Hace un tiempo leí al creador de Evangelion vaticinar el fin del anime, o al menos el fin del anime como lo conocemos: japonés y animado. Me parecía una locura y puse el grito en el cielo, en mi cabeza sonaba una indignación al estilo Lady Violet de Downton Abbey, “primero la electricidad, ahora los teléfonos, a veces pienso que vivo en una novela de H.G. Wells”. Entonces, ¿hacia dónde vamos? Por lo pronto, vamos a Taiwán. Gen Urobuchi, uno de los guionistas japoneses más populares, mimados y odiados (nos gusta apodarlo Urobutcher, “el carnicero”, porque mata a todos sin piedad) de los últimos años y creador de inolvidables series como Puella Magi Madoka Magica, Psycho-Pass o el perturbador juego Saya no Uta, estuvo allí hace dos años para una firma de autógrafos y aprovechó para visitar una exhibición de títeres tradicionales.

titeres taiwaneses

Títeres taiwaneses

Al descubrir todas las posibilidades que albergaba el uso de títeres para una obra de ficción, comenzó a pensar en una propuesta para trabajar con Pili International Multimedia, un famoso estudio taiwanés que produce programas de TV y películas con títeres hace más de treinta años. Mientras pensaba en su propuesta, su visita fue noticia en un diario y la gente de Pili lo contactó urgente pero por otro motivo: dentro de la compañía trabajan muchísimos fanáticos de las obras de Urobuchi y querían conocerlo. “Cosa del destino”, pensó, y no le quedaron dudas sobre qué tipo de proyecto encarar.

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Gen Urobuchi

Así fue que nació Thunderbolt Fantasy, una historia de fantasía heroica que transcurre en algún lugar de oriente y trata sobre el encuentro entre la noble e inocente Dān Fěi, última sobreviviente del clan que debe velar por la espada Tiān Xíng Jiàn; Shāng Bù Huàn, un quejoso espadachín errante con un pasado desconocido que desconfía de todo pero no se resiste a ayudar a Dān Fěi; y Lǐn Xuě Yā, un hombre hermoso y enigmático que sabe más de lo que dice, parece conocedor de la magia y es un excelente estratega. Junto con cuatro compañeros más que aparecen con el correr de los capítulos deben vencer a Miè Tiān Hái, que hará lo imposible por obtener la espada Tiān Xíng Jiàn. Hasta aquí el argumento no parece tener nada de extraordinario, porque lo extraordinario de este proyecto es la manera en la que fue filmado.

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Pili trabaja con métodos tradicionales y de forma artesanal, cosa que hoy en día es difícil de imaginar. Cada muñeco está tallado en madera y pintado a mano, con párpados y el labio inferior móviles. Debido a que los títeres son huecos para que el titiritero pueda manejarlos, este arte se denomina en japonés hoteigeki (hotei=barriga; geki=obra de teatro). A estos métodos artesanales, Pili agrega algo de CG y técnicas ya conocidas de tokusatsu (las populares series y películas estilo Godzilla o Ultraman)  para realzar el producto final. Digamos que no está muy lejos del bunraku japonés (el teatro de marionetas) aunque la realidad es que los chinos hace muchos siglos tienen una técnica inigualable en la creación de títeres y marionetas, que desde el siglo XVII llegaron a Taiwán y se convirtieron en una de las características más singulares de su cultura. Los escenarios son enormes para que todas las personas involucradas puedan moverse con libertad entre ventiladores, maderas, arbolitos, piletones, arena especial y cámaras. El director mira todo desde un piso más arriba, a través de monitores, impartiendo las indicaciones necesarias.

los titiriteros

En cuanto al diseño de personajes y la asesoría respecto al modelado, Urobuchi no estuvo solo, sino que contó con Nitroplus, la empresa desarrolladora de juegos y novelas para PC que últimamente también se inclinó hacia el mercado del anime y manga, y Good Smile Company, líder indiscutido en diseño de merchandising y su distribución. Los famosos nendoroids son una creación original de esta empresa.

un nendoroid de madoka

Nendoroid de madoka

Bien, ya tenemos los muñecos, la historia y la escenografía. ¿Dónde están las voces? Urobuchi sabe que Japón tiene seiyuu (actores de voz) excepcionales pero, ¿cómo podían lograr un buen trabajo si la serie se filmaba en Taiwán? Considerando que en el hoteigeki es el titiritero quien dice las líneas del personaje que maneja, se tradujeron todos los diálogos al taiwanés, se filmó con los titiriteros recitándolos y luego los seiyuu tuvieron el arduo trabajo de volver a hacer el doblaje sobre el producto terminado. Siendo algo completamente distinto a doblar anime o incluso películas occidentales, fue un desafío poder adaptarse a los movimientos y expresiones de los títeres, los sonidos y pausas del taiwanés. Por ello es que el reparto tiene grandes figuras con muchos años de experiencia doblando anime, películas, series y juegos. Todavía estoy deslumbrada con el gran trabajo que hicieron todos.

La música es un tema aparte. La canción de apertura, Raimei (trueno en japonés), está a cargo de uno de los artistas más populares de Japón, Takanori Nishikawa, más conocido como T.M. Revolution, que este año celebra sus 20 años de carrera. Nishikawa nombró así a la canción porque Pili significa trueno. Fan declarado de Urobuchi y del anime en general, ya lo hemos escuchado en grandes clásicos como Rurouni Kenshin, Mobile Suit Gundam Seed, Bleach y la franquicia Sengoku Basara (participó en el anime y en los juegos para PlayStation 2, 3, 4 y PSP), entre otros. Tiene una banda paralela, Abingdon Boys School, y un sello discográfico, Defröck Records, que produce nuevas bandas y las promueve en un festival anual, el Inazuma Rock Fes, donde cada año comparten escenario con bandas de la talla de BUCK-TICK, the GazettE y, por supuesto, las dos bandas de Nishikawa. Tal es su popularidad en Japón y Taiwán, que usaron su imagen para hacer un títere con la estética de los personajes de esta serie.

Y si hablamos de “mimados” dentro de la industria del anime, para el resto de la banda de sonido de Thunderbolt Fantasy, contamos con uno de mis compositores favoritos de los últimos años: Hiroyuki Sawano, que, si bien lo escuchamos en series como Ao no Exorcist, Kill la Kill, las animaciones de Sengoku Basara, Mobile Suit Gundam Unicorn, probablemente la gente lo ubique más por ser el creador de la inigualable banda de sonido de Attack on Titan. Desde su participación en este anime no para de trabajar componiendo en todos los medios posibles: televisión, cine y videojuegos.

Los adolescentes de hoy probablemente no sepan de cosas como el Capitán Escarlata, pero con tanto revival retro, esta serie le dará una bocanada de aire fresco a nuestra nostalgia (y nos la cambia de continente) deslumbrándonos con la capacidad que tiene el ser humano para encontrar infinitas maneras de mantener vivas, e incluso reinventar, prácticas que muchos creen que están enterradas hace años. De paso, nos dará un cachetazo si estábamos indignados y un poco prejuiciosos con el asunto.

bunraku

Bunraku

Thunderbolt Fantasy contará con 13 capítulos. Se emite desde el 8 de julio en Japón y en América Latina por Crunchyroll en simultáneo con la cadena iQiyi Taiwán. A su vez, comenzó a serializarse una adaptación al manga, porque no será puro anime, pero si se puede abarcar todos los medios de difusión posibles, los japoneses van a hacerlo.

el manga

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