Sentado a la ventana, de espaldas a la luz:
el viento arremolina los copos en las sombras.
En la noche abismada, la aldea silenciosa;
graznando en la nevada, un ganso rezagado.
LA CÍTARA
He posado la cítara en la mesa sinuosa
y me he sentado lánguido, la emoción contenida.
¿Para qué molestarme en tañer más cuerdas,
si vibran por sí solas al soplo de la brisa?
LLUVIA NOCTURNA
Un grillo temprano canta y luego calla,
la vela agotada se apaga y se aviva.
Tras la ventana, anunciando la lluvia,
suena la primera gota en el banano.