Haruki Murakami pertenece, junto con Banana Yoshimoto, a esa generación de autores japoneses que, a sabiendas, ha decidido romper con la tradición de la narrativa de posguerra, esa generación criticada tanto por dinosaurios como Kenzaburo Oé como por los académicos nipones (conocidas son las recriminaciones acerca de lo poco representativas que son las obras de Murakami de la cultura japonesa con las que se expide una y otra vez la academia de su país). Una generación tildada de frívola. A pesar de eso, Murakami supo ganarse un lugar en las bibliotecas de los lectores orientales y occidentales y, en la última década, el fervor por sus obras fue creciendo a pesar de que su talento pocas veces colmara las expectativas generadas por piezas como La caza del carnero salvaje o Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Pues bien, éste nuevo libro, el primer volumen de cuentos traducido al castellano, es un recorrido completo por ésta seudo-decepción en que se ha transformado la carrera literaria del creador nipón.

Los condimentos que llevaron a la popularidad la narrativa de Murakami, el elemento fantástico, cierta sobredimensión del non sense, se encuentran agolpados en las narraciones, pero por la brevedad de las mismas, queda explícito el artilugio.

Los veinticuatro relatos que componen el volumen explicitan, cual secuela de matrix, que los primeros aciertos se debieron más a una lógica del azar que a un talento innato, no obstante lo cual, es probable que a los más vehementes seguidores del autor, el libro les depare más de un momento agradable. Por nuestra parte, seguiremos monitoreando su producción a la espera del próximo error de cálculo que nos sumerja en el ambiente onírico que consiguió en sus páginas más logradas.

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Titulo: Sauce ciego, mujer dormida

Autor: Haruki Murakami

Traducción: Lourdes Porta

Editorial: Tusquets

386 páginas.

 

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