Pocos intelectuales ofrecen menos margen para la clasificación prolija que el francés Pierre Klossowski (1905-2001). Él mismo reconocía esta fecunda labilidad al entender que no era ni escritor, ni pensador, ni filósofo, sino un monómano, alguien exquisitamente capturado por una sola y excluyente escena: la de un cuerpo que se entrega a la mirada de otro cuerpo. Esta mirada que reinventa al otro en el registro de la más desbocada sensualidad y que se aleja tanto como imaginar se pudiera de la hipótesis sartreana (“el infierno es la mirada de los otros”) resulta harto ilustrativa en la trilogía integrada por Roberte esta noche (1954), La revocación del edicto de Nantes (1959) y El apuntador o el teatro de la sociedad (1960) que componen Las leyes de la hospitalidad y cuyo personaje central es Roberte, inspirada en Denise, la mujer del autor. La novela El Baphomet, publicada originalmente en 1965, se halla íntimamente ligada al ensayo Nietzsche y el círculo vicioso (1964) en tanto que resulta una puesta en acto de la teoría nietzscheana del eterno retorno, razón por la cual el tiempo aparece en la novela no sólo trastocado, sino suspendido, condenado a una repetición no de lo idéntico sino, más angustiante aún, de lo indeterminado, aquello que no reconoce origen ni fin y que deriva en una imagen de mundo asimilada al simulacro. No es gratuito que “baphomet” provenga de la fusión de dos términos griegos: baphe: bautismo y meteos: iniciación.
La traducción a cargo de Julián Fava y Luciana Tixi, así como la edición, resultan irreprochables.
El Baphomet, Pierre Klossowski, Las Cuarenta, 2008, 127 páginas