Don Horacio enrolla la punta de su bigote y mira lejos. Inmerso, tal vez, en algún lugar de sus recuerdos. Es muy temprano para un feriado y pareciera que toda la ciudad decidió dormir un rato más. El poco movi...
—Amigaaaaa, estoy en Buenos Aires. Vine sin marido, ¿nos vemos? —me escribió mi amigo Roberto (o Robert, como le decimos) por el chat de Facebook.Dos horas después estábamos acodados en la barra del bar que...
El cordón de la zapatilla parece una serpiente que espera un descuido para atacarlo. Ya logró trepar un cuarto de su largo cuerpo atigrado y ahora permanece inmóvil, a la espera de una oportunidad para el resto...
Estoy masticando un raviol de espinaca amasado por mamá. Mi celular avisa la entrada de un mensaje. Me estiro un poco para alcanzar el teléfono. Leo “Hola”. Me sorprende el remitente. Hacía rato había desaparec...
Abro la computadora. Le pido al mozo un cortado y la clave de Internet. Estoy en medio de la estrategia “cambiar de espacio para que afloren ideas”. Solo necesito una: la llave para entrar a mi futura novela.
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Es domingo. Estoy en la cama con mate, libro, computadora y el control del televisor a mano. Claro que ahora solo estoy usando la computadora. Bueno, y el equipo de mate.Suena el celular. Mensaje de texto. ...
A las menos cuarto ya estábamos frente a la puerta. En el mail pedían puntualidad y no tocar timbre al llegar. Debíamos esperar pacientes hasta que abrieran. Yo había tirado la idea de ir, pero mi amiga Ale ráp...
Se abre la puerta plateada del ascensor. Lucas espera al otro lado del vidrio, afuera del edificio. Me muestra todos los dientes en una sonrisa intencionalmente exagerada. Con cada brazo carga una maceta, de es...
Sábado. Cuatro de la mañana. Me meto en la cama y me tapo hasta el cuello. Entra un mensaje al celular. Quiero ignorarlo pero no me aguanto y espío sin abrir el whatsapp para evitar las tildes azul...