El Enuma elish – “cuando arriba”- conocido como el poema babilónico de la creación, fue redactado en lengua acadia y escrito en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Se cree que su fecha de redacción oscila entre los siglos XVII y XVI AC, luego de la dominación Babilónica a las ciudades sumerias de la Mesopotamia meridional. A continuación ofrecemos, como apéndice ilustrativo a la nota de Darío Seb Durban, la traducción de las tablillas IV- VI en la versión castellana de Luis Astey V., publicada por Ediciones Sierra Madre, Monterrey, México en 1971.

TABLILLA IV

Levantaron para él un trono de príncipe.

Dando el rostro a sus padres, se sentó para la dominación.

«Tú eres el más merecedor de honra entre los grandes dioses;

tu destino es sin par, tu mandamiento es Anu.

(5)  Tú, Marduk, eres el más merecedor de honra

entre los grandes dioses;

tu destino es sin par, tu mandamiento es Anu.

Desde este día, inalterable será lo que tú pronuncies.

Encumbrar o abatir, esto estará (en) tu mano.

Tu vociferación se volverá verdadera,

tu mandamiento no será impugnado.

(10)  Ninguno entre los dioses transgredirá tus confines.

Siendo así que el decoro es necesario

para las sedes de los grandes dioses,

que las residencias de sus sagrarios

estén para siempre en tu residencia.[1]

Oh Marduk, tú eres ciertamente nuestro vengador,

a ti hemos otorgado la soberanía sobre el universo entero.

(15)  Cuando te sientes en la asamblea, tu palabra será suma.

Tus armas no te harán defecto; aplastarán a tus enemigos.

Oh Señor, la vida de aquél que en ti confía, preserva;

mas derrama la vida del dios que concibió lo malo».

Habiendo colocado en medio de ellos una imagen,

(20)  por sí mismos se dirigieron a Marduk, su primogénito:

«Señor, verdaderamente tu destino es el primero entre los dioses,

di sólo de destruir o de construir, y ello será.

Abre tu boca, se desvanecerá la imagen;

habla de nuevo, y la imagen estará toda».

(25)  A la palabra de su boca, la imagen se desvaneció;

habló de nuevo, y la imagen quedó restaurada.[2]

Cuando los dioses vieron lo que hubo salido de su boca,

se llenaron de júbilo y rindieron homenaje: «Marduk es rey».

Le confirieron cetro y trono y vestidura regia;

(30)    le dieron armas inigualables, que apartan a los enemigos:

«Ve y extirpa la vida de Tiamat,

que los vientos se lleven su sangre a lugares irrevelados».

Así destinado el destino de Bel[3], los dioses, sus padres,

hiciéronlo ir por caminos de éxito y de consecución.

(35) Él, construyó un arco, lo marcó como arma suya,

le adjuntó la flecha, le fijó la cuerda de arco.

Levantó su maza, hizo que su mano derecha la empuñase;

arco y aljaba colgó a su costado.

Delante de sí, colocó al relámpago;

(40)  su cuerpo[4] lo llenó con la flama llameante.

Luego hizo una red para en ella envolver a Tiamat.

A los cuatro vientos apostó

de manera que nada de ella pudiera escaparse:

al Viento del Sur, al Viento del Norte,

al Viento del Este, al Viento del Oeste

los hizo que se prendiesen de los costados de la red;

al don de su padre Anu.[5]

(45)  Produjo a Imhullu, el Mal Viento, al Torbellino y al Huracán,

al Cuádruple Viento, al Séptuple Viento,

al Viento de Ruina, al Viento sin Igual.
Hizo salir a los vientos que había producido, a los siete de ellos;
para remover las entrañas de Tiamat,

detrás de él se pusieron en pie.

Luego el Señor, en lo alto la Tromba , su arma poderosa,

(50)  ascendió al carro de las tormentas, irresistible y terrorificador.

Enjaezó (y) unció a él una cuadriga,

el Destructor, el Inexorable, el Arrollador, el Veloz.

Abiertos tenían los labios, sus dientes llevaban veneno[6];

eran versados en devastamiento, expertos en exterminación.

(55)  A su derecha puso al Contundente, espantoso en la batalla,
a su izquierda al Combate,

azote de todos los que andan reunidos en bandada.
A modo de cota habíase envuelto en una armadura de terror.
Con su halo espantoso, su cabeza estaba tocada.

El Señor salió y emprendió su marcha;

(60)  hacia Tiamat, enfurecida, enderezó su rostro.

Entre sus labios sostenía un conjuro;
una hierba para destruir veneno llevaba apretada en su mano.

Entonces a sus lados formaron círculos los dioses,

a sus lados formaron círculos,

los dioses, sus padres, formaron círculos a sus lados,

a sus lados los dioses formaron círculos.

(65)  El Señor se aproximó para escudriñar el interior de Tiamat,

de Kingu, su esposo, para percibir el designio.

Observó, y su paso se volvió desconcertado,

su voluntad se dispersó, y sus actos se desordenaron.[7]

Y cuando los dioses, sus auxiliares, que iban a sus lados,

(70) vieron (así) al valiente príncipe, confusa se hizo su visión.

Tiamat emitió un [gri]to, no volvió atrás su cuello;

formulaba en sus labios salvaje desafío:
«Demasiado [impor]tante eres tú

[para que] el señor de los dioses se levante contra ti.

¿Es en su residencia en donde ellos se han reunido

(o) en tu residencia[8]?».

(75)  En ese momento el Señor,

«[Levantan]do la Tromba , su arma poderosa,

[a] la furibunda Tiamat arrojó la siguiente palabra:

«En cuanto a ti, te has elevado, te has enaltecido arrogantemente;

has encargado a tu propio corazón de promover conflicto,

de tal manera que los hijos rechazan a sus propios padres

(80)  en tanto que tú, que los has dado a luz, perjuras el amor.

Has designado a Kingu para esposo tuyo;

el rango de Anu, en derecho no suyo, se lo has conferido.

Contra Anshar, rey de los dioses, procuras lo malo;

[contra] los dioses, mis padres, has afirmado tu malignidad.

(85)  [Aunque] aderezadas se hallen tus fuerzas, ceñidas tus armas,

acércate; que tú y yo nos encontremos en combate singular».

Cuando Tiamat escuchó esto,

quedó como poseída; la razón la abandonó.

Enfurecida, Tiamat gritó agudamente.

(90)  Hasta sus raíces, las piernas le temblaron ambas juntas.

Ella recitó un conjuro, lanzó su encantamiento,

mientras los dioses de la batalla afilaban sus armas.

Entonces trabaron encuentro Tiamat y Marduk,

el más sapiente entre los dioses,

compitieron en combate singular, acerrojados en batalla.

(95)  El Señor desplegó su red para envolverla;

al Mal Viento, que detrás de él venía,

lo desató contra el rostro de ella.

Cuando Tiamat abrió la boca para consumirlo,[9]

él introdujo en ella al Mal Viento,

de modo que ella no cerró los labios.

Al cargar su vientre los vientos impetuosos,

(100)  su cuerpo se expandió, y su boca quedó ampliamente abierta.

El soltó la flecha, ésta desgarró su vientre,

cortó a través de sus entrañas, hendiendo el corazón.

Habiéndola así subyugado, extinguió su vida.

Derribó su cadáver, a fin de ponerse de pie encima de él.

(105)   Después de que hubo muerto a Tiamat, la capitana,

su banda se demolió, se desmenuzó su tropa;

todos los dioses, sus auxiliares, que iban a sus lados,

temblando de terror volvían sus espaldas de un lado para otro,

en orden a salvar y conservar sus vidas.

(110)   Estrechamente cercados, no pudieron escapar.

Los hizo cautivos y aplastó sus armas.

Arrojados dentro de la red, se encontraron a sí mismos atrapados;

colocados en celdas, fueron colmados de lamentación.

Porque llevaban en ellos su furor[10], fueron cogidos prisioneros.

(115)   y a las once hechuras que ella[11] había cargado de terror,

a la banda de demonios

que impe[tuosamente] marchaban delante de ella,

(Marduk) los aherrojó en cadenas,

vigorosamente aprisionó sus miembros.[12]

Por toda su resistencia, (los) arrolló bajo sus pies.

Y a Kingu, que había sido hecho caudillo entre ellos,

(120)   lo ligó y lo entregó en guarda a Uggae[13].

Le quitó las tablillas de los destinos, en derecho no suyas,

(las) selló con su sello, y fijó(las) sobre su pecho.

Después de que hubo vencido y sojuzgado a sus adversarios,

(que), como a un toro,[14]

hubo subyugado al jactancioso enemigo,

(125)   (que) completamente hubo establecido

el triunfo de Anshar sobre el enemigo,

(que) el deseo de Nudimmud hubo ejecutado, el valiente Marduk

reforzó su sujeción sobre los dioses dominados

y retornó a Tiamat, a lo que había vencido.

El Señor pisoteó las piernas de Tiamat;

(130)   con su maza implacable machacó su cráneo.

Cuando las arterias de su sangre hubo cortado,

el Viento del Norte se llevó (esa sangre) a lugares irrevelados.

En viendo esto, sus padres quedaron gozosos y jubilosos,

trajeron regalos de homenaje, de ellos a él.

(135)   Entonces el Señor se detuvo a considerar el cadáver

(y) cómo podría dividir el aborto
y hacer de él obras llenas de arte.
La separó[15], como a un molusco, en dos partes;

la mitad de ella colocó en lo alto y la desplegó como firmamento.

Corrió el pasador y apostó guardias.

(140)   Les encomendó que no permitiesen escapar a sus aguas. [16]

Recorrió los cielos y supervisó las regiones.

Tomó por modelo la morada del Apsu, la mansión de Nudimmud.

Al medir el Señor las dimensiones del Apsu,

la Gran Mansión , su semejanza, estableció como Esharra.[17]

(145)   La gran mansión, Esharra, la que formó, los cielos,

hizo que Anu, Enlil[18] y Ea la ocupasen

(como) residencia suya.[19]

TABLILLA V

Construyó estaciones para los grandes dioses,

las estrellas, semejanzas suyas, sus imágenes, las estableció.

Determinó el año, definió sus límites;

para cada uno de los doce meses, tres estrellas erigió.

(5)    Después de trazar los sectores del año,

instaló la estación de Nebiru[20], para fijar sus ligámenes,[21]

de manera que ninguno pudiere transgredir o aberrar.

dos estaciones de Ea y de Enlil estableció junto a ella.[22]

Abrió puertas en ambos lados,

(10)  reforzó los cerrojos a la izquierda y a la derecha.

En su vientre[23], constituyó las alturas del cielo.

Hizo ser a la tuna, (le) encomendó la noche,

la designó como emblema de la noche, para significar los días:

«Cada mes, sin cesar, forma dibujos con una tiara.

(15)  En el comienzo del mes, al levantarte sobre el país,

resplandece con cuernos, para significar seis días.

En el séptimo día, sé una [media] tiara.

Durante la luna llena, los períodos serán iguales;

dos mitades para cada [mes].

Cuando el Sol [se te una] en la base del cielo,[24]

(20) desvanécete paso a paso y retrograda (en luz).

En el día de tu [oscuridad], aproxímate al curso del Sol,

y de ese modo [el trein]ta igualará al primero,

siendo el segundo (aquél)».

[……………………………………… ] señales que siguen su ruta:

[…………………………] aproxímate y pronuncia juicio.

[……………………………………… ] decisión equivocada.

(26)  [……………………………………… ] a mí[25]».

(45)  Después de encomendar al Sol [los días…………..],

de [trazar] los linderos del día y de la noche,

[recogió………. ] la saliva de Tiamat

y él, Marduk, for[mó………. ] (con ella).

Entretejió nubes, y las hizo manar [agua].

(50)  Suscitar vientos, hacer caer la lluvia, producir frío,

volver vapor la niebla, disponer en estratos su saliva,[26]

(esto) a sí mismo se lo confió, lo puso en su propia mano.

Reclinó la cabeza (de Tiamat), acumuló sobre ella [una montaña],

abrió en ésta una fuente,

de tal modo que un torrente pudiese brotar de ella;

(55)  a través de los ojos hizo fluir al Éufrates y al Tigris.

(Luego) obstruyó los orificios de la nariz, y reprimió las aguas.

Altas [mon]tañas acumuló sobre sus senos

y (en los pezones) taladró fuentes,

para fin de extraer los manantiales.

Dobló hacia atrás su cola, la aseguró al Durmah;[27]

(60)  [ ………………………….] el Apsu bajo sus pies.

[…………………………] su garfio, afirmó el cielo con cuñas.

Abovedado quedó el cielo, la tierra quedó fija.

[……………………. ] hizo que el vientre de Tiamat manase,

[…………………………………] su red, la extrajo completamente.

(65) …………………… cielo y tierra y………………………………..

[…………………] que sus ligámenes permaneciesen fijos.

Después de concluir sus divinos trabajos,
de modelar lo concerniente a su divino ministerio,

instituyó santuarios, hizo que Ea los habitase

Presentó las tablillas de los destinos, que había retirado a Kingu,

(70)  las convirtió en su primera dádiva, hizo don de ellas a Anu.

[A los dioses] que se le habían rendido, que él había dispersado,

[liga]dos los condujo a la presencia de sus padres.

[Y] de las once creaturas que Tiamat había tramado y [………….],

cuyos armamentos habían sido rotos,

de las que había encadenado bajo sus pies,

(75)  modeló las efigies, las colocó a la puerta del Apsu

(diciendo): «Este ha de ser un signo que nunca se olvidará»,

Vieron esto los dioses, y sus ánimos [exultaron];

se alegraron y se regocijaron

Lahmu, Lahamu y todos sus padres.

Hacia él vino Anshar, el rey, proclamando su salutación para él;

(80)  Anu, Enlil y Ea le ofrecieron regalos.

[Con ob]sequios, su madre Damkina hizo que él se regocijase;

[le hizo lle]gar presentes, y su rostro resplandeció.

Y a Usmu[28], que a su morada secreta

(le) llevó los presentes de ella,

le confirió la custodia del Apsu,

el que atendiese los santuarios (de Ea),

(85)  Los Igigi se congregaron, juntos se prosternaron en su presencia;
los Anunnaki, todos ellos, le besaron los pies.

En su totalidad [se reunieron] para rendirle reverencia;

estuvieron de pie [frente] a él,

le tributaron homenaje: «Verdaderamente, éste es el rey»,

Y luego que los dioses, sus padres,

se hubieron saciado de su prestancia,

(90)  […………………………….] el polvo del combate.[29]

(106)   Los dioses, todos ellos, [………………………….]

Ea y Damkina [……………….. ………………].

Abrieron sus bocas, para decir a los grandes dioses, los Igigi:

«Hasta ahora, Marduk

significaba tan sólo hijo nuestro muy amado,[30]

(110)   él es ahora nuestro rey, glorifiquemos su nombre».

[………………..] para hablar, todos juntos dijeron:

«Lugaldimmerankia[31] será su nombre,

en él únicamente confiaremos».

Y cuando hubieron otorgado a Marduk la soberanía,

pronunciaron para él su conjuro de paz y de propiciación:

(115)   «Desde este día, tú serás el custodio de nuestros santuarios;

todo lo que tú dispongas, nosotros lo ejecutaremos».

Marduk abrió su boca para hablar

y a los dioses, sus padres, dirigió la siguiente palabra:

«Por encima del Apsu, en donde habéis estado residiendo,

(120)   por debajo del Esharra, contraparte suya,

que yo mismo he levantado por encima de vosotros,

he endurecido el suelo para una construcción.

Edificaré una habitación, mi más preciosa morada.

Su área sagrada delimitaré dentro de ella.

Instalaré recintos sagrados, estableceré mi soberanía.

(125)   Cuando desde el Apsu hayáis de subir para la asamblea,

ahí estará el lugar de vuestro reposo nocturno,

para recibiros a todos;
cuando desde los cielos hayáis de bajar para la asamblea,
ahí estará el lugar de vuestro reposo nocturno,

para recibiros a todos.
Llamaré su nombre [Babilonia], mansión de los grandes dioses.[32]

(130)   Será edificada con pericia de [maes]tros».

los dioses, sus padres, escucharon esta palabra suya,

y con esta pregunta interrogaron a Marduk, [su primogénito]:

«Sobre todo lo que tus manos han constituido,

¿quién tendrá tu [jurisdicción]?

(135)   Sobre el suelo, que tus manos han constituido,

¿quién tendrá tu [jurisdicción]?

En Babilonia, a la que has nombrado con un nombre propicio,

ahí fundemos nuestra morada para siempre.

[Que los dioses derrotados][33]

nos aporten nuestras porciones cotidianas,

(140)   [que tu] ju[risdicción quede confiada a] nuestras [manos].

Que ninguno [usurpe] nuestros ministerios,

que ya [ejercíamos desde antes].

Ahí […………………. ] su trabajo [……………………….. ].

[A la palabra suya], Marduk se regocijó,

[respondió a es]tos dioses

[acerca de lo que] le habían interrogado.

(145)   El que [ven]ció [a Tiamat] les señaló la luz,

abrió [su boca], señorial fue su palabra:

[«Verdaderamente] sobre ellos [recaerá

el aportaros vuestras porciones cotidianas],

[y mi jurisdicción] ha de quedar confiada a vuestras manos».

Delante de él se prosternaron los dioses, dirigiéndose a él;

(150)   dijeron a Lugaldimmerankia de este mo[do]:

…………………………. «Hasta ahora el Señor (solamente) era hijo [       ],

nuestro rey es ahora, [. . . . . . . . . . . . . .].

Él, cuyo [sacro encanta]miento nos ha hecho vivir.

[él es el señor del ha]lo, del cetro y de la maza.

(155)   [Ea, que conoce] la pericia de todas las maes[trías],

habrá de hacer los planes, y nosotros seremos [los obreros].

TABLILLA VI

Cuando Marduk escucha las palabras de los dioses,

su corazón (lo) apremia a modelar obras llenas de arte.

Abriendo su boca, se dirige a Ea

para compartir el plan que había concebido en su corazón:

( 5)»Anudaré sangre[34], y haré que sea huesos.

Instituiré una especie de ser[35], Hombre será su nombre.

En verdad, construiré a la especie de ser (denominada) Hombre.

Estará encargado del servicio de los dioses;

que ellos puedan estar a gusto.

(Además), los modos de los dioses alteraré con arte:

(10)  aunque igualmente reverenciados,

en dos (grupos) estarán divididos».

Ea le respondió, hablando con él una palabra

a fin de referirle otro designio para el alivio de los dioses:

«Que uno solo de sus hermanos sea entregado;

él solo perecerá para que la humanidad pueda ser modelada.

(15)  Que los grandes dioses se hallen aquí en asamblea;

que el culpable sea entregado,

para que ellos[36] puedan perdurar».

Marduk convocó a los grandes dioses para la asamblea;

ordenando graciosamente, expidió instrucciones.

A su vociferación pusieron cuidado.

(20) El Rey[37] a los Anunnaki dirigió una palabra:

«Si vuestra anterior declaración fue verdadera,

la verdad, bajo juramento, declarad (ahora) delante de mí:

¿Quién fue el que discurrió sublevación

e hizo a Tiamat rebelarse, y entabló batalla?

(25)  Que ése sea entregado, el que discurrió sublevación.

Yo le haré cargar con su culpa. Vosotros podréis habitar en paz».

Los Igigi, los grandes dioses, le replicaron

a Lugaldimmerankia, consejero de los dioses, su señor:

«Kingu fue quien discurrió sublevación

(30)  e hizo a Tiamat rebelarse, y entabló batalla».

Lo ligaron; presentáronlo asido delante de Ea.

Impusieron[38] sobre él su culpa, y cortaron su sangre.

De su sangre, modelaron[39] a la humanidad.

Él[40] le impuso el servicio, y dejó libres a los dioses.

(35)  Después de que Ea, el sapiente, hubo formado a la humanidad,
(que) hubo impuesto sobre ella el servicio de los dioses
-esta obra estaba más allá de toda comprensión

por cuanto que, según el plan lleno de arte de Marduk,

Nudimmud la formó-,
Marduk, rey de los dioses, dividió
(40)  a todos los Anunnaki arriba y abajo.

Asignó a Anu, para que observasen sus instrucciones,

trescientos, (que) en el cielo apostó como guardia.

De la misma manera los modos de la tierra definió.

En el cielo y sobre la tierra, seiscientos (así) estableció.

(45)  Después de que él hubo ordenado todas las instrucciones,
(que) a los Anunnaki de cielo y tierra hubo repartido sus partes,
los Anunnaki abrieron sus bocas

y dijeron a Marduk, señor suyo:

«Ahora, oh Señor, tú que has hecho nuestra liberación,

(50)  ¿cuál será para ti nuestro homenaje?

Construyamos (algo) cuyo nombre será llamado «Sagrario»;

será una cámara para nuestro reposo nocturno;

descansemos en él.[41]

En él erijamos capillas (y) sitiales;

el día en que lleguemos, reposaremos en él[42]».

(55)  Cuando Marduk escuchó esto,

esplendieron brillantemente sus facciones, como el día:

«Edificad Babi[lonia][43], cuya construcción habéis querido;

que su mampostería sea moldeada. La llamaréis «El Santuario».

Los Anunnaki manejaron la azada.

(60)  Durante todo un año moldearon ladrillos.

Cuando llegó el segundo año,

levantaron alto la cúspide del Esangil[44], contraparte del Apsu.

Edificaron la eminente ziqqurat del Apsu,[45]

para Marduk, Enlil (y) Ea erigieron en habitación su templo.[46]

(65)  Majestuosamente, él se sentó en la presencia de ellos. [47]

Hacia los cimientos del Esharra sus cuernos miran.[48]

Luego que hubieron ejecutado la edificación del Esangil,

los Anunnaki a sí mismos se levantaron sagrarios.

Los trescientos Igigi de los cielos

y (los trescientos) del abismo fueron todos congregados

(70)  por el Señor,

en la capilla que habían construido para morada suya.[49]

A los dioses, sus padres, a su banquete (Marduk) sentó:

«Esta es Babilonia, la residencia de vuestro hogar;

divertíos en sus precintos, ocupad sus anchuras[50]».

los grandes dioses ocuparon sus sitiales,

(75)  instalaron la bebida festiva, se sentaron para el banquete.

Después de que se hubieron divertido dentro de él,

(que) en el Esangil, el espléndido, hubieron cumplido los ritos,

(que) los destinos hubieron sido destinados

(y) todos [los] portentos [suyos],

todos los dioses prorratearon

las estaciones de cielo y tierra.[51]

(80) los cin[cuenta] grandes dioses ocuparon sus sitiales.

los siete dioses del destino[52]

instalaron a los trescientos [en el cielo].

Enli1[53] levantó el arco, su arma, y (lo) depositó delante de ellos.

Los dioses, sus padres, vieron la red que había hecho.

Cuando contemplaron el arco, qué habilidosa su forma,

(85)  sus padres alabaron la obra que había obrado.

Levantándolo, Anu habló en la asamblea de los dioses,

mientras besaba el arco: «Esto es mi hijo».

Nombró luego los nombres del arco, como sigue:

«Madero-largo es el primero, el segundo es [………. ];

(90)   su tercer nombre es Constelación del Arco,
en el cielo lo he hecho [brillar»].

(Le) señaló un lugar que los dioses, sus hermanos, [………… ].

Después de que Anu hubo (así) destinado el destino del arco,

que hubo colocado el excelso trono real[54]

por delante de todos los dioses,

Anu se sentó en la asamblea de los dioses.

(95)  Cuando los grandes dioses estuvieron reunidos en asamblea

y hubieron [……….. ] el destino que Marduk había exaltado,

(97)  pronunciaron una imprecación contra ellos mismos,

(99) jurando por agua y aceite

hacer transcurrir sus vidas en peligro[55].

Y al acabar de otorgarle el ejercicio

de la soberanía sobre los dioses,

lo confirmaron en el dominio sobre los dioses de cielo y tierra.

Anshar proclamó (entonces) supremo su nombre Asariluhi[56]:

«Rindamos homenaje humilde al sonido de su nombre;

cuando hable, que los dioses le hagan aprecio,

(105)   que arriba y abajo su vociferación sea suma.

Extraordinariamente enaltecido sea el Hijo, nuestro vengador;

que su soberanía[57] sea sobresaliente, sin conocer rival.

Plázcale apacentar a los de la cabeza negra[58], sus creaturas;
que hasta el fin de sus días, sin negligencia,

ellos aclamen sus caminos.

(110)   Plázcale instituir para sus padres

las grandes ofrendas de alimentos;

sus sustentos les proporcionarán, atenderán a sus santuarios.

Plázcale hacer que sean olidas ofrendas aromáticas,

que éstas hagan que se regocijen sus santuarios;

una semejanza en tierra de lo que ha obrado en el cielo.

Plázcale ordenar a los de la cabeza negra que les tengan temor;

(115)  que los vasallos tengan siempre en la mente a su dios

y que, a la palabra suya, hagan aprecio de la diosa.

Que ofrendas de alimentos sean llevadas (a) sus dioses y diosas;

sin negligencia, que ellos sustenten a sus dioses.

Que mejoren las tierras (de sus dioses),

que edifiquen sus sagrarios;

(120)   que los de la cabeza negra esperen en sus dioses.
En cuanto a nosotros,

cualquiera que sea el nombre con que lo llamemos,

él es nuestro dios.

Proclamemos, pues, sus cincuenta nombres:

«Aquél cuyos caminos son gloriosos,

cuyos actos de igual manera,

(I) Marduk[59], como Anu, su padre,

lo llamó desde su emersión[60];

(125)   el que provee pastizales y abrevaderos,

enriquece sus pesebres[61];

el que con la Tromba , arma suya, venció a los detractores,

que a los dioses, sus padres, rescató de la calamidad.

Verdaderamente el Niño-Sol de los dioses es él, el radiante[62]:

en su brillante luz caminen ellos para siempre.

(130)   Sobre el pueblo que produjo, que dotó de vi[da],
impusieron![63] el servicio de los dioses;

que éstos pudiesen estar a gusto.

Producción, destrucción, liberación, merced
serán por su mandamiento.

Ellos[64] habrán de levantar sus ojos hacia él.

(II) Marukku en verdad es el dios, productor de todo;

(135)   el que alegra el corazón de los Anunnaki,

pacifica sus [hígados].

(III) Marutukku, en verdad es el refugio del país,

pro[tección] de [su gente],

a él la gente dará alabanza […………………………………………… .].

(IV) Barshakushu[65], se levantó

y tomó posesión de sus riendas[66];

ancho es su corazón, calurosa la disposición de su ánimo.

(140)   (V) Lugaldimmerankia es su nombre

que nosotros proclamamos en nuestra asamblea;

los mandamientos de su boca hemos exaltado

por encima de los dioses, sus padres.

En verdad él es el señor de todos los dioses de cielo y tierra,

el rey ante cuya indignación

los dioses de arriba y abajo se ponen en duelo.

(VI) Nari-Lugaldimmerankia[67] es el nombre de él

a quien hemos llamado preceptor de los dioses;

(145)   el que en el cielo y sobre la tierra

funda sitiales para nosotros en tribulación

y reparte estaciones a los Igigi y a los Anunnaki.

A su nombre, los dioses se estremecerán (y) temblarán en el sitial.

(VII) Asariluhi es el nombre de él

que Anu, su padre, proclamó para él;

él es verdaderamente la luz de los dioses, el potente conductor,

(150)  el que, como los espíritus protectores de los dioses y del país,
en violento combate singular salvó nuestros sitiales en desgracia.

A Asariluhi,

en segundo lugar, lo han llamado (VIII) Namtilaku[68],

el dios que mantiene la vida;

el que restauró a los dioses perdidos

a modo de creaturas propias,

el Señor que revive a los dioses muertos

con su encantamiento puro;

(155)   que destruye a los díscolos enemigos. ¡Alabemos su proeza!

A Asariluhi cuyo nombre fue, en tercer lugar,

llamado (IX) Namru[69],

el brillante dios que ilumina nuestros caminos».

Tres de sus nombres cada uno

han Anshar, lahmu y lahamu proclamado;

hacia los dioses, sus hijos, los vociferaron:

(160)   «Hemos proclamado cada uno tres de sus nombres;

como nosotros, vosotros vociferad sus nombres».

Los dioses se regocijaron e hicieron aprecio de su mandamiento,

mientras en Ubshukinna cambiaban consejos:

«Del heroico Hijo, nuestro vengador,

(165)  de nuestro sostén, exaltaremos los nombres».

Se sentaron en la asamblea para modelar destinos,

todos ellos vociferando sus nombres en el santuario.

[1] Heidel, BG2 36: “y así, en (cada) residencia de sus sagrarios habrá una residencia para ti”.

[2] Con el resultado de las operaciones enunciadas en este pasaje, los dioses han quedado seguros de que verdaderamente residen en Marduk los poderes que habían decidido transferirle y de que pueden, en consecuencia, proclamarlo rey. Para la lectura “imagen” (con el sentido de réplica o duplicado de un objeto que no se determina) en estos vv. 19 y 23-26, ver Landsberger y Wilson, JNES XX 170-71.

[3] “El Señor”. Pero el nombre es diferente de belum, usado en II 102 y otros pasajes.

[4] El cuerpo del relámpago o el suyo propio.

[5] Heidel, BG2 38; cf. I 105-06ª, en donde los cuatro vientos han sido formados por Anu como en previsión de este combate. Speiser, loc. trad.: “adherida a su costado mantuvo la red, don de su padre Anu”.

[6] Según VAT 10898, confirmado por SU 51/58+127. K 3437+Rm 641 y BM 93051 parecen poner: “agudos eran sus dientes, portadores de veneno”. Para la lectura de todo este pasaje 53-62, cf. Gurney, AnSt II 27-28 y AfO XVII 354.

[7] Heidel, BG2 39, interpola en este verso el nombre de Kingu, para leer “En cuanto él (Marduk: ver ibid. n. 81) contempla, (Kingu) es confundido en sus planes; destruida queda su voluntad y sus acciones desordenadas”. Y traslada la idea a la introducción (p.8), en donde explica que la sola presencia de Marduk basta para empavorecer a sus enemigos. El texto, sin embargo, no parece necesitar ninguna modificación. Cf, en particular G. Castelino, “La paura di Marduk”, Revista degli Studi Orientali, XXVIII (1953) 130-42.

[8] Probablemente alusión irónica al reciente enaltecimiento de Marduk, advenedizo a la soberanía, y a las circunstancias en que ésta fue solicitada y conferida, tal como se desprenden de II 120-29 y III 129-fin.

[9] A Marduk.

[10] De Marduk.

[11] Tiamat.

[12] La terminación de este verso según SU 52/60; cf. Gurney, AfO XVII 354.

[13] “Muerte” o “dios muerto”. Cf. Tallqvist, AG 477 y Dhorme, RBA 38-44.

[14] Heidel, BG2 42.

[15] A Tiamat.

[16] Las aguas que la mitad superior  del cuerpo de Tiamat, en cuanto es el mar, ha llevado consigo al ser desplegada en lo alto, y que ahora constituyen un océano arriba de la tierra.

[17] “Casa del Universo”; nombre del templo de Enlil (ver la nota siguiente) en la ciudad de Nippur.

[18] “Señor Tormenta”. Dios de la atmósfera y de la tierra superficial, primado del panteón sumerio. La muy limitada participación del dios en el  EE – en VII 135-36 se relata su intervención más importante- puede deberse a que es precisamente su propia calidad de rey del mundo la que Marduk se está apropiando y ejerciendo. Acerca de Enlil, cf. Dhorme, RBA 26-31 y Tallqvist. AG 295-303.

[19] La lectura de estos dos versos según Landsberger y Wilson, JNES XX 172-74. Y véase así mismo Labat, Origines 208.

[20] Probablemente la Estrella Polar. Ver la argumentación de B. Landsberger en Landsberger y Wilson, JNES XX 172-74.

[21] De los astros, imágenes de los dioses. Pasaje a comparar con VII 126-30.

[22] Junto a la estrella Nebiru. K 13774: “las estaciones de Anu y de Enlil”.

[23] De Tiamat, con cuya mitad superior había sido construido el firmamento; cf. IV 137-38.

[24] El horizonte.

[25] Las líneas 27-44 parecen haberse referido al Sol, como tal vez también los vv. 23-26. Para lo que se conserva de aquéllas, que no permite traducción continua, ver Landsberger y Wilson, JNES XX 158-59.

[26] De Tiamat. Los posesivos en los vv. 57 y 59 se refieren asimismo a ella.

[27] Véase después la nota 164.

[28] Mensajero de Ea. Ver M. Jastrow, Die Religion Babyloniens und Assyriens, I (Huyesen, 1905) 347.

[29] Para lo que se conserva de  los vv. 91-105, que tampoco permite traducción consecuente, ver Landsberger y Wilson, JNES XX 162-64. El v. 98 parece haber sido igual a IV 38.

[30] El nombre Marduk complica la significación “hijo”. Véase antes la nota 24.

[31] “Rey de los dioses de cielo y tierra”. El título será glosado como integrante del himno a los cincuenta nombres de Marduk en VI 140-43.

[32] El nombre Babilonia significa “puerta del dios”.

[33] Para el valor de esta integración, ver Landsberger y Wilson, JNES XX 178-79.

[34] El trabajo que anuncia el dios parece estar pensado no sobre la sangre ya derramada sino sobre el conjunto de venas y arterias apenas tronchadas y desprendidas que, con apariencia de cuerdas, la limitan y le dan forma dentro del cuerpo.

[35] Labat, Origines 207. Y cf. B. Landsberger, “Habiru und Lulahhu”, Kleinasiatische Forschungen, I (1929) 321-34, y Landsberger y Wilson, JNES XX 179.

[36] Los demás dioses que estuvieron en las huestes de Tiamat; cf. II 14 y duplicados.

[37] Marduk.

[38] Ea y Marduk.

[39] Así el fragmento K sin numeración, publicado por E. F. Weidner, AfO XI (1936-37) 72-74. Pero tanto Kish 1926 373+374 como VAT 9676 ponen “modeló”, casi seguramente referido a Ea. Y cf. además VII 29 y 90. Todo esto parece querer decir que han quedado en el EE las huellas de tres tradiciones diferentes, no sintetizadas por completo, dos de las cuales se manifiestan en este mismo pasaje. De acuerdo con la que ofrece la apariencia de mayor antigüedad (vv. 31 y 34-38 más el singular en 32-33, todo ello preparado por los vv. 2-26, en los que, sin embargo, también es necesaria la presencia activa de Ea), Marduk sólo interviene en la obra de crear al hombre en cuanto propone un plan que, una vez modificado por Ea y vuelto posible mediante el poder de deidad suma que el propio Marduk acaba de consolidar para sí como vencedor de Tiamat, es ejecutado íntegramente por el más antiguo de los dos dioses. Conforme a la segunda tradición, posiblemente más reciente y con seguridad de tendencia más sincretizadora, representada en este caso por los plurales en los vv. 32 y 33, el acto mismo de la creación del hombre se da como operación mancomunada de Ea y Marduk. En tanto que según la tercera, de carácter claramente usurpatorio, Marduk se ha sustituido ya completamente a Ea en la función de creador de la humanidad. Esta tradición es la que asoma en los versos de la séptima tabilla que más arriba han sido citados, y que pertenecen los dos al himno de los cincuenta nombres. Sistemáticamente se han preferido para la traducción de todos los lugares a que esta nota se refiere, las variantes que hacen posible presentar las constancias que las tradiciones descritas han dejado en el poema.

[40] Ea, según el v. 36. Cf. sin embargo la nota 129.

[41] Los vv. 51-52 según Heidel, BG2 48.

[42] Para la lectura de estos vv. 53-54, véase Landsberger y Wilson, JNES XX 177.

[43] Así SU 52/60; cf. Gurney, AfO XVII 354. VAT 9676 tiene un primer hemistiquio que von Soden, ZA XLVII 4, integra: “Como la ex[celsa] Babilonia”, y al que Speiser, loc. trad., añade un genitivo: “Como la de la ex[celsa] Babilonia”. En realidad, el “como” hace dificultad para el sentido, y parecería tratarse de una variante errónea. Por otra parte, tanto el ambiente general de toda esta última parte del poema como la comparación con lo que en I 71-72 y en IV 142-46 ocurrió para el Apsu y para el Esharra, están indicando que la Babilonia a que ahora esta línea y después el v. 72 hacen referencia, no es la ciudad terrenal, sino el modelo mítico de que ella es réplica. Con la lección de VAT 9676, Heidel, BG2 48, entiende de otra manera estos dos vv. 56-57: “[Así] ha de ser Babilonia, cuya construcción habéis querido; / que su mampostería sea moldeada, y llamad(la) Santuario”. Y cf. ahora Landsberger y Wilson, JNES XX 177.

[44] El Esangil es el santuario de Marduk en Babilonia, dentro de cuyo recinto queda comprendida la ziqqurat o torre de pisos Etemenanki, “casa de los cimientos del cielo y de la tierra”. Los dioses construyen ahora los arquetipos celestes de ambos edificios. En “Word plays on the Creation Epic’s version of the founding of Babylon”, Orientalia, XXV (1956) 317-23, Speiser ha propuesto otra traducción para este v.62: “Levantaron alto hacia el cielo la cabeza del Esangil”.

[45] Del Esangil, que en este verso está siendo identificado con el Apsu.

[46] Así VAT 9676. SU 52/60: “para [……..] y para Anu”.

[47] Labat, PBC 149: “Con admiración, (Marduk) vino a sentarse delante de ellos”. Heidel, BG2 48: “Delante de ellos, él (Marduk) se sentó en solemnidad”. Furlani, MBA 63: “Majestuosamente delante de ellos (la) hicieron surgir”. Speiser, loc. trad.: “De solemnidad, en sus presencias él (Marduk) la plenificó”.

[48] Los pináculos de ladrillo o de bronce que remataban el templo o la torre de pisos. La lectura de todo este pasaje 61-66, según Landsberger y Wilson, JNES XX 177. Y cf. además W. L. Moran, “A new fragment of din.tir.ki=babilu and Enuma elis VI 61- 66” , Oriens antiquus (=Studia Biblica et Orientalia, III; Roma, 1959) 262-65.

[49] Para la integración de estos dos versos 69 y 70 mediante SU 52/60, cf. Gurney, AfO XVII 355.

[50] SU 52/60: “procuraos regocijo”; cf. Gurney, ibid.

[51] Furlani, MBA 63, lee de otro modo los vv. 76-81: “Después de haberse abandonado en ella (Babilonia) a la alegría / y de haber bebido cerveza en el Esangil durante el banquete, / fueron establecidas leyes, fueron determinadas determinaciones. / Las estaciones del cielo y de la tierra distribuyeron los dioses, todas ellas. / Los grandes dioses, cincuenta su número, tomaron asiento; / los dioses de los destinos, siete su número, fijaron las decisiones”. La misma versión se halla previamente en Labat, PBC 151.

[52] Los dioses de los cinco planetas cercanos, de la Luna y del Sol.

[53] Así VAT 9676. SU 52/60: “el Señor”; cf. Gurney, AfO XVII 355.

[54] Posiblemente el trono en que Marduk fue proclamado rey de los dioses; cf. IV 1 y 29.

[55]¿Poner en peligro sus vidas en defensa de Marduk?

[56] Dios de la magia, hijo de Ea, probablemente su original primogénito. De haber sido así, la identificación de Marduk con Asariluhi habría constituídoel medio para vincular íntimamente al dios de la ciudadde Babilonia con una de las deidades cósmicas supremas.

[57] O “supremo sacerdocio”

[58] Los hombres

[59] Con el nombre original de Marduk se inician los cincuenta que constituyen la armadura del himno. Ese y veintiocho nombres más, del II al XXIX, aparecen agrupados en series de dos a cinco elementos cada una, asociados con mayor o menor consistencia a diversos conceptos generales: jefatura, victoria, vida, fecundidad y pureza ritual, principalmente. En tanto que entre los veintiún nombres restantes, en cuyo número se hallan comprendidos los de las deidades más importantes que el himno asimila a Marduk, no parece poder reconocerse ninguna conexión análoga. Unos y otros nombres, por otra parte, han sido casi todos trabajados mediante una técnica de composición según la cuál las sílabas que los integran quedan desprendidas unas de otras y libres para comportarse de acuerdo con su propia virtud de evocación con respecto a otros elementos en los dos idiomas, el sumerio y el acadio, que fonéticamente les son afines, y de este modo han producido la materia verbal con que se hallan elaborados los pasajes que los comentan.

[60] Con el sentido de nacimiento o momento de surgir de las aguas del Apsu.

[61] De los dioses.

[62] Verdaderamente en hijo del Sol es él, el más radiante ente los dioses.

[63] Ea y Marduk.

[64] Los hombres.

[65] El que descansa en alto sitial.

[66] Del mismo país.

[67] Protector, rey de los dioses de cielo y tierra.

[68] Dios de la vida pura.

[69] Dios puro o dios limpio con el sentido de santidad ritual. Pero la palabra namru puede también significar “conjuro”.

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