Hermanos, espejos
Hay temas sobre los que el arte vuelve con insistencia. Uno de ellos, el de los hermanos, para el que no es necesario aunque sí tentador remontarse al prototipo bíblico de Caín y Abel. Pocas relaciones más intensas, más tensionales, más necesarias de indagar una y otra vez.
En su nueva novela, Alicia Plante plantea un título que remite a este vínculo y posiciona a los actores. El menor es Nico, el hermano que Martín Figueroa sale a buscar luego de que en dos días no regresara a su casa. Aunque en realidad, la frase “sale a buscar a su hermano”, en la ficción de Plante empieza a desplegar sucesivas capas con lo que la acción literal de indagar, investigar, preguntar configura tan sólo una línea narrativa de una novela que prolifera en multiplicidad de sentido.
Alicia Plante sabe de novela negra y la desaparición de Nico es el eje vertebrador del relato. Hermano mayor con amplia diferencia de edad y un perfil ganador diametralmente opuesto al del menor, Martín Figueroa es el que lleva adelante la pesquisa, salteándose las instancias oficiales que en esta historia made in Argentina, son sospechosas de inacción cuando no de corrupción. Saber qué ha sido de Nico lo lleva a encontrarse con una vida que no conocía, algo explicable por la distancia que la adultez pero sobre todo el éxito social y financiero de Martín.
Sin embargo, aquí también la frase “una vida que no conocía” es una caja de sorpresas porque encontrar una imagen totalmente distinta de la que el buscador tiene del buscado nunca será gratuito. Menos aun cuando el vínculo que los relaciona es el poderoso e ineludible lazo familiar.
Buscando a Nico, Martín abrirá cajones que no querría haber abierto porque además serán espejos en los que deberá mirarse para verse tal cual nunca hubiera querido verse. Cajones que le mostrarán el mundo de su hermano con algunas luces y muchísimas sombras mientras, paralelamente, su propio universo de triunfador va llevándolo hacia una cima en la que lo único que encontrará será una piña en pleno rostro y una zancadilla demoledora.
El camino de la desaparición de Nico, el camino investigativo de su hermano, el camino profesional y vital de Martín: caminos interiores que recorre el lector a medida que pasa las páginas y acompaña al protagonista en el camino que termina siendo el definitivo, el de saber quién y qué cosa es en realidad alguien que, luego buscar tanto, descubre que no tiene absolutamente nada.
El menor
Alicia Plante
Adriana Hidalgo editora
271 páginas