Simpáticos y temperamentales, los perros salchichas son los protagonistas de los libros álbum Nina y Frankfurt.
Según el historiador de la filosofía Diógenes Laercio, otro Diógenes, el Cínico, sentenció: “Cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro”. El más doméstico de los animales sigue sumando adeptos, que también pueblan la literatura: para quienes nos dedicamos a escribir para los más pequeños, es una tentación convertirlos en protagonistas de nuestras historias.
Hay que asumir que contar las aventuras de una mascota es un lugar común que se intensifica si, además, es un perro y si, además, es un salchicha. Convivir con un dachshund es una desdicha, eso lo sabe cualquiera que haya pasado la experiencia, solo que esta raza tiene el poder de hacernos creer que, en realidad, se trata de un privilegio compartir casa con ellos. Hay una frase muy clara al respecto: “Un salchicha primero se robará tu corazón, después tu sillón y cama”. Debería ser graciosa, pero no.
La simpatía del perro salchicha se basa en la perpetración de una anomalía genética denominada basetismo que los condena a tener piernas más cortas de lo que deberían. Los manuales de veterinaria no lo dicen, pero también poseen una psicología muy particular basada en autopercepción: un salchicha se ve al espejo y contempla, literalmente, un león salvaje.
Siendo un personaje en sí mismo, ¿cómo negarse a convertir un dachshund en protagonista de un libro álbum?
Nina relata la historia de una salchicha negro y fuego. Las ilustraciones de Seta Gimeno son clásicas y efectivas: despiertan ternura y resultan claras. Hábil en el planteo de página, juega con las secuencias, retratando a Nina varias veces en la misma ilustración o utilizando bocetos en segundo plano como reflejo del movimiento; las páginas dobles logran calidez con pequeños detalles.
La historia es sencilla en su planteo: una simple acumulación de actitudes propias de esta raza. Entonces, ¿dónde se encuentra la virtud de este libro? Simple: en la forma en la cual Nina se inserta en la vida familiar, que parece trascurrir en un segundo plano y que apenas es mencionada en el texto: al avanzar en la rutina de la perra, vamos descubriendo a las personas con quienes convive. Hasta la guarda es, además, otro detalle hermoso: se trata de los bocetos de Gimeno, de un estilo ligeramente distintos a las ilustraciones interiores, como si fuera un pantallazo a la intimidad de su proceso creativo.
Gimeno logra transmitir esto con muchísima inteligencia: elementos simples como una mochila, un portarretratos, una computadora, la ventana en un día de lluvia nos van sumergiendo en la calidez del hogar. Como todo buen libro álbum, hay una historia que esconde otra, pero no en un juego de cajas chinas, sino de complicidades.
Frankfurt, un chucho con estilo, ilustrado por Mikel Casal con texto de Mia Cassany, se sitúa en la otra punta del arco en cuanto a planificación familiar: acá tenemos solo al perro y a su dueño, un hípster en toda regla: vinilos, libros, arte moderno, zapatillas originales, anteojos de montura gruesa, una sombra de barba, sombreros implacablemente combinados con remeras de cuello redondo y hasta un loft. Frankfurt, el perro salchicha, es un perfecto objeto de diseño dentro del universo que Mikel Casal refleja con una maestría increíble, modernizando ese estilo de ilustración tan propio de la década del ochenta que jugaba con los colores plenos y las formas definidas. Con marcada influencia de la iconografía infantil soviética, por momentos Mikel combina tipografías, planos y texturas, dejando la línea en un segundo lugar.
La historia trata sobre la disconformidad de Frankfurt con su nombre: lo considera poco refinado. De narrativa simple pero efectiva, este libro es una pieza única porque convierte conceptos propios del diseño en obras de arte que potencian el relato y que entrelazan las dos existencias: dueño y perro, hombre y animal.
A fin de cuentas, nada más que una familia.
Si los hombres nos construimos en parte debido a la circunstancia que nos toca atravesar, ¿qué podemos decir de los perros? Fieles observadores de sus amos, se entretejen en sus vidas. Porque, después de todo, quizá no somos tan importantes como creemos: tal vez solo somos la circunstancia que rodea la maravillosa vida de nuestros perros salchichas.
Nina. Escrito e ilustrado por Seta Gimeno. Editorial Algar.
Frankfurt, un chucho con estilo. Escrito por Mia Cassany e ilustrado por Mikel Casal. Editorial Mosquito.
Muñiz, diciembre de 2020.
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