotel Radisson de México D. F. ¿En qué ciudades he leído en los últimos doce meses? Buenos Aires, La Plata, París, Rennes, Saint-Jacques, Lyon, Marsella, Aix-en-Provence, Le Horps, Perpiñán, Boston, Nueva York, Lille, Villeneuve d’Ascq. He leído comiendo, cuidando a mis hijos, en el baño, en la computadora, tomando mate o café, cayendo en el sueño. He leído dormido. He leído soñando. También triste, preocupado, hastiado, y feliz, dicharachero, concentrado, de mal humor y muy cansado. En una época hacía jogging con un walkman, pero en lugar de música ponía cassettes de actores leyendo Agatha Christie, Marguerite Yourcenar, Colette. Leo el modo de empleo del papel higiénico en el baño, recetas de cocina, guías para el usuario, instrucciones para subir una escalera. Leo lo que tengo a mano, a vista de ojo. Aprendo malas palabras en baños públicos de Río de Janeiro, Berlín, Barcelona o Ámsterdam. Me compro libros en lenguas que no entiendo. Colecciono traducciones del Martín Fierro. Me peleo con amigos entrañables porque no nos gustan los mismos autores. Me desespero porque mis hijos no leen. Escribo resúmenes de novelas en la escuela primaria y les resumo las obras completas de Borges a mis estudiantes. Si veo que un colega ha dejado un libro dado vuelta en un escritorio, en medio de una reunión, no puedo evitar el darlo vuelta para leer el título. Visito ciudades maravillosas y siempre me encierro por lo menos una vez en una librería. Recorro estantes de majestuosas y de polvorientas bibliotecas públicas de barrio y de bibliotecas de, cuando visito a un amigo examino los libros alineados en salones, pasillos, cuartos de baño. Hurgo en revisteros. Duermo en casa de amigos, donde jamás abriría un cajón o el botiquín de primeros auxilios, pero me resulta imposible resistir a la tentación de estudiar los lomos de los libros, de hojear páginas de lenguas incomprensibles. Estoy escribiendo estas líneas y suena el teléfono a las 8h 05 para pedirme precisiones sobre mi dirección porque me llega un paquete de libros de México con mi última novela. Encuentro en librerías de viejo joyas de bibliófilo que dormían a la espera de que alguien las descubriera. Hago estadísticas mentales sobre el porcentaje de lectores rumbo al trabajo matinal en el métro de París, en el subte de Buenos Aires, en el metro de Madrid. Durante años me creí un bicho medio raro, un fenómeno extraño, pero con el tiempo me di cuenta que los lectores formamos parte de una sociedad secreta, de la que no se conoce el número exacto de miembros ni el grado de compromiso, cuyos miembros ignoran su mutua existencia –cuidado: tu vecino, tu futura novia, tu hijo y hasta tu peor enemigo pueden integrarla-, pero que están repartidos en los mil rincones del vasto mundo. Los libros me han hecho descubrir la magia de las palabras, la furiosa ternura de la imaginación y, sobre todo, me han enseñado a amar la vida, la verdadera.

Néstor Ponce

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Naciste en el 55, un año bisagra para la Argentina… la caída del peronismo, el comienzo de la Libertadora, en la cultura Victoria Ocampo, Eduardo Mallea, Manuel Mujica Láinez, Borges en la Biblioteca, los escritores peronistas en plena resistencia. Después el boom literario, Cortázar, Onetti, Fuentes, Gabo, en fin, toda una sucesión de acontecimientos ¿Cómo viviste ese trayecto para encaminarte hacia la literatura?

Una de las cosas que más me marcaron en ese período fue la prohibición de pronunciar públicamente el nombre de Perón. En uno de mis libros cuento que había un momento de comunión entre las hinchadas de fútbol más allá de la rivalidad: cuando todos se ponían a cantar la marcha peronista. Entre tanto, leía mucho: historietas mexicanas, libros de aventuras de la colección Robin Hood, la prensa entera. La aparición en esa época de los movimientos revolucionarios y la actividad del Che Guevara me fascinaban. A eso de los doce años se despertó mi vocación literaria. La maestra de séptimo grado nos hacía redactar resúmenes de libros –aunque parezca mentira a los doce años leíamos a Benito Lynch, Pérez Galdós, Güiraldes- y un día le dijo a mi madre que siempre recitaba en voz alta a la clase mis resúmenes y que yo iba a ser escritor. “Es increíble lo que hacés, contás las historias al revés y uno no puede parar de leer”. Al año siguiente, en 1969 la profesora de literatura del Nacional de La Plata tenía una especie de taller de literatura. Y mis textos estaban siempre entre los primeros. Mis lecturas eran constantes, dentro y fuera del programa. El boom fue un acontecimiento determinante para mi decisión de estudiar literatura en la Universidad de La Plata. En esa época la carrera estaba dominada, en los primeros años, por los estudios clásicos –tuve como profesor de latín, y de literatura en el último año de la secundaria, a un fascista, Carlos Disandro, fundador de la Concentración Nacionalista Universitaria- y una de las reivindicaciones de los estudiantes era conseguir que las materias clásicas –latín y griego, durante cuatro años- fueran optativas. Además, muchos de nosotros –como José Luis de Diego, compañero de estudios y amigo, que luego fue decano de Humanidades y que ahora es profesor en la Facultad de Letras de La Plata- queríamos escribir  y estudiar literatura contemporánea. Hay que saber que la literatura argentina sólo era estudiada a partir de cuarto o quinto año… Entre tanto, este período era de gran efervescencia política. Había comenzado mi militancia en la secundaria, en el 72, en la Federación de Estudiantes Peronistas, vinculada a Montoneros, que después fusionó con la agrupación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, para crear la Unión de Estudiantes Secundarios. En la Universidad me integré enseguida a la Juventud Universitaria Peronista. En el 75 conseguí mi traslado a un barrio con la Juventud Peronista.

Desde 1978 te alejás  de Argentina y comienza tu vida de exiliado, primero en Brasil y después en Francia ¿Cómo sostenés el desarraigo?

La situación en Argentina era insostenible y yo tenía muchas diferencias con la política militarista de Montoneros. En agosto del 76 secuestraron a mi novia, Delia Esther García, y tuve que desertar del servicio militar. Delia nunca más apareció. Pasé a la clandestinidad, cambié de nombre –me llamaba Carlos Rubén Gutiérrez- y me fui a Buenos Aires. Al principio vivía en casa de unos compañeros –Marcela Bordenave, que es diputada nacional actualmente-, luego conseguí un trabajo como vendedor en una colchonería –Paraguay 1579-. Era un período de gran recesión económica y de poca venta, así que tenía mucho tiempo para leer. Iba a las librerías de viejo. Había una en Paraná casi esquina Paraguay: recuerdo que allí me encontré con Los pasos previos, una novela de Francisco Paco Urondo, que había muerto en combate en el 76 –los detalles me los contó años después mi amiga Renée, que salvó su vida porque él la cubrió-. Como no tenía dinero suficiente para comprar el libro, lo escondí en un estante y, cuando llegó el sueldo a fin de mes lo adquirí. Por las dudas, lo cubrí con una página de Clarín –por una vez este diario sirvió para una causa justa-, porque tenía miedo de los ojos indiscretos de los pasajeros del 152, que me llevaba a mi casa en Villa Urquiza. Pero, como te decía, la situación era insoportable, controles continuos, los Falcon en las calles… Los militares secuestraron a un amigo, Eduardo Navajas Jáuregui, del Nacional de La Plata. Yo seguía en contacto con otro militante, Paco, un tipo de unos cincuenta años, que era enfermero. Como yo, él estaba en desacuerdo con el militarismo montonero. Así que nuestra actividad política se limitaba a pintar en las paredes “Abajo la dictadura militar”. Hasta que un día Paco no vino a las citas que habíamos concertado. No sé su nombre verdadero, no sé qué fue de él… Esto me llevó a tomar la decisión de exiliarme. En mayo del 78 me fui a Brasil. Fue un periplo atravesar toda Argentina y todo Paraguay y Brasil. Pero el 24 de mayo de 1978 pisé el suelo de Punta Porá. En Río de Janeiro me encontré con muchos compañeros de La Plata. Todos pensábamos que la dictadura no podía durar mucho tiempo. Por eso, quería quedarme en Brasil. Pero allí también la situación era inestable. Había una dictadura y los militares argentinos hacían incursiones para secuestrar a militantes. Fuimos a ver a un diputado del Movimiento Democrático Brasilero –que ganó las elecciones unos años después-, quien nos aconsejó que lo mejor era dejar rápidamente el país y volver después, cuando se restaurara la democracia. De ese modo –y gracias a la ayuda de otros compañeros- pude llegar a Francia, que era un país que daba pocas visas. La idea era estudiar, formarnos y volver a Argentina cuando cayera la dictadura.

Debo confesar que me adapté rápidamente a la vida francesa, a diferencia de otros argentinos, para quienes, por diversas circunstancias, el desarraigo era traumático. Creo que me sirvieron mi curiosidad por la cultura ajena, mi pasión por la lengua francesa y mi amistad con los compañeros de rugby del Ministère de Finances de París. Yo había empezado a jugar en Universitario de La Plata con mis amigos del Nacional –varios desaparecidos entre ellos- y luego seguí –ya clandestino- en Municipalidad –actual Ciudad de Buenos Aires. El rugby se caracteriza por los lazos de amistad que se tejen y creo que eso fue muy importante para mi integración. Además del deporte, de los estudios en la Sorbonne Nouvelle, estaba la militancia en organismos de defensa de los derechos humanos, los comités con exiliados de otros países de América Latina (Chile, Brasil, El Salvador, Colombia), los encuentros con partidos políticos y sindicatos franceses. El exilio fue para mí una continuidad de la militancia en Argentina. Los vínculos eran constantes con el país. Nos encontrábamos con las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo cuando viajaban, con gente del Centro de Estudios Legales y Sociales. Activamos contactos con intelectuales radicados en Francia, muy solidarios todos ellos, como Julio Le Parc, Julio Cortázar, Osvaldo Soriano, Miguel Ángel Estrella, el paraguayo Rubén Bareiro Saguier –me hice muy amigo de estos tres últimos. Editábamos un boletín semanal sobre la situación argentina, en castellano y en francés, traducido por los parisinos que nos apoyaban y que eran novios y novias de nosotros… Creo que el motor para soportar el exilio fue la solidaridad y la utopía. Me acuerdo que una vez estaba tomando un café en un bar con Soriano. Y me dice: “¿Vos viste que acá nunca te ponen un vasito de agua con el expresso? ¿Vos no extrañás esas cosas?”. Y empezamos a hablar de cómo la escritura te ayuda a paliar esas ausencias. En esos años yo publicaba textos y artículos en Testimonio Latinoamericano, que dirigían Hugo Chumbita y Álvaro Abós en Barcelona, en Aportes de Costa Rica, cuyo redactor era Jorge Boccanera, con Ko’Eyú, de exiliados paraguayos en Caracas, de Franja, una revista de chilenos de Bruselas…

Insisto además que un elemento fundamental para la integración fue la solidaridad de los franceses, a todo nivel, todas las clases sociales. Desde dirigentes sindicales jubilados, como nuestro corresponsal en Mantes-la-Jolie, en el cono urbano obrero de Paris, Guy, o intelectuales como Marguerite Duras. Una vez le fui a hacer una entrevista para Cambio 16, de España –lo que me llevaba a escribir diferente el castellano. Al terminar la conversación me preguntó cuál era mi situación en Francia. Estaba muy contenta y orgullosa, porque yo había leído todos sus libros y visto todas sus películas. Además había trabajado con un músico argentino, D’Alessandro. Entonces le conté que estaba en trámites para obtener la nacionalidad francesa. Una semana después suena el teléfono en casa: era la jueza que tenía que dictar el acta de nacionalización. Y le dice a mi esposa: “¡Me acaba de hablar Marguerite Duras para recomendarme a su esposa para la naturalización! ¡Soy una admiradora de Marguerite!”. Media hora después suena el teléfono –yo andaría trabajando en escuelas secundarias o haciendo periodismo para ganarme la vida- y era Marguerite. Cuando volví a la noche mi esposa estaba incrédula: “Es genial Marguerite Duras… Estuvimos charlando como media hora, me contó que el trámite para tu naturalización está cerrado”. Opino que este tipo de cosas, que estos actos cotidianos, te sirven para soportar la distancia, el extrañamiento y sentirte en una nueva casa.

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En Memorias y cicatrices vos hablás de los transterrados, los transculturados y de aquellos que han vivido en carne propia la desterritorialización y el bilingüismo, algo que te acerca al duelo del olvidado ¿Qué siente un argenfrancés?

Rodolfo Walsh decía que el único cementerio es la memoria. Para mí, uno de los componentes complementarios de la memoria es el lenguaje. Es más, mi literatura está marcada por tres materiales indisociables: la memoria, el lenguaje y la imaginación. Ahora bien, en el exilio te ves confrontado al problema de las dos lenguas –incluso cuando vivía en un país de habla hispana. Personalmente, la literatura y el periodismo me sirvieron para conservar y seguir la evolución de la lengua argentina. Ahora puede resultar más sencillo gracias a Internet, pero en los años ´70 y ´80 el único contacto que tenías con la trasformación del idioma eran las llamadas telefónicas y las visitas de argentinos que estaban en el país. Esto se completa con la imaginación. Hay textos míos como El intérprete,[1] Una vaca ya pronto serás,[2] Hijos nuestros, Azote, donde propongo un trabajo sobre el lenguaje a partir de la imaginación, de la creación de una lengua. En El intérprete, por ejemplo, aparte de un trabajo importante de documentación, recreo una forma de hablar en Buenos Aires en los años. En Azote invento una forma de expresarse en la Argentina de los años 2030.

Por otro lado, viví un año en Brasil. Me integré también perfectamente y hablaba fluidamente la lengua. En Río de Janeiro me encontré con Jorge Amado, que se expresaba muy bien en castellano por haber vivido en el exilio en Buenos Aires, y me dijo para mi orgullo que mi portugués era excelente. Eso me animó para cometer algunos “pecados” de escritor, como escribir poemas en portugués o intentar experiencias con el francés. En este último caso fui más lejos, porque comencé una novela que luego abandoné. Fue un caso curioso, porque en la escritura en otra lengua no me siento a mis anchas y mi estilo cambia. Además, cuando veo el trabajo de mis traductores al francés –pienso en Claudo Bleton, ex presidente de la Asociación Francesa de Traductores, y en su versión de Sous la pierre mouvante[3] mi inseguridad aumenta. Pero igual lo voy a intentar. Actualmente estoy terminando otros proyectos y luego me voy a lanzar en la aventura de escribir en francés. Después de todo, he pasado la mayor parte de mi vida en Francia…

Agrego que escribí para diarios y revistas franceses, como Le Monde Diplomatique, Jeune Afrique, Afrique Asie y que participé en la creación de varias publicaciones sobre América latina en francés (Suramériques, Américas Latinas, etc.). Trabajé además en un programa de radio con Miguel Benassayag, Soirées Latino-américaines. Co-traduje al francés a varios autores (Juan Madrid, Andreu Martín, Vicente Battista, Cristina Siscard, la correspondencia entre Salvador Dalí y Federico García Lorca…). Para la presentación de este último libro vino a París la hermana de Federico. La acompañé a la radio y a entrevistas para los medios escritos. Ella hablaba muy bien francés, pero le gustaba tener compañía. Eso sí, no apreciaba cuando le hacían preguntas acerca de la homosexualidad del hermano…

Ah, y eso de argenfrancés que evoca el argenmex inventado por Mempo Giardinelli, me encanta. Tengo la suerte de tener dos patrias, cien por ciento argentino, cien por ciento francés.

En ese mismo libro-ensayo aparece un agudo análisis sobre la literatura negra por donde circula  la obra de Roberto Bolaño, Rubem Fonseca, Paco Ignacio Taibo, Osvaldo Soriano, claros exponentes de nuestros paradigmas como países…

Mi acercamiento al género negro tiene dos orígenes. Uno era una clase de literatura comparada sobre el policial en general en la Sorbonne Nouvelle. Un curso apasionante. Teníamos que leer una o dos novelas por semana, en una especie de recorrido por la historia del género. Pasamos por Poe, Christie, Doyle, Hammett, Chandler, McCain, Léo Malet, Simenon, Borges, Jean Giono, autor de un texto magnífico que juega en la cornisa del policial, Un roi sans divertissement, título que proviene de una frase de Blas Pascal. El otro acercamiento proviene de mi amistad con Osvaldo Soriano. Era un gran conocedor del policial y me dio muchos consejos de lectura. Y después cambiábamos opiniones sobre los autores. La etapa siguiente fue la investigación. Encontré una veta poco explorada y un universo apasionante. Entré en contacto con muchos escritores, como Mempo Giardinelli, Paco Ignacio Taibo II, Manuel Vázquez Montalbán. Fui el primer organizador de un coloquio internacional sobre policial en Francia, en la Universidad de Angers, donde empecé a trabajar en el 92 como profesor titular. Y escribí mucho sobre policial. Uno de mis orgullos es el de haber descubierto que el primer texto policial escrito en Argentina, y seguido por otra novela, no era un cuento, como se pretendía, sino una novela. Una forma de reconocimiento póstumo para Raúl Waleis, seudónimo de Luis V. Varela, y su La huella del crimen.

En tu libro Toda la ceguera del mundo, primer finalista del Premio Medellín Negro 2013,[4] aparece un tema difícil y sin regreso: la lucha contra el narcotráfico y su vinculación con el poder y la política. Es una obra donde también uno debe acostumbrarse al lenguaje mejicano y en el que crece el amor y el fútbol atado a la corrupción y a la violencia ¿Cómo nació esta novela? ¿Es cierto que la escribiste en cuarenta y cinco días?

Una de las constataciones a las que había llegado en mi investigación sobre el neo-policial latinoamericano (el término es de Taibo II) era que se trataba de un tipo de literatura que mantenía una tradición universal: el vínculo entre representación estética y sociedad. Me acuerdo de una conversación con Manuel Vázquez Montalbán. Me contaba que alguien le había hecho una crítica, diciéndole que el género negro era “el último refugio de los realistas”. Y él me decía que le parecía muy bien, que hablar de la realidad desde formas nuevas y transgresivas era el encanto profundo de la literatura. Personalmente, mi acercamiento al policial fue progresivo. Comencé con La bestia de las diagonales,[5] que para mí fue una experiencia para dibujar caminos entre los géneros y volver a los orígenes de la fundación de La Plata, seguí con un cuento,[6] hasta llegar a Toda la ceguera del mundo. Me parece que, en el fondo, se trata de reflexionar sobre la realidad argentina, una realidad que pese a que viajo regularmente no vivo en lo cotidiano. Además, como investigo y escribo mucho sobre México (la literatura –parte de mi tesis doctoral es sobre Carlos Fuentes-, pero también sobre octubre del 68 y la masacre de Tlatelolco, o el zapatismo-), como doy seminarios en la Universidad Nacional Autónoma, en la Veracruzana, en Zacatecas, Aguascalientes, Chiapas o en El Colegio de San Luis Potosí, como soy el representante en Francia de la Cátedra Internacional Juan Rulfo, como publico artículos y libros, y como me encanta ese país… naturalmente tenía un día que escribir ficción sobre México. Uno de los desafíos de la novela es el trabajo sobre el lenguaje, que oscila entre el castellano de Argentina y el de México. Fue una experiencia apasionante balancear los cambios de ritmo, de modulación, la música de las lenguas. Después me interesaba el tema del narcotráfico en Argentina, que ha adquirido proporciones preocupantes. Esto exige un importante trabajo de investigación, de documentación. A esto se agrega mi interés por incluir temas deportivos en la literatura. Existe en América Latina una fuerte tradición al respecto, pero en los años ´60 el asunto era tabú. Parecían dos universos inconciliables. Para mí es un desafío. Y fue muy divertido, siendo hincha de Estudiantes de La Plata, contar la amargura de los de Gimnasia porque nunca salieron campeones…

En cuanto al tiempo de escritura, es cierto. La redacté en cuarenta, cuarenta y cinco días. La redacción fue un torbellino, con días de ocho a diez  horas de trabajo. Es cierto que tenía un esquema, pero cuando interviene la imaginación –y por suerte- todo se descompagina…

El texto se bifurca, surgen otros posibles narrativos.

Desde mi posición como lector pido una continuidad, Barrionuevo tiene que hablar, decir todo eso que está callado, me está faltando la ruptura del silencio y veo que se hace necesaria una segunda parte…

Te agradezco el comentario… Además, ¡pienso lo mismo! Cuando escribí esa aventura del comisario Barrionuevo, no pensaba en absoluto en una saga, pero la novela me abrió puertas y pistas. Ahora estoy terminando la corrección de la segunda novela que lo tiene como protagonista, junto a la banda de hinchas de Gimnasia encabezada por Juan Manuel de Armando. Se trata de seguir con esa “escritura del silencio”, en el sentido de lo no dicho, de lo oculto en nuestras sociedades. La acción trascurre entre los Estados Unidos, Francia, las Islas Canarias y La Plata. Es una vuelta a los años negros de la dictadura militar y a sus prolongaciones en la época actual. El título provisorio es El lado bestia de la vida (El asesinato de Néstor Kirchner). Estoy trabajando en este proyecto desde hace casi dos años.

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Otro aspecto de tu creación literaria es la poesía dominada en muchos aspectos por la herida que dejó la última dictadura militar, esto queda a las claras en Desapariencia no engaña, pero también en un último registro, Las palabras sin límites, la estructura abarca cuatro secciones: Culinarias, Económicas, Médicas y Deportivas, códigos poco convencionales pero llenos de cotidianidad…te pido una ampliación.

La poesía es parte integrante de un proyecto literario que se fue diseñando de manera inconsciente. Es verdad que siempre escribí poesía. Gente que comentó mis libros destacó la coherencia y la continuidad que existe entre mi prosa y mis poeas. Refiriéndose a Desapariencia no engaña, Chantal Bideau habló de “ficción poética”… Después, el tema de la dictadura, de los hechos políticos traumáticos tanto a nivel individual como colectivo plantea siempre el problema de la escritura del horror. Durante muchos años intenté con la novela, pero las experiencias fueron fallidas. Escribí algunos cuentos (“Obras completas de Fernando Fossati”,[7] que retoma los nombres de dos compañeros entrañables del Nacional, detenidos desaparecidos, Fernando Cordero y Rubén Leonardo Fossati), pero nunca conseguí cristalizar un resultado satisfactorio en textos más largos. Y curiosamente lo obtuve a partir de la poesía. Ahora bien, aunque la marca de la dictadura está ahí, pretendo no proponer un panfleto: como decía Gelman, no se trata de politizar la literatura, sino de literaturizar la política… Espero, a título personal, que con El lado bestia de la vida pueda saldar esa deuda que me quedó con la barbarie militar.

Te saco un poco de lo literario y te pregunto, cómo repercutió en vos el atentado yihadista a Charlie Hedbo. Ese conmovedor lema de “Je suis Charlie” y el silencio que se interrumpe de vez en cuando con salvas de aplausos y gritos de “Nous sommes Charlie”… es posible una reflexión.

En Francia el tema de los atentados yihadistas es muy delicado. Existe como un temor a tratar el problema. Más allá de la radicalización de ciertos movimientos islámicos en el mundo entero, creo que Francia no supo resolver un problema fundamental: la herida de la descolonización y el problema de la inmigración. Los franco-árabes constituyen una población marginalizada y también auto-marginalizada. ¿Cómo es posible que jóvenes de cuarta generación de inmigrantes hablen francés con un acento diferente? ¿Por qué las cárceles francesas cuentan con un alto porcentaje de detenidos de origen magrebino? No ha habido una real integración o asimilación. He oído en la calle discusiones entre jóvenes de ese origen que se planteaban si eran o no franceses… Es un problema político que los sucesivos gobiernos no han conseguido resolver… A mi modo de ver, la comparación con la población negra de los Estados Unidos no tiene nada de disparatado… En cuanto al atentado, tuvo un impacto muy fuerte en la población. Fue una toma de conciencia de esa amenaza que estaba planeando desde hacía años en la sociedad francesa. La reacción civil, cívica, sirvió para unir a los habitantes en una ola solidaria pocas veces vista, pero paradójicamente esto puede resultar peligroso, porque se corre el riesgo de ponerle fuego al polvorín racista de otros sectores radicales del país.

¿Y cómo es eso de ser Caballero de las Artes y las Letras de la República Francesa?

Un honor enorme, un reconocimiento. La ceremonia de entrega tuvo lugar en la UNESCO y me condecoró el embajador Miguel Ángel Estrella. Fue un momento mágico, rodeado de amigos y familiares, en el que desfilaron muchos otros instantes de mi vida. Un orgullo, pero también una responsabilidad.

¿Cómo te sentís con tanta literatura de pantalla y los e-books?

He de confesar que no practico… Muchos textos míos están en revistas electrónicas y en blogs, y creo que sirve para la difusión… Además dirijo una revista universitaria, Amerika (www.amerika.revues.com), y realmente el efecto en el público es incomparable si hubiéramos optado por el papel. Sin embargo, personalmente, para la literatura, prefiero el papel. En cambio el fenómeno es interesante para ficcionalizarlo…

Un cierre personal sin callar para siempre.

Escribir es una actividad vital, renovadora e imposible. Es tomar en cuenta que estamos condenados al fracaso. Antes decía que quería escribir bien. Ahora digo que quiero escribir.

Biografía

1955: Nacimiento en La Plata, Argentina. Hijo de Ricardo Ponce y María Angélica Caraudo.

1962-1968: Estudios primarios en la Escuela n°2, Profesor Andrés Ferreyra, La Plata.

1969: Pasa el examen de ingreso al Colegio Nacional de La Plata.

1972: Comienza sus actividades políticas.

1973: Diploma de bachiller en el Colegio Nacional. Golpe de Estado en Chile. Victoria del peronismo en las elecciones presidenciales.

1974: Estudios de letras en la Universidad Nacional de La Plata. Prosigue su militancia política en la universidad y luego en un barrio. El 1ro. de julio fallece el general Perón.

1975: Premio de novela de la municipalidad de Mercedes, Argentina, con La impostura. Premio de cuento de la Sociedad de Escritores (provincia de Buenos Aires). Funda con José Luis de Diego y Antonio Juárez la revista literaria Resonancia.

1976: 24 de marzo, golpe de Estado. Dictadura militar. Varios amigos y prójimos son secuestrados por los militares. En agosto, pasa a la clandestinidad y sigue su actividad de oposición al régimen.

1976-1978: Vive en varias ciudades (costa Atlántica, Buenos Aires). En mayo 1978 se exilia en el Brasil, luego de haber atravesado bajo una identidad falsa el nordeste de Argentina y Paraguay. En Río de Janeiro, participa en la creación de la revista literaria Ainda, junto a exiliados argentinos y uruguayos.

1979: Llega a Francia como refugiado político. Retoma estudios de literatura y civilización hispánicas en la Universidad de Paris III, Sorbonne Nouvelle. Integra el Centre Argentin d’Information et Solidarité (CAIS), donde es responsable de prensa y propaganda. Creación de un boletín semanal de información (en castellano y francés). Creación de la revista literaria Gazette Culturelle.

1980: Comienza a colaborar con la revista Franja, editada en Bélgica por exiliados latinoamericanos. Publica artículos literarios, entrevistas y poemas. Participa en la creación de un grupo de reflexión sobre el peronismo revolucionario en París, con Ernesto Quiles, Hugo Ziliani, Fortunato Malimacci, Miguel Angel Estrella, Elena Quiles, Teresa Ziliani.

1981: Publica numerosas entrevistas a escritores y artistas : Carlos Fuentes, Augusto Roa Bastos, Osvaldo Soriano, Daniel Viglietti, Eduardo Galeano, Miguel Angel Estrella, Julio Le Parc, Artur Piza, Miguel Barnet, Hugo Santiago, etc. Forma parte del comité de redacción de Suramériques, dirigida por Jean-Pierre Faye.

1982: Amistad con Osvaldo Soriano, Rubén Bareiro Saguier y Envar el Kadri. Presenta una tesina sobre Triste, solitario y final en la Universidad de Paris III. Anima con Miguel Benasayag la emisión radial Soirées latino-américaines en Radio Soleil FM (París). Colaboración en revistas y diarios del mundo entero, con el pseudónimo de Felipe Navarro. En Francia : Amérique latine (donde publica crítica literaria, poemas y cuentos traducidos por Monique Roumette), Le Monde Diplomatique (artículos sobre Paraguay y Argentina), Afrique-Asie (numerosos artículos sobre América Latina –política, cultura, deporte-; encuentro con el periodista tunesino Faouzi Mahjoub), Médias France Internationale (numerosos artículos distribuidos en Africa), Jeune-Afrique (varias crónicas literarias, firmadas Ricardo Caraudo), Europe (coordina especialmente el número dedicado a Argentina); Franja (Bélgica) ; Andrómeda y Aportes (Costa Rica). Ko’Eyú (Venezuela) ; Chile América (Italie, donde escribe sobre Rulfo, Soriano, Rodolfo Walsh o Gabriel García Márquez) ; en España: Resumen (donde publica crónicas, reportajes, relatos), Testimonio latinoamericano (artículos y poemas), El Público (sobre el teatro hispanoamericano ; amistad con Carlos Espinosa Domínguez, periodista cubano); Hispamérica (Estados Unidos). Publica en España el poemario Sur (editado por AHE). Con Envar el Kadri, Fernando Solanas y Ernesto Quiles redacta una petición publicada en Le Monde y firmada por gran número de exiliados sobre la guerra de las Malvinas.

1983: Vuelta de la democracia en su país. Sólo puede regresar legalmente en 1985 (ley de amnistía). Por cuenta de Afrique-Asie realiza reportajes en Argentina, Paraguay, Nicaragua, Cuba. Publica en la prensa argentina: La Razón, La Prensa, Talita.

1984: Prosigue sus colaboraciones en el mundo entero. Cambio 16 (Espagne) publica sus entrevistas con Eugène Ionesco y Marguerite Duras. Integra el Centre d’Études des Littératures et Civilisations du Río de la Plata (CELCIRP).

1985: Obtiene el diploma del Institut des Hautes Études de l’Amérique latine (Paris III), con una tesis sobre el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti.

1986: Defiende su tesis de doctorado en la Université de Paris III, bajo la dirección de Claude Fell : La ville et le mythe chez Carlos Fuentes, Leopoldo Marechal et Juan Carlos Onetti. El tribunal está integrado por Paul Verdevoye y Rubén Bareiro Saguier. Trabaja en la Agencia Inter Press Service (IPS) en París. Primer viaje a Argentina luego de siete años de exilio. Traducciones para la prensa (en castellano y francés). Enseña el castellano en la Ecole Alsacienne de París.

1987: Jefe de redacción del mensual Américas (París). Corresponsal de Crisis (Argentina) y Aportes (Costa Rica, dirigida entonces por Jorge Bocanera), Ko’Eyú (Venezuela) en Paris.

1988: Director de colección en éditions Caribéennes (París). Se encarga de una colección de literatura policial iberoamericana. Traduce a varios autores al francés : Juan Madrid, Ricardo Piglia, Cristina Siscar, Andreu Martín, Vicente Battista, etc. Traduce también la correspondencia inédita entre Salvador Dalí y García Lorca.

1989: Co-dirige con el documentalista y poeta italiano Claudio Francia un documental sobre Eugène Ionesco.

1990: Dicta clases de literatura y civilización hispanoamericanas en la Universidad de París XIII. Es designado tesorero del CELCIRP.

1991: Es nombrado maître de conférences en l’École Polytechnique y en la Université de Angers. Participa en numerosos coloquios y congresos. Publicación de artículos académicos en revistas del mundo entero (Francia, México, Puerto Rico, Estados Unidos, Bélgica, España, Nueva Zelanda, Italia, Brasil, Cuba). Codirige con Claudio Francia un documental sobre el pianista argentino Miguel Angel Estrella, para el cual entrevista entre otros a Danielle Mitterrand, Jacques Chaban-Delmas, Jack Ralite, Jairo, etc. Este documental y el realizado sobre Ionesco son difundidos por la televisión francesa y adquiridos por el Centre Pompidou de París. Integra el grupo de investigación ALMOREAL (Angers, Le Mans, Orléans).

1992: Integra el consejo de redaccion de la revista bilingüe Vericuetos (Paris).

1993: Profesor invitado en la Universidad Nacional de La Plata (Argentina). Conferencias en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Responsable de relaciones internacionales del departamento de español de la Universidad de Angers.

1994: Responsable de redacción de Río de la Plata, revista del CELCIRP. Integra la comisión directiva de dicho centro.

1996: Conferencia en la Universidad Complutense (Madrid).

1997: Vive durante seis meses en Argentina. Investigaciones sobre la novela policial. Obtiene el primer premio del Fondo Nacional de las Artes con su novela El intérprete (jurado: Vicente Battista, María Rosa Lojo, Osvaldo Andrade). Aparición en Presses Universitaires de France del volumen colectivo L’Amérique hispanique au Xxème. siècle, con Jean-Marie Lemogodeuc, François Delprat, Jean Franco y Rubén Bareiro Saguier. Este libro será publicado ulteriormente en Venezuela. Creación de la revista universitaria Cahiers Angers-La Plata.

1998: Director de colección en éditions du Temps (Paris). Responsable de colecciones sobre la literatura y la cultura hispanoamericanas. Publicación de El intérprete (Beatriz Viterbo). Presentación del libro en Buenos Aires, Bahía Blanca, La Plata. Finalista del premio Planeta (Argentine) con su novela La bestia de las diagonales.

1999: Pasa la « habilitation à diriger des recherches » con un estudio sobre el relato policial argentino (Diagonales del género, publicado por éditions du Temps) en la Universidad de Montpellier III, bajo la dirección de Jean Franco (tribunal: Milagros Ezquerro, Maryse Renaud, Javier García Méndez, Paul Verdevoye). Publicación de La bestia de las diagonales (Simurg). Conferencias en la Ecole Normale Supérieure, Montpellier III, Nantes, Poitiers, sobre Paco Ignacio Taibo II y Carlos Fuentes.

2000: Conferencias en la Universidad de Salamanca y de Seville. Présentación de La bestia de las diagonales en Viedma, Buenos Aires, La Plata.

2001: Viaje a México. Profesor invitado en la Universidad Nacional Autónoma (UNAM). Publicación de Diagonales del género y del ensayo Argentine. Crise et utopies. Miembro del comité de referato de Crates (Universidad Nacional Autónoma de Chiapas).

2002: Nombramiento como catedrático en la Université de Rennes 2. Organiza numeros coloquios y jornadas de estudios (sobre Alejo Carpentier, Roberto Bolaño, el discurso autoritario). Integra varios tribunales de tesis y « habilitation à diriger des recherches » (Paris III, Lille III, Rennes II, Aix-Marseille I, Complutense de Madrid, Perpiñán, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla).

2004: Siglo XXI editores de México publica su volumen de cuentos Perdidos por ahí. El viejo pozo (México) edita su novela Hijos nuestros. La Université de Nantes organiza una jornada de estudios, « Le Voyageur voyagé » alrededor de El intérprete. Profesor invitado en la Universidad de Zaragoza y en la Universidad Nacional Autónoma de Chiapas (UNACH). Conferencias en la Universidad de Aguascalientes, en Centro de Escritores de San Cristóbal de las Casas, en el Ministerio de Relaciones Exteriores (México), junto a Néstor García Canclini.

2005: Designado director del Laboratoire Interdisciplinaire de Recherches sur les Amériques (LIRA). Obtiene el premio internacional de novela Siglo XXI editores con Una vaca ya pronto serás. Es elegido presidente del CELCIRP. Presentación de sus libros en la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina).

2006: Viaje a México para recibir el premio Siglo XXI. Aparición de La Bête des diagonales (André Dimanche éditeur) en francés y de Una vaca ya pronto serás (Siglo XXI editores) en México. Conferencia en la Université de Montpellier sobre Juan Gelman.

2007: Publicación del Kit de survie dans les banlieues espagnoles (éditions du Temps). Presentación de La Bête des diagonales en París, Rennes, Montpellier, Reims. En octubre, es escritor invitado al Festival Les Belles Latinas en varias ciudades francesas. Publica el libro de ensayos Le discours autoritaire en Amérique latine de 1970 à nos jours (Presses Universitaires de Rennes). En diciembre, el Kit de survie ya ha vendido 1200 ejemplares.

2008: Participa en el Festival de cine Travelling, dedicado a Buenos Aires. Conferencias en Combourg y en Rennes («La literatura de la diáspora argentina», con Clara Obligado y Laura Alcoba). Clases de literatura argentina en la Universidad de Zaragoza. Es nombrado Vicepresidente (Investigación) del Instituto de las Américas de Rennes. Participa en el Forum sobre los Derechos Humanos organizado por la ciudad de Nantes. Escritor invitado al festival La Mar de Letras de Cartagena (España, julio), junto a Michel Houellebecq, Marcel Bénabou, Jacques Ancet, etc. Conferencia en la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina). Seminario en el Centro Cultural Franco Argentino de la Universidad de Buenos Aires, «La sociedad argentina y la generación de 1880» (9 al 19 de septiembre). En el marco del festival «Ebruitez-vous» (30/9), presentación de las piezas musicales «Gota de la belleza» y «Desapariencia no engaña», música de Yves Krier, textos de Néstor Ponce. Participa en el festival Bellas Latinas. Presenta en la Ópera de Lyon la novela Una vaca ya pronto serás, junto a Pierre Kalfon y María Angélica Durán. Editorial Terracota de México publica la novela Azote.

2009: Integra el comité de redacción de la revista Bellas Latinas (Lyon). Conferencia en Boston University (EE. UU.), College of Arts and Sciences: «Literatura y sociedad en Argentina en los escritos de la generación de 1980″. Presentacion de Azote, Schoenhof»s Foreing Bokks (Boston). Conferencia en la Maison de l’Amérique latine, organizado por l’Observatoire de l’Argentine contemporaine: «La littérature argentine entre l’exil et la contestation», coordinación Axel Gasguet. Integra el comité académico del Homenaje a Fernando Aínsa (Universidad de Lille 3). Invitado a participar en el Homenaje a Juan Carlos Onetti (Biblioteca Nacional, Madrid). Profesor invitado a la Universidad Nacional Autónoma de México). Seminario sobre «Literatura y sociedad en Argentina a través de la generación del 80». Conferencia en la Universidad Nacional Autónoma de Zacatecas. Presentación de Azote

2010: La editorial cubana Arte y Literatura publica la segunda edición de Una vaca ya pronto serás. Responsable académico del coloquio internacional «La memoria y sus representaciones estéticas en América Latina» (Rennes 2). El relato «Tandil, el jadeo», traducido por Claude Bleton con el título «Sous la pierre mouvante», con fotografías de Pablo Añeli, aparece en la editorial Le Bec en l’Air. Participa en el Festival Colibris, en el sur de Francia. Es nombrado director del grupo de investigaciones ERIMIT, que reune a especialistas de varias lenguas en la universidad de Rennes 2. Publicación en Buenos Aires del poemario Desapariencia no engaña. Serie de conferencias en Alemania, en ocasión de la publicación de El intérprete en alemán (Trevisis, Würzburg, Wuppertal, Colonia). Participa en el festival «Belles Latinas» (Francia). En noviembre, primera exposición de su obra gráfica (pintura, collages, instalaciones) en la Biblioteca Universitaria de Nantes. Conferencias en Rennes en el marco del «Cours Public» dedicado a México. Conferencias en Nantes (clausura del coloquio sobre «Sentido y representación»), Zaragoza.

2011: Conferencia en Burdeos sobre la literatura argentina (festival Lettres du Monde) y Marsella, sobre la memoria de 1968 en México. Seminario (taller) en la Universidad Nacional Autónoma de México (Sociología, Circo Volador; creación de la revista electrónica Caravana de Ideas). Conferencias en las Universidades de Córdoba y Rosario (Argentina), San Luis Potosí, Veracruzana (Mexique). Dirige numerosas tesis dedicadas a la literatura y a la sociedad hispanoamericanas (Argentina, México, Colombia). Electo para integrar el Conseil National des Universités (CNU, 14° section). La Universidad de Veracruz (Mexique) edita su libro de ensayos Memorias y cicatrices. Estudios de literatura hispanoamericana contemporánea.

2012: Presentación de sus últimas publicaciones en la Casa Argentina (París), con Juan Carlos Mondragón, Diego Vecchio y Monique Roumette. Lectura de sus poemas en la Universidad de Lyon II, en el marco del coloquio internacional sobre las Islas Malvinas. Conferencia en Laval (Festival Les Reflets du Cinéma), en la Universidad de Estocolmo, en la Universidad de Giessen (Alemania), en la Universidad Autónoma de Madrid y en el Instituto Cervantes de Toulouse.  Mirian Pino (Universidad Nacional de Córdoba) presenta dos ponencias sobre Desapariencia no engaña e Hijos nuestros, en coloquios organizados en Córdoba («Lenguajes de la memoria») y en el Centro Cultural Haroldo Conti en Buenos Aires. N. Ponce es invitada para dictar la conferencia inaugural del coloquio internacional la «Lenguajes de la memoria» (septiembre). Participe en el coloquio en homenaje a Jorge Amado (a quien había conocido durante su exilio en el Brasil),organizado por el equipo que dirige en Rennes 2. Conferencias en Lugo y en Oviedo. Lecturas de su obra poética en Lugo y en Colombres (Asturias).

2013: 2013: Es nombrado -decreto fechado el 17 de enero de 2013- por la ministra de Educación y de Cultura, Aurélie Filippetti, «Chevalier des Arts et des Lettres». Publicación en edición bilingüe e ilustrada de Désapparences/Desapariencia no engaña (éditions Les Hauts-Fonds; trad. de Monique Romette; ilustraciones de Guillermo Nuñez). Presentaciones en Rennes y Brest. Es nombrado representante en Francia de la Cátedra Juan Rulfo (Fundación Juan Rulfo-Universidad Nacional Autónoma de México). Presentación de Désapparences en la Maison de l’Amérique Latine y en el Marché de la Poésie. Conferencia «Memorias, olvidos» en la Universidad de Costa Rica. Presentación de Desapariencia en la Universidad de Costa Rica. Lecturas de Desapariencia no engaña y de su próximo libro, La palabra sin límites ( en la radio FM «La tribu» y en el Centro de Coopéración Cultural de Buenos Aires. Publicación en Santiago de Compostela de su tercer poemario, La palabra sin límites. Una selección de poemas de este libro es publicada en La Plata con el título de Culinarias. Económicas. Médicas. Deportivas. Edición corregida y aumentada de su en ensayo Diagonales del género. Estudios sobre el policial argentino, publicado por El Colegio de San Luis Potosí (México). Aparición de la segunda edición de Desapariencia no engaña, en edición especial de 10.000 ejemplares. El poemario es distribuido en todas las escuelas y bibliotecas públicas del país.

2014: Publicación de La Palabra sin límites (poesía, Buenos Aires, El suri porfiado). Septiembre 2014: escritor invitado a Medellín Negro en el marco de la Fiesta del Libro. Participa en mesas redondas, dicta conferencias y presenta, como miembro del jurado, la novela La ropa del muerto de Fabio Lannutti. Autor invitado al Festival Belles Latinas (presentaciones en la Ópera de Lyon, la Universidad de Saint-Etienne y en el Liceo Carnot de Roanne) y al Salon du Livre de Paris.

2015: Presentación del conjunto de su obra en la Universidad de Rennes 2 (coloquio organizado por el departamento de estudios árabes). El libro de cuentos Funámbulos, vampiros y estadistas publicado por la editorial Veracruzana de México. El poemario Desapariencia no engaña va a ser a ser editado por Waterloo Press en Inglaterra, con una traducción de Mal Andrade.

[1] Premio Fondo Nacional de las Artes en 1997. Editado por Beatriz Viterbo (1998).

[2] Premio Internacional de Novela Siglo XXI Editores de México en 2006. Publicado el mismo año.

[3] El título original de esta nouvelle es « Tandil, el jadeo ». Integra el volumen de cuentos Funámbulos, vampiros y estadistas, que será publicado en septiembre próximo por la editorial Veracruzana de México.

[4] Bogotá, ediciones B, 2013.

[5] Finalista del premio Planeta Argentina en 1999. Publicado ese mismo año

[6] , P

[7] Integra el volumen Perdidos por ahí editado por Siglo XXI de México. Una primera versión del relato apareció en la revista Casa de las Américas en Cuba.

Sobre El Autor

José María Gatti es psicólogo social, periodista e investigador.. Se especializa en la obra de Ernest Hemingway y colabora en distintas publicaciones del extranjero analizando la vida del escritor. En 2010 su bitácora www.lapipadehemingway.blogspot.com fue seleccionada por Technorati, el principal buscador automático de blogs, entre los 10 mejores blogs temáticos sobre Ernest Miller Hemingway. En el 2012 su cuento La leyenda del vino resultó finalista en el Concurso de Relatos Cortos Tinta, sangre y vino, organizado por las Bodegas Paternina (Logroño -España), con motivo del 55 aniversario de la visita del escritor a la bodega. En mayo de 2014 participó como ponente, con su trabajo Lo policial en Hemingway, del Cuarto Festival Azabache. Negro y Blanco, en Mar del Plata (Argentina). En setiembre, representó a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, en el V Festival Medellín Negro (Colombia) con su ponencia El sicariato colombiano en Argentina. Ha publicado Tres ensayos sobre arte latinoamericano (1980), En tren de charlas (1982), Hola Hemingway. Una mirada centenaria (1999), Ladrón de desalmados (2004), Gente de palabra (2005), La pipa de Hemingway (2008), Víctimas Inocentes (2013) y Carne en flor (2015).

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