Hacen música para el silencio, para los sueños que llegan a destiempo. Las explosiones en el cielo se unieron en el mismo cielo de Texas, Estados Unidos. 1999 es el año que recuerda esa primera explosión. Banda de rock instrumental que extiende sus propios límites. No tiene palabras para sus canciones, al menos no en sus contenidos, es el desafío para atravesarlas y conceptualizar otro silencio posible. Pero los títulos de sus discos y canciones sugieren algo y más. Ellos son cuatro y son Mark Smith (guitarra), Chris Hrasky (percusión), Munaf Rayani (guitarra) y Michael James (guitarra y bajo).
Sus álbumes se plasman como piezas conceptuales y cada uno transmite un flúo desde el título: “How strange innoccence” (2000), “Those Who tell the truth shall die, Those Who tell the truth shall live forever” (2001), “The earth is not cold dead place” (2003), “All of a sudden I miss everyone” (2007) y el que nos convoca este año: “Take care, take care, take care” (2011). Hay una búsqueda de lo íntimo, y el imaginario se insinúa desde el nombre y la tapa del disco.
¿De dónde es que salen estos sonidos que disparan un mundo posible? Canciones disparadoras, creadoras de ambiente; sospecho que esta banda logra lo que se quiere proponer: relajar el mundo, aflojar la mente, escuchar el pulso. Y así lo demuestra una canción como “First breath after coma”, donde lo especular se reduce al pestañeo ocasional de nuestros ojos y un residuo espiritual que creemos abandonado, cuando no lo está. La música de Explosions in the sky brilla, brilla con todos sus rayos posibles.
La novedad que trae con su último disco (“Take care, take care, take care”) es la presentación del primer videoclip oficial de la banda, realizado con animación computada, al cual aluden con una carta en su página web (“como siempre, gracias por escuchar, gracias por el cuidado, y ahora, gracias por mirar”).
El mejor tema del disco es, sin lugar a dudas, “Be comfortable, creature”. A los gustos personales no hay discusión que las venza, pero la música es contagiosa; diría que es una hermosa epidemia a la cual estamos condenados desde el nacimiento. Explosions in the sky nos lleva al origen de nuestros mundos, a una galaxia imposible.