Fernando Figueras, hacedor de delirios varios, irreductible Muerde Muertos y conductor de Intelectoilets, se exilia al lejano oeste para iniciarse en la narrativa infantojuvenil. Un duelo a cara de perro es un excéntrico western fantástico que utiliza el humor para dibujar una parábola sobre el miedo y la libertad. 

Un duelo a cara de perro

Lo más interesante de tu obra es el extrañamiento de la realidad que generás en ella. Extrañamiento que lograste transpolar a la narrativa infantojuvenil. ¿Cómo encaraste este pasaje?

De manera natural, porque todo el tiempo encuentro el lado extraño de las cosas. En ese sentido, me resulta indiferente escribir para grandes o para chicos. En mi vida cotidiana veo las cosas como no son. ¡Así me va!

El western norteamericano es un género que nos llega principalmente como esencia, pero pocas veces como paisaje central de la narración. ¿Sos lector o espectador del género? ¿Qué elementos del mismo te resultan convocantes?

Sólo he leído algunos westerns de los bolsilibros de Bruguera. Joyas. En cine sí vi varios, sobre todo cuando comencé a escribir esta novela. La última bala, protagonizada por James Stewart me sirvió de mucho. Algo de Lucky Luke también. Me resultaron útiles para ubicarme en el lugar, para tener presente la atmósfera del género. Me gusta ese planteo simple del bueno y el malo. Ya sé que el mundo no se divide en buenos y malos, obvio que no, ¡excepto cuando se divide en buenos y malos! De chico me gustaban mucho las películas de Terence Hill y Bud Spencer. En Un duelo a cara de perro hay una escena en la que el villano hace un disparo sin mirar y da en el blanco y no necesita darse vuelta para saber si acertó o no porque está seguro de no haber fallado. Esa escena está inspirada en una de las películas de Hill y Spencer. Casi te diría que la robé de ahí. Ah, no, ahora que me acuerdo los escritores no robamos ideas de ningún lugar porque somos todos unos genios bárbaros y cada cosa que hacemos es única y recontra original, casi casi el comienzo mismo del universo, así que no, no la robé, se me ocurrió a mí.

¿Cómo surge la idea de Un duelo a cara de perro?

Con mi hijo vemos muchas películas. Un día, después de ver Django, la peli de Tarantino, empezamos a delirar con personajes para western y a él se le ocurrió la idea del perro cazarrecompensas. Al principio era un perro que peleaba con otros perros, pero después preferí que la historia fuera como está en el libro. Para mi novela anterior, Quepobrestán, a mi hijo se le ocurrió el título. En ésta se le ocurrió el argumento básico. Espero que para la próxima se le ocurra cómo hacer plata con la literatura.

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El género fantástico también está presente a partir de diversos elementos mágicos y distópicos que me recordaron el western gótico de Richard Brautigan, El monstruo de Hawkline. ¿Cómo te planteás este cruce de géneros?

El cruce se da de manera tan natural como el extrañamiento al que hacías referencia antes. Una vez leí que la imaginación suele funcionar uniendo cosas que no tienen nada que ver. De esa unión sale algo nuevo y creativo. He notado que mi cabeza funciona así casi siempre. El humor funciona a menudo con ese mecanismo.

“A veces la sorpresa juega a favor del más débil, es cuestión de desafiar al que te maltrata.”… “Nos puede pasar cualquier cosa, como siempre, pero al menos ya no estamos muertos de miedo.” Desde el humor y el non sense, la novela se ocupa de temas fundamentales como la cobardía personal y social y la necesidad de hacerse cargo como vía de crecimiento y liberación.

Sí, el tema del miedo es fundamental en lo que escribo. Creo que en la actualidad los chicos se crían con miedo. Mi infancia la pasé en la calle, jugando toda la tarde con un control mínimo por parte de los adultos. Hoy eso es imposible, al menos en las grandes ciudades, y es algo perjudicial para los chicos. Los hace más dependientes. Hace poco escuché una publicidad de un Municipio en la que el Intendente promocionaba una actividad que iba a servir para sacar a los chicos de la calle. Eso está bien si lo hace un particular (ej: un señor que se propone abrir una escuelita de fútbol gratuita en el club del barrio), pero es un desastre si lo propone un funcionario. Los funcionarios tienen que sacar de la calle a los chorros, a los narcos, a los violadores; no a los chicos. Volviendo al tema del miedo, pienso que superar los miedos y crecer van de la mano. Eleanor Roosevelt, la diplomática y activista estadounidense por los derechos humanos (sí, todo de Wikipedia), decía que uno debe animarse a hacer aquello que se cree incapaz de hacer. Eso también ayuda a crecer y a sentirse más seguro. Arnold Schwarzenegger, en Terminator 3, dice “El humor es saludable, alivia la tensión y el miedo a la muerte”. A través de estas respuestas podrás notar lo ecléctico de mis influencias ontológicas. Dato curioso: tengo un cuaderno (aclaro para las nuevas generaciones que un cuaderno es un Word que se pone amarillo con el paso del tiempo) en el que anoto todos los libros que leí y todas las películas que vi con una calificación al lado y, en ocasiones, un comentario. Cuando vi Terminator 3, anoté esa frase, pero en vez de “miedo a la muerte” puse “miedo a la vida”. Un fallido espantoso. Todavía no me lo perdono.

Hay que desafiar al que te maltrata; es muy probable que arrugue. Muy probable.

 

La narración está plagada de juegos y referencias culturales que buena parte los lectores van a pasar por alto. ¿El impulso lúdico del escritor se contagia a través de la obra?

En mí, el impulso lúdico es fundamental para vivir, y por lo tanto lo es también para escribir. Y sí, creo que se contagia. Al menos eso espero. En cuanto a las referencias culturales, el que las capta las capta y el que no, podrá comprender igualmente el texto.

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Cuervo blanco, un pueblo en el que nadie puede andar derecho. ¿La metáfora de la torsión social fue consciente o subterránea?

Subterránea. No tengo ni idea de por qué se me ocurrió eso, pero me gustó y lo puse. Tampoco fue adrede que el pueblo tenga el mismo nombre que un importante concurso de literatura infantil (White Raven). Lo juro. Igual, si me lo quieren dar, aunque sea injusto, lo acepto

¿Cómo nace la idea de la banda de sonido emocional de Emerson Lake?

No me vas a decir que no conocés gente que tiene música alrededor…

La educación sentimental del protagonista, está íntimamente ligada a su relación con el perro. Hay como un espejo entre la construcción ficcional de la sociedad y el orden animal natural. Teniendo estos dos elementos contrapuestos te pregunto: ¿Tu sentido del humor, siempre ligado al absurdo, tiene que ver con una percepción de la estructura social del mundo contemporáneo como desnaturalizada?

La educación que el perro le proporciona al niño en esta novela está buenísima porque es una educación que no le explica ni le dice nada, sólo lo obliga a hacer. Al pibe no le queda otra que arreglárselas como pueda.

Por otra parte, mi percepción de la estructura social del mundo contemporáneo es la misma percepción que se tiene frente a un tacho de basura o una herida infectada o un inodoro que rebalsa lo que rebalsa. Pero no opino lo mismo sobre la gente. Si me preguntan qué me llevaría a una isla desierta, diría “gente”. Con las personas está todo bien, el problema es la sociedad en la que vivimos. Vaya paradoja. Creo que Schwarzenegger es el único que puede resolverla. Lo voy a consultar.

¿Fernando Figueras tiene un libro de aire?

Muchos, pero mi intención es ir bajándolos de a poco para que se vuelvan más concretos. Cada vez me gusta más lo concreto, lo que se lleva a cabo, lo palpable. Porque después te recontraremilremorís. Y fuiste.

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Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

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