Desde “toda la gente con la que tuve sexo”, hasta “mentiras que dije”.
Por momentos accedemos a consignas, por momentos pareciera que estamos leyedo una nueva forma de poesía, por otros momentos da la sensación de estar leyéndole el diario íntimo a alguien y nos quedamos un rato ahí. En la sensación de espiar un diario íntimo, cuando en realidad estamos ante aquello que quedó afuera de un blog. Con los permisos gramaticales y ortográficos de la internet. Por momentos, en una misma entrada de blog, el autor se expresa en femenino, después en masculino; dado el soporte que propone el título, los posibles errores de corrección editorial, tan abundantes últimamente, pasan a ser decisiones o posibles arbitrariedades o potenciales descuidos; pero en ningún caso resulta molesto o inadmisible, colaboran a la construcción de la identidad del personaje.
A medida que el tiempo avanza, el autor empieza a delinearse, cobra forma, particularidad, es empática y como todo aquel que logra convivir con sus miserias, se convierte en una gran comediante al exponerlas.
El lenguaje, si bien es una traducción, permite acceder a significados concretos, no hay mucho espacio para la ambiguedad. De hecho es un lenguaje contemporáneo, como los temas que aborda.
Tomando en cuenta que todo contexto y formato de comunicación, virtual, electrónico (que vendría a dar cuenta de su historia), tecnológico; muta de modo continuo y sus los soportes son diversos. Podemos sugerir que el blog subsiste estoico entre los amantes del escribir, más allá del contenido o tema que aborde. Sería el paso previo al libro virtual, la entrega semanal, mensual, semillero de potenciales escritores, que con el tiempo cobra fuerza y se publica.
El inicio de la era donde un empleado de cadena de comida rápida, expone su vida cotidiana y convoca la atención popular, lo cual, nos deja una primera pregunta: Si lo que estoy leyendo fue excluído…¿Qué es lo que sí se publicó?
Podemos llegar a creer que nuestra narradora blogger, en algún momento, escribe mecánicamente sus emociones y pensamientos. De un modo condensado, muy íntimo, de contenido concreto, espicificaciones que generan un universo verosímil. Alcaza un grado de identidad muy profundo, muy expuesto, por fuera del canon de aceptación social hegemónico. Pero sí, quien escribe es alguien que necesita exponerse, aunque excluye ese material de la mirada pública del blog.
El consumo está muy presente, razgo distintivo de varias generaciones sexo, alcohol, literatura, cine, “vínculos” sociales de tiempos actuales.
Llegando al final un listado de mentiras que la protagonista dijo, legitima la falta de verdad en nombre de una mejor convivencia social, por vital superviviencia o una deseada mejor inserción social.
Nombre: antología de un empleado mexicano de panda express
Autor: Megan Boyle
Traducción: Valeria Meiller
Editorial: Dakota Building Editora
Nº de pags: 160