Distraídos conversábamos cuando nuestra hermana puso sobre la mesa de té, la cabeza de nuestro perrito. Creyendo soñar, vi esa cabeza raída y cercenada en el comienzo del cuello, rota, sin sangre, secos por completo los bordes de la separación.

Me pareció que me miraba con ojos tristes.

Preguntamos a mi hermanita qué había pasado. Ella dijo que encontró el cuerpo junto a la verja de hierro de filosas aristas y la cabeza a alguna distancia en la acera… El pobre perrito, sin duda, había sacado la cabeza para mirar el codiciado mundo externo y alguien subió con su vehículo y lo decapitó.

Corrí hasta la verja, levanté el cuerpo, lo llevé hasta la mesa de té y para evitar a mi alma la visión sangrienta de las cavidades donde están los hilos que movían un ser tan afectuoso, junté la cabeza con el cuerpo, dando a ésta varias vueltas, como si la tornillase.

Luego le puse tafetán engomado, unos cartones como sostén y até un pañuelo encima.

En mi anhelo de ver su vida, lo empujé. Dio con todo el costado en el suelo. Después inició un movimiento renqueando y dando tumbos y en cierto momento en que cayó en uno de los pequeños estanques del jardín se dejó estar con riesgo de ahogarse.

Lo saqué y continuó su vida confusa, andando en círculo, sin sacudirse el agua.  Al fin caminó arrastrándose y, antes de detenerse para siempre, me lamió la mano.

Mi hermano y algunos chicos lloraban.

Sobre El Autor

La obra de Santiago Dabove (Morón, 1889 / Buenos Aires, 1952) permaneció, hasta 1961, dispersa y casi inédita. Ese año, como homenaje póstumo, apareció La muerte y su traje, una selección de sus más significativos relatos y poemas. En casi todos ellos predomina una concepción nihilista y desesperanzada de la vida que se advierte en su preferencia por motivos macabros y sobrenaturales. Ya en 1940 Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo lo habían incluido en su Antología de la literatura fantástica con su notable cuento "Ser polvo" que ahora reproducimos. "Alguna vez —ha dicho Jorge Calvetti— debió de haberse asomado a ese bisel azul e inteligente del mundo donde la realidad es doble y la materia entrega su ola última, restallando, como los látigos. Seguramente por eso pudo percibir lo que no todos hemos visto; por eso denotaba la inquietud, el inconformismo y la tristeza que sólo puede mostrar un hombre que ha perdido la esencia de sus días." Metamorfosis, viajes por el tiempo, increíbles experimentaciones científicas donde lo imaginario se ajusta al razonamiento lógico, se suceden en su libro hasta crear una atmósfera a un mismo tiempo alucinante y poética.

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