La nuestra es una épica breve, de cabotaje; más cercana a la anécdota simplona que a las grandes gestas. Somos exigentes para los terceros, pero solidarios con nuestra propia pesadez: Recetamos palas, pero alquilamos reposeras.
No somos hombres de acción y Bizzio lo sabe. Sus ficciones están profundamente insertas en esta generación de “campeones del ocio”. Sus relatos, también los tres que conforman este volumen, abordan esta cotidianidad aplastante y funambulesca, imbricándola en algunos casos con un fantástico controlado, como si la propia tensión de lo que está contenido fuese condición sine qua non para el desborde. Es el caso de Iris y de Construcción.
Iris es un viaje a los recuerdos de infancia. Propone un modesto ajuste de cuentas con el pasado, una revancha nimia para apaciguar una pasión infantil, un amor incierto que en definitiva ni siquiera termina realizándose, por lo menos en el plano de lo real.
Construcción, por su lado, nos recuerda a algunos relatos del fantástico italiano. Esos cuentos de Buzzati o Calvino en los que el elemento fantástico queda subsumido al grotesco patrio imperante. Con el discurso del mediopelo en donde “una mano lava la otra” y con la tradición del “lo atamos con alambre”, Bizzio narra el levantamiento de una torre de babel del subdesarrollo. El equivalente distópico a “levantar una piecita al fondo”.
Por otra parte, profundamente onírico, el relato Conquista nos hace viajar entre realidades. De nuestra época a la de los reinos combatientes en la antigua China y enfrenta al protagonista de la historia con un artista bárbaro que, como el Wang-Fo de Yourcenar, puede pintar realidades habitables. En una escena de persecución el protagonista -un cobarde y acomodaticio desertor- persigue al pintor y a la doncella a esa realidad paralela del lienzo -la nuestra- para encontrarse con un barrio privado y su campo de golf; el bárbaro pertenece ahora a nuestra nueva elite de herederos semianalfabetos.
En cada relato el gesto fantástico se conjuga para pintar una realidad que no por absurda deja de ser nuestra, ni por modesta pierde su vértigo. Tal vez sea este vértigo, esta adrenalina que lejos de vindicar una opción de futuro es encausada hacia la nada sin perder potencia, lo que hace a la literatura de Bizzio tan adictiva.
Título: La conquista, Iris y Construcción
Autor: Sergio Bizzio
Editorial: Random House
128 páginas
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