Un escenario ideal para el novelista de género negro. Todo previsto y sin situaciones inesperadas.
“¿Para qué sirve una ciudad sin mar? Solo la mierda flota. Los sueños dan miedo.”
Aquí en dónde Poe nos pone en el marco dialéctico, en la encrucijada de vivir o morir en la noche del melancólico malestar. “Si al menos tuviéramos un puerto y una orilla…si esta ciudad estuviera rodeada de tanta agua como para lavar tanta mierda…”
Poe, como dice en el prólogo Antonio Altarriba, “es un apocopado. En algún momento, perdió la A y luego la T. Puede incluso, que perdiera las dos letras a la vez. Y un poeta con las últimas letras perdidas no pude rimar. ¿Qué es un poeta sin rima?. Una anomalía.”
Poe resulta ser un desmerecido escritor que quema sus noches en el bar de Lola, donde el alcohólico flautista se suicida cada madrugada, encerrado en el baño, oliendo a mierda, vómito y orín. Poe ya no escribe, deja llevarse por las copas y escucha historias, varias historias que son en verdad una sola: la mujer engañada, la actriz porno, los policías, la muñeca inflable, la música de jazz y la voz lejana de María Creuza. Tres disparos afuera, el caso de la puta virgen que solo practica mamadas galácticas, Flor, Gato el policía, el de la Ferrari, Desireé, la hermana de Lola con sus tetas gigantes, boxeadores y balas, sangre, la escopeta escondida bajo el mostrador, las cerillas que marcan el destino, pares si, nones no, sexo, engaño y consejos inútiles.
Carlos Salem Sola (Bs.As, 1959), nos tiene acostumbrados a esta marginalidad. Desde 1988 reside en España y lleva puesto el personaje, mezcla de Pedro Lemebel y Charles Bukowski. Siempre al límite, con provocación en exceso, decididamente conflictivo.
Su literatura es como un puñal clavado entre las costillas; molesta, sangra, desgarra.
Que decidan las cerillas no es otra cosa que la continuidad de El huevo izquierdo del talento, la novela publicada en 2013, ambientada en un bar en el que se citan locos poetas, en una ciudad sin mar.
Salem es el hijo literario de Osvaldo Soriano, Manuel Vázquez Montalbán y Paco Taibo II. Hermano de armas de Leo Oyola y Kike Ferrari, entre otros.
En Que decidan las orillas, Salem logra mostrar el lado oscuro de una ciudad maldita. La creatividad de Kike Narcea -cuentista, guionista y dibujante- hace que la obra tenga medalla propia. Galardón suficiente para Salem. dado que ésta es la única novela gráfica como dibujante de Kike Narcea.
La frutilla de la torta es el prólogo de Antonio Altarriba y el epílogo de Carlos Zanón, quien afirma: ”En cualquier libro de Salem está contenido todo Salem”
Una buena definición que obviamente comparto.
QUE DECIDAN LAS CERILLAS
Autor: Kike Narcea
Adaptación de un texto de Carlos Salem
Prólogo: Arturo Altarriba
Epílogo: Carlos Zanón
Editorial: Navonal
175 páginas.
Hacer Comentario