Mi amigo Julio, hace años radicado en Texas, me decía siempre: “ El fin del mundo ya fué. ¡Habitamos en las consecuencias!”. Gipi parte justamente de este postulado para crear el escenario en el que transcurre La tierra de los hijos.

Los que venimos siguiendo de cerca la andadura al sello Salamandra Graphic ya lo tenemos junado a Gipi de unahistoria, un trabajo en el que el italiano demuestra por qué es considerado como uno de los autores europeos más interesantes del momento, tanto en el apartado gráfico como en la narrativa de sus obras.

Mientras que unahistoria jugaba con distintas líneas temporales en lo narrativo y una exploración estética y emotiva con el uso del color, La tierra de los hijos nos transporta a un horizonte desolado y árido y así son sus diálogos y sus trazos.

Sobre las causas y los motivos que condujeron al fin habrían podido escribirse capítulos enteros en los libros de historia. Pero después del fin ya no se escribieron más libros”.

Con estás pocas palabras sueltas en una página en blanco Gipi nos sumerge de lleno en un escenario postapocalíptico y posthistórico en el que lo primero que vemos es a dos pibes matando un perro para comerlo y traficar su piel.

La narración nunca se detiene a explicar el pasado de ese mundo, pero sabemos que hubieron sobrevivientes. Algunos sufrieron deformaciones y algunos no, pero todos han abolido el recuerdo de un pasado que ya resulta demasiado lejano y doloroso.

Sabemos que hay geografías contaminadas y entendemos que el lenguaje común es la violencia.

Presenciaremos nuevos rituales y el nacimiento de sociedades basadas en nuevas formas del miedo.

Un relato crudo y sin concesiones; de esos que golpean en el rostro. El canto de un amor desamparado por las condiciones y la estrategia que, a pesar de todo, encuentra su florecer en la supervivencia de la nueva sangre.

Titulo: La tierra de los hijos

Autor: Gipi

Traducción: Regina López Muñóz

Editorial: Salamandra Graphic

288 páginas

 

Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

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