Migaja, una partícula de pan ocupa mucho espacio
En su condición de apariencia minúscula, sostiene dentro de ella la potencialidad de las semillas. Allí cabe la necesidad, pero también su negación. Existe para demostrar su falta. Somos, además, el hambre que fingimos ignorar.
Desde un escalón interesante de la escuela del Teatro de la crueldad -que desarrollara Antonin Artaud-, David Muchnik dirige la obra Migajas, donde Lucas Di Giorgio, Constanza Logares, Gabriel Mercado despliegan sus cuerpos tras esa ausencia que sobrevuela las morales, los deseos, la plácida idea de posesión.
Ellos no tienen nada. Nosotros -será imposible no reflexionarlo- tampoco. La aparición de la migaja, como el descubrimiento del fuego, será el elemento que ilumine esa caverna de hambres donde nos hemos escondido. Está ahí, toma forma de juego, de clown, de tragedia. Rompe la palabra por indecible. ¿De qué manera nombrar este vacío que recorremos de punta a punta, perdidos? La fantasía que abarca tiene la forma de cada cuerpo y sus sueños. No puede ser tomada de forma universal, porque lo es, descarnadamente.
La luz es la ausencia, en el escenario, y eso ya es una provocación. Ensombrecidos, seguimos sin comprender que los vasos no están medio llenos, ni medio vacíos. Soñamos con la ausencia del hambre, en el mundo del hambre, domesticados en negar su fuerza. La fuerza del hambre, la desgarradora fuerza del deseo, cuántos cuerpos saciados podría levantar si se acercaran a verla.
Una partícula de pan domina el escenario. Lucas Di Giorgio, Constanza Logares, Gabriel Mercado, como breves Narcisos, corren con sus almas tras ella para verse enteramente pan en algún reflejo, con todas las pasiones inútiles pero encendidas. Las palabras se pudren, dijo Artaud. Por eso la onomatopeya, musical, persistente, sobre el lenguaje verbal, permite a los cuerpos que relaten por encima de cualquier significante, sin perderse del uso del humor, de la ironía, de todas las herramientas emocionales que descarguen sobre el público un magnetismo espiritual.
Migaja abre una ventana, asoma a los juegos con ojos de niño. Subvierte el escenario para ensanchar los horizontes de este ritual de amor que sigue siendo el teatro. Abre espacio al surrealismo, a la mencionada crueldad de Artaud, al cuestionamiento sin moralina ni moraleja.
¿Qué migaja nos persigue?
¿Qué haremos con el hambre cuando nos mire a los ojos?
Ficha técnica
Migaja, de David Muchnik
Actúan: Lucas Di Giorgio, Constanza Logares, Gabriel Mercado
Teatro Corrientes Azul
Las entradas se pueden reservar por: http://www.alternativateatral.com/obra76503-migaja
Precio: $600.