El sistema de vacunación contra el Covid-19, en la Ciudad de Buenos Aires, parece ser organizado por gente sin criterio, o lo que es peor, por mentes perversas. Resulta inexplicable que se le dé prioridad a los veterinarios, mientras se les niega el derecho a los enfermos. Cuál sería el fundamento ético-jurídico que inspira a los funcionarios en la toma de decisiones, cuando generan nichos de privilegios al privatizar funciones indelegables en materia sanitaria, al tiempo que habilitan un sistema de descarte que opera en la ciudad como vía muerta. Son impiadosos.

Insisto, vacunan a los veterinarios, mientras les niegan ese derecho a los enfermos. Y ni se molestan en responder oficios, denuncias y reclamos.

Entonces el plan es inequívoco, el mensaje es feroz. Los órganos de raigambre constitucional: la Defensoría del Pueblo, la Dirección de Atención Ciudadana y Documentación del Senado de la Nación, la Dirección de Orientación al Habitante, La Defensoría N°1 del Ministerio Público, se declaran incompetentes frente al Ejecutivo local, limitándose a lamentar la situación, cumpliendo con enviarle al gobierno meras expresiones de deseos; demostrando un temor reverencial frente al jefe de la ciudad. Son todos trámites burocráticos, llamadas cruzadas interminables para, finalmente, consentir la irracionalidad.

Así la democracia es el crimen perfecto y , el contexto social, un complot orientado a liquidar a los pacientes oncológicos, a los diabéticos, a los cardíacos, a los que padecen insuficiencias respiratorias, etc.

Esto sucede en la gran ciudad; en la ciudad ausente en la que la muerte es, y cubre, el rostro acabado de lo contemporáneo.

Sobre El Autor

Ex funcionario de carrera en la Biblioteca del Congreso de la Nación. Desempeñó el cargo de Jefe de Difusión entre 1988 y 1995. Se retiró computando veinticinco años de antigüedad, en octubre de 2000, habiendo ejercido desde 1995 la función de Jefe del Departamento de Técnica Legislativa y Jurisprudencia Parlamentaria. Fue delegado de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) - Responsable del Área Profesionales- en el Poder Legislativo Nacional. Abogado egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.B.A. Asesor de promotores culturales. Ensayista. Expositor en Jornadas y Encuentros de interés cultural. Integró el Programa de Literatura de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Se desempeña en el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq. Es secretario de Redacción de Evaristo Cultural, revista de arte y cultura que cuenta con auspicio institucional de la Biblioteca Nacional (M.M.)

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