Ave

Sus alas están pegadas, no se lo merecía, a nadie le importa quién fue; nació para ser lo que no puede, arrebataron el sentido de su vida; nadie se hace cargo. Es triste conocerlo durante un anochecer anaranjado, los últimos rayos del sol chocan contra sus plumas pegajosas; las primeras oscuridades de esta noche aburrida. Su piel negra recubierta por algo que no le permite ser quien es, dos ojos amarillos, cristales que miran fijo, hacia el horizonte donde espera poder llegar. Ya no intenta liberarse, ahora no canta, sólo contempla aquel cielo, en el que alguna vez supo volar.

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Paisajes

Reflujo del soplo de un bosque

fluyen las aguas en hojas

las ramas se confunden en el quiebre

ruedan ahogadas hacia el sol

gemidos a la luz del alba

renacer tu acuario ardiente

el mundo, tus flores, su agua

camino a miles de valles

la risa de un pájaro vulgar

brusco movimiento abdominal

espléndido suspiro

la danza de la vida

esclavos de nuestros vicios

maravillosa libertad otorgada

la sed, lo evidente, la entrega

 

 

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