En números anteriores habíamos hablado del cómic mainstream norteamericano como termómetro de la semántica política y social. Con la administración Obama, Marvel inicia su camino de retorno a la luz anunciando “Edad Heroica”, según ellos «el amanecer de una nueva era de heroísmo en el Universo Marvel!». Pero como dice el refrán “a buen observador…”
En el Nº6 de Evaristo cultural, en la nota titulada La guerra civil y la muerte del «espíritu americano», Damián Vives trazaba un paralelismo entre la era Bush y el ensombrecimiento de los universos ficcionales de las dos editoriales más importantes del mainstream superheroico, DC y, más puntualmente, Marvel. Su análisis llegaba hasta la muerte del Capitán América y la toma de control del universo Marvel a manos de Iron-Man. La nota terminaba diciendo: “Lamentablemente para Steve Rogers, el espíritu americano ya no es lo que era ni tan siquiera discursivamente. Veremos qué sucede durante la administración Obama.” Y, dado que el autor no retomó el tema hasta el momento, se nos ocurrió que no estaba de más echar un vistazo a la actualidad de ese cosmos de ficción ahora que el “nobel de la paz” ya está tan frío como el cadáver de Osama Bin Laden.
Muerto el Capitán América, no se hizo esperar el sustituto que portase su escudo. Su antiguo compañero de batallas en la segunda Guerra “Bucky Barnes” fue el elegido para la tarea.
Pero Bucky no es ya aquel niño feliz de los dorados ´50. Con un miembro amputado reemplazado por un brazo biomecánico, fue tomado de rehén por los comunistas, quienes aparte de la mejora en cuestión, aprovecharon para lavarle el cerebro y convertirlo en un despiadado asesino conocido en la guerra fría como “soldado invierno” –se sabe que en los cómics, un americano de ley sólo puede verse seducido por el marxismo mediante lavado cerebral y que “despiadados” son los asesinos que matan norteamericanos, los otros se llaman héroes de guerra, patriotas o agentes de la CIA-.
En fin, con semejante reemplazante en busca de redención continuó su maltrecha andadura el personaje. Mientras que Iron-man perdía las riendas del imperio americano al salir a la luz una invasión de extraterrestres verdes multiformes llamados los Skrull que, al parecer, habían estado infiltrándose en los diferentes nodos de poder político, social y cultural, reemplazando incluso a una buena cantidad de superhéroes por bastante tiempo.
La cuestión es que estos skrull llegan casi a completar la invasión al comprometer toda la tecnología de las industrias Stark (Iron-man) y la tierra zafa por un pelo y gracias al reaparecido Nick Furia y a los héroes rebeldes. Pero el tiro de gracia, la bala que le vuela la cabeza a la reina invasora sale del cañón de Norman Osborn, más conocido como el villano Duende Verde.
Así como la cosa venía de oscura, Marvel le agrega negro a sus tintas. El pueblo americano, exitista como pocos… (¿Y los porteños qué?) -Shhhhh ¡Fito!-
El pueblo americano decía, decide darle el control de todas las agencias de seguridad al buen Duende Verde, ya habíamos visto que, al menos en el cosmos Marvel, la gente común había elegido seguridad por sobre libertad… (IGUAL QUE LOS PORTEÑOS!!!!) -¡¡¡Basta Fito, anda a componer vos!!!-
Una vez en el poder, Norman Osborn reúne un cónclave de villanos con los que divide la estructura mafiosa manteniendo el ambiente controlado para la clase media.
Es decir que la administración Bush se despide dejando al universo Marvel dominado por un maníaco homicida y su legión de asesinos mafiosos.
Osborn reemplaza la tradicional S.H.I.E.L.D. con H.A.M.M.E.R. una agencia de espionaje y fuerzas especiales para la aplicación de la ley desde la que reestructura masivamente la red de defensa de los Estados Unidos. Una de sus primeras medidas es refundar a los Vengadores y lo hace asumiendo el rol de lider como Iron-patriot y poniendo a en el rol de Spiderman a Venom, en el de Hawkeye a Bullseye, en el de Ms. Marvel a Piedra Lunar y en el de Wolverine a Daken, su hijo descarriado. A estos cuatro asesinos se les suma el desquiciado Vigía y Ares, el dios de la guerra.
La asunción de Obama deja a los republicanos de capa caída y, con sus promesas de un retorno a los años dorados, da motivo al universo Marvel para pegar también el volantazo del retorno. Pero todo lleva su tiempo –Pregúntenle sino a los presos de Guantánamo o a la población civil del medio oriente ocupado-.
Norman Osborn engaña al presidente Obama, quien no lo tiene en su mayor estima, para continuar al mando. Pero no tarda en organizar el asedio a Asgard.
Norman Osborn toma H.A.M.M.E.R. junto a los Vengadores Oscuros y los miembros de la “Iniciativa” que están de su parte para participar en el ataque a Asgard.
El Presidente Obama es espectador, junto con su consejo de seguridad, de la invasión y da órdenes al Secretario de Estado para movilizar todas las fuerzas militares disponibles a Broxton para detener a Osborn y a los Vengadores que con él se encuentren, arrestándolos por traición a la patria. También dice que todos deben orar por un milagro, a lo que uno de los miembros del consejo señala que él piensa que acaba de conseguir uno, porque el Capitán América acaba de llegar y trajo a sus amigos con él. Y es que, para este entonces, los lectores se habían enterado que Rogers no había muerto, sino que había sido transportado a un lugar impreciso del espacio/tiempo por Red Skull quien utilizó para esto a Sharon Carter y una máquina creada por el Doctor Muerte. Desde entonces, el Capitán América estuvo viajando por el tiempo y el espacio, pero su Némesis vuelve a traerlo al presente con la intención de tomar control de su cuerpo y mente, cosa que, evidentemente no logra.
El Presidente decide dejar al Capitán América realizar un acuerdo con Norman Osborn.
Tras derrotar a Osborn, el mismo Rogers le entrega su escudo a Bucky y le pide que él continúe como el Capitán América. El Presidente Obama disuelve H.A.M.M.E.R., perdona a Rogers y lo designa como cabeza de la seguridad nacional, al mismo momento que anula el Acta de Registro Super Humano. Steve Roger se transforma entonces en el Supersoldado y forma tres equipos de Vengadores, Los Vengadores, Los Nuevos Vengadores y Los Vengadores Secretos, un grupo task force del cual él mismo formará parte. También se une al grupo secreto de Iron Man llamado Los Illuminati para proteger las Gemas del Infinito.
Es decir que resucitaron a la encarnación del llamado espíritu americano, al héroe que históricamente representó la conciencia crítica de la sociedad americana oponiéndose a las guerras, al sectarismo y todo tipo de exclusión, para convertirlo en el fascista reaccionario que nunca fue. Pero no es de extrañar que esta nueva “Edad Heroica” no sea más que una falsa promesa, también lo fue la administración Obama, con su Nobel de la paz incluido.