No es la primera vez, ni será la última, que en este espacio dedicaremos unas líneas a Jacob Kurtzberg, una de las voces más influyentes en el devenir del noveno arte.

Nacido el 28 de agosto de 1917 en Nueva York, comenzó su andadura en la década del 30 como dibujante de prensa primero y luego como asistente de animación para los dibujos animados de Popeye en el estudio de Max Fleischer. Más tarde y ya bajo el nombre de Jack Kirby se metió en el mundo del cómic al conocer y formar tándem con Joe Simon con quien realizó trabajos para FOX comics primero y luego para Timely (empresa hoy conocida como Marvel comics).

1938, con el nacimiento de Superman, dio lugar a la fiebre superheroica, una de las expresiones pop típicamente norteamericanas. En su afán de construir un imaginario de futuro el género superheroico fue cada vez más orientado a la lucha contra el nazismo o, mas precisamente, a generar un panteón de semidioses que avalaran el proyecto político y social del que terminaría siendo el nuevo imperio. 1940 ve llegar, entre otros personajes que nacen de la mano de Simon y Kirby, al Capitán América. En esa misma década Kirby hará sus primeros pinos en la DC comics, aunque será elevado al podio de rey recién a comienzos de los años 60 cuando junto a Stan Lee alumbrara el cosmos MARVEL.

Es conocida la disputa mantenida por el rey y el sonriente Stan a comienzos de los 70 que culminan devolviendo al rey y sus lápices a DC comics, en donde creará una serie de títulos que reformularán la narrativa cósmica del sello y serán luego considerados como la obra magna del genial autor.

El 28 de agosto de 2017 se ha cumplido el centenario del nacimiento del rey y mientras el universo MARVEL poco ha reparado en la fecha, DC comics ha generado una serie de reediciones y festejos que, desde hace unos meses comenzaron a llegar a nuestro país.

En futuros posteos comentaremos las reediciones yankees y españolas de obras fundamentales como ser Cuarto Mundo o Kamandi. Hoy nos toca hablar de un volumen integral editado por ECC titulado Centenario, en el se recopilan una serie de comics (The New Gods special; The Newsboy Legion and The Boy Commandos special; The Sandmand special; Manhunter special; Darkseid special; The Blackracer and Shilo Norman special) aparecidos a lo largo de 2017 como celebración del material generado por el señor Kurtzberg para la casa editorial.

Varios de los autores más importantes y algunos de los que le deben la carrera y el estilo al gran Kirby fueron convocados para darle forma a estos especiales.

Shane Davis retoma la bipolaridad de Orion y nos recuerda que todos tenemos nuestra sombra y que debemos abrazarla para poder superar nuestro lado oscuro. Walter Simonson recupera al acuático Seagrin.

Howad Chaykin se instala entre guerras, periodo que sabe manejar con soltura, para recuperar las andanzas de La Legión de Repartidores y El Comando Juvenil, dos grupos de héroes que no necesitaban de trajes coloridos ni parafernalia tecnológica para enfrentar la adversidad. Una celebración del patrioterismo yankee y del nacimiento de la ideología del american way… en cuya construcción también hubo participado nuestro homenajeado.

Dan Jurgens y John Bogdanove, (dibujante que le debe la vida al rey) abren el especial de The Sadman con una historia realmente conmovedora que lo tiene al pequeño Kirby de protagonista, mientras que Steve Orlando y Rick Leonardi saltan unas cuantas décadas adelante para lograr el reencuentro de un desencarnado Kirby con su nieto. (Perdonarán mi sensiblería, pero ya sólo por estas dos historias vale la pena adquirir y conservar este volumen).

Keith Giffen, Dan Didio y Mark Buckingham narran el encuentro entre el asesino Manhunter y el primer Sandman, aquél que estaba acompañado por el pequeño Sandy.

Mientras que Sam Humphries y Steve Rude elaboran, en tan solo seis páginas un hermosísimo homenaje a The Demon, una de las más trascendentes creaciones de Kirby para el universo DC.

Mark Evanier y Scott Kolins son los encargados de hacer resurgir el vaho a opresión de la dictadura de Darkseid para recordarnos que ningún dictador puede tener prisionera a una población por siempre. La cultura y el deseo de libertad terminan alzándose siempre, aunque traten de ser silenciados con toda la fuerza del Estado.

Paul Levitz y Phil Hester recuperan al primer OMAC, ese que nunca debió dejar de ser y Reginald Hudlin elabora, con el arte de Denys Cowan y Ryan Benjamin, un pacto entre hermanos con los dos personajes afroamericanos del panteón de los nuevos dioses, The Black Racer y Shilo Norman, el nuevo Mr Miracle.

El volumen recoge así buena parte de los personajes creados por el titán del noveno arte en una galería de estilos gráficos y narrativos que van desde la emulación de las historias de los años cuarenta hasta las metáforas que en este último lustro vieron la luz siguiendo los pasos del gran maestro.

Sobre El Autor

Artículos Relacionados

Una Respuesta

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Ir a la barra de herramientas