La Ruta de la Seda despierta hoy en día la fascinación de turistas de ambos hemisferios. Mientras los románticos occidentales se embarcan a seguir las huellas de Marco Polo, los japoneses, por ejemplo, visitan los asentamientos que fueron testigos del paso de los primeros bikkhus budistas en su camino a Japón. Un camino lleno de aventuras y misticismo, miles de personas lo recorren desde que China reconoció su potencial y abrió sus puertas al turismo mundial a fines de la década del setenta. Curiosidades y monumentos fueron restaurados y excavaciones arqueológicas desenterraron partes de un pasado muy transitado. Tal es, en la actualidad, la Ruta de la Seda. ¿Pero qué significó este camino en la antigüedad, durante su época de auge? El presente artículo vuelve sobre los pasos del tiempo para explicarnos cómo nacieron las grandes rutas comerciales entre Oriente y Occidente, y cuál fue su participación en el encuentro y la difusión de culturas tan distintas.
LA HISTORIA
El término Ruta de la Seda fue utilizado por primera vez en 1877 por el Barón Ferdinand Von Richthofen[i], un viajero, geógrafo y científico alemán que vivió entre los años 1833 y 1905. El nombre de la Ruta fue acuñado en honor a la seda, uno de los productos más exportados desde China, que la comienza a producir hacia el 3000 a.C.
Es importante aclarar que la Ruta de la Seda no se refiere a una sola vía, sino a varias conexiones de rutas que se dirigían tanto al Este como al Oeste (uniendo el Mar Mediterráneo con Extremo Oriente), que presentaban desviaciones hacia el sur de Irán, el norte de la estepa euroasiática, y llegaban hasta el subcontinente indio.
Entre los años 500 a.C. y 1500 d.C. este conjunto de rutas fue el camino obligado para transportar productos y conocimiento entre Europa, Medio Oriente, India y el extremo Este de Asia.
Una de las causas que propiciaron la apertura de rutas comerciales desde China hacia el oeste fue la gran expansión que sufrió el reino Han durante el reinado del emperador Wu-ti (141-87 a.C.), que prácticamente se duplicó. El emperador reaccionó a las amenazas a las fronteras con la conquista de las regiones enemigas. Sus ejércitos marcharon hacia el norte, el sur y el oeste, y anexaron gran cantidad de estados. La victoria sobre los Hsiung-nu[ii]le dio al Imperio Chino el control sobre Asia Central. Las tropas de Wu-ti tomaron el Pamir y Ferghana (actual Uzbekistán).
Pero mientras el este, gracias a las anexiones chinas de territorio, se encontraba en una situación de relativa seguridad, el oeste aún era un campo de batalla a pacificar. Las largas disputas entre Roma y los Partos pudieron ser apaciguadas mediante la embajada enviada por Augusto, y se consiguió cerrar una paz precaria.
Por primera vez, la pax permitió que las rutas comerciales entre oriente y occidente fueran seguras para los viajeros y comerciantes. Si bien algunas fuentes señalan el inicio del comercio entre China y el Oeste desde tiempos remotos, es recién en este período que el comercio se desarrolló de forma tal que inundó la capital de los Han con productos suntuarios de occidente.
Este comercio intensivo que afloró en la zona obligó a domesticar los camellos de Bactria y Arabia, indispensables para atravesar los desiertos. En cuestión de pocos años, los mercaderes chinos se embarcaron en el dificultoso viaje hacia el oeste a través de lo que se llamaría el corredor de Gansu, también conocido como el corredor Hexi.
El corredor de Gansu, emplazado entre las montañas Qilian, es el pasaje más importante que conecta a China con Asia Central y permitía en aquellas épocas el acceso a Persia. El mismo es muy estrecho y de una extensión aproximada de 1000 km. Como bien se puede observar en el mapa adjunto, la Ruta de la Seda se bifurcaba en ciertas partes de su recorrido, sin embargo el corredor de Gansu no ofrecía estas alternativas, siendo paso obligado para el comerciante.
La manera más prudente para sobrevivir a un viaje tan largo era unirse a una caravana. En la antigüedad, viajar era muy costoso, y sobre todo, peligroso. Los asentamientos de paso se encontraban alejados unos de otros, y en el camino el viajero era blanco fácil de asaltos y hostilidades. Por esta razón las caravanas seguían las rutas establecidas y, en ocasiones, hasta eran escoltadas por militares en las zonas donde se encontraban especialmente expuestas.
Varias veces a lo largo del tiempo se sucedieron batallas internas en distintas regiones por el control de su respectivo tramo de Ruta, ya que los gobiernos locales podían libre y legalmente imponer impuestos al viajero, convirtiéndose este sistema en una gran fuente de ingresos.
Sin embargo, no todos los viajeros de la Ruta eran comerciantes. Mucha gente se unía a caravanas por motivos diversos, desde la mera curiosidad por conocer el mundo hasta misiones diplomáticas. Un número importante de personas viajaban en peregrinajes religiosos. Más tarde, misioneros de distintas religiones utilizarían la Ruta para llevar sus respectivos evangelios a toda Asia.
Los primeros fueron los budistas, luego los cristianos y maniqueos, y finalmente los musulmanes sufíes. De esta manera fue apareciendo un fenómeno de conversión por asociación voluntaria. Sucedía en las áreas más remotas, que los comerciantes eran vistos como la conexión hacia el mundo exterior, un mundo considerado más civilizado y moderno. Por esa razón, cualquier persona que adoptara la cultura que trajera consigo el comerciante gozaba de un mayor prestigio al estar conectado con el mundo exterior.
En este sentido, la Ruta de la Seda fue clave para la difusión de cultura. Esta difusión ya había comenzado a través de los comerciantes, que no eran sólo hombres de negocios ocupados por comprar y vender. Socializaban e interactuaban en forma constante, tomando sus impresiones de aquello que la Ruta les brindaba, y llevándolas consigo de vuelta a su hogar.
A lo largo de la Ruta podemos rastrear las zonas de influencia de las distintas religiones que, ayudadas por los viajeros y misioneros, lograron diseminarse con éxito. Es así como el Judaísmo, el Zoroastrismo, el Budismo, el Cristianismo, el Maniqueísmo, el Nestorianismo, el Islam y los cultos locales antiguos, fueron también actores principales en las intensas travesías llevadas a cabo en la Ruta.
{mosimage}
LA RELIGIÓNLas Religiones Antiguas en la Zona Irania
Las diversas tribus iranias dominaban la parte occidental de la estepa euroasiática, así como los pueblos altaicos lo hacían el Este. Estas culturas eran nómades y semi-nómades, las cuales, al desarrollarse la urbanización, entablaron tratos con las comunidades pastoriles. Mucha de la historia de Asia Central está definida por las relaciones entre pueblos nómadas y sedentarios, relaciones que muchas veces alcanzaron un rango hostil.
La forma religiosa más antigua entre estas comunidades se manifestaba a través de rituales diarios, como la preparación para la caza o los ritos funerarios. Esto se conoce por los restos arqueológicos encontrados. Los enterratorios también dan evidencia de sacrificios de animales, en especial del caballo, pero también perros y bueyes. Las tumbas tenían cubiertas de madera sostenidas por postes, algo descrito en el Rig Veda[iii]. Esto ya demuestra un paralelo con la cultura hindú. La luna solía equipararse también con la imagen de un toro celestial. Se realizaba además un festival de año nuevo que se llamaba Naw ruz (“nuevo día”), en el equinoccio de primavera. Entre las divinidades populares de Asia Central estaba Baga, un dios asociado con el vino y el matrimonio, y Nanai, equivalente a Anahita o Venus.
Los Sakas o Escitas, antiguo pueblo indoeuropeo, creían además que los implementos que utilizaban para la agricultura (como por ejemplo el arado o la lanza) eran regalos divinos. Tenían el culto al caballo, ya que creían que este animal era el nexo entre los distintos planos. Por eso también se lo encuentra representado en el arte Saka. También rendían culto al fuego. La diosa Saka suprema se llamaba Tabiti, quien era identificada con el Sol.
Otro dato de importancia es que la actividad religiosa en el mundo iranio básicamente se centraba en el culto a un héroe mítico conocido por leyendas entre los pueblos. Este héroe no es un personaje histórico ni determinado, sino simplemente un arquetipo.
Se menciona que los Hsiung-Nu hacían sacrificios en honor a sus ancestros y para los dioses del cielo y de la tierra. Consultaban el oráculo a las estrellas y a la luna.
Hay referencias sobre los funerales de tribus turcas donde las personas de luto se laceraban el rostro, sacrificando además caballos y sirvientes.
Las tribus altaicas identificaban a Tengri, dios del Cielo, como su dios supremo. Es interesante saber que hoy en día su nombre sobrevive como un sinónimo de Allah para los turcos islámicos.
Zoroastrismo
Alrededor del año 1200 a.C. hizo su aparición entre los pastores iranios de Asia Central Zaratustra o Zoroastro. Este reformador se oponía a ciertas tendencias de la época como el sacrificio del toro y el ritual de la bebida haoma o soma, bebida embriagante que provocaba alteraciones en los estados de conciencia.
Zoroastro también aseguraba que existía un sólo dios al que se le debía rendir culto: Ahura Mazda (“Señor de la Sabiduría”). Clasificaba al resto de los dioses iranios como demonios a los que no se debía adorar. El líder de estos demonios era identificado con el nombre de Ahriman.
Por esta diferenciación radical entre el bien y el mal, la religión fue calificada como “dualista”. Algunas de las composiciones zoroastrianas se preservan en su libro sagrado, el Avesta, dentro del cual se hallan los Gathas, textos que según cuenta la tradición fueron escritos por el mismo Zoroastro. Son himnos en un dialecto iranio muy antiguo.
Según algunos eruditos, muchas comunidades iranias consideraron al sol como la forma visible de Ahura Mazda.
El Encuentro entre la Religión Irania y Judía
En el año 587 a.C. los babilonios invadieron Jerusalén y destruyeron su Templo (epicentro físico de la religión judía), y deportaron al pueblo israelí a la zona de Mesopotamia para que trabajaran como esclavos.
En el 559 a.C. la armada persa liderada por Ciro el Grande, conquistó Babilonia y liberó a varios pueblos dominados, permitiéndoles volver a su tierra. Pero algunos judíos decidieron permanecer en Babilonia. De éstos, varios se localizaron en la región ubicada al este de la zona irania y fundaron comunidades judías que sobreviven hasta el día de hoy. Aún así, no parece haber evidencia concreta de presencia judía en Asia Central antes de los aqueménidas.
Los judíos, separados por lo sucedido anteriormente, tendían a comercializar con sus compatriotas y parientes dispersos en la zona. Probablemente también formaron parte del comercio de seda con China, según fuentes romanas. Participaron también del comercio entre los partos y romanos, ayudados seguramente por la necesidad de comunicarse con las comunidades judías que se encontraban emplazadas en aquellas regiones.
Según las fuentes consultadas, ideas escatológicas tales como los últimos días, el día del Juicio Final, la creencia en un Mesías, etc, son conceptos que el Judaísmo podría haber tomado de los persas. La visión de un paraíso celestial (que en persa se conoce como piara daeza) y un infierno de castigos para los pecadores, también se encuentran en la religión irania. Las fuentes sugieren que la religión judía no adscribía a este tipo de concepciones antes del período babilónico.
Los iranios creían que los tiempos terminarían en un evento apocalíptico, y las escrituras apocalípticas de la tradición judía aparecen en el contexto de la cautividad en Babilonia y después del mismo. Existe la posibilidad de que el mundo Mediterráneo tome sus concepciones escatológicas del contacto que tuvo con comunidades judías del Irán.
Entonces, al parecer, Ahriman, polarización de lo malvado en el zoroastrismo, habría sentado las bases para la creación de la figura del Satanás cristiano y el Iblis musulmán. La figura de los mensajeros o ángeles, y la de los demonios también parecerían provenir de creencias iranias.
Judaísmo
Los comerciantes judíos eran conocidos como Radanitas, palabra de posible origen persa (rah-dan) que significaría “el que conoce el camino”. Poseían un cierto estatus privilegiado que les permitió moverse libremente entre el mundo cristiano y el musulmán. El lugar de origen de estos Radanitas se emplazó en la Galia Romana, con centro en Arles y Marsella.
Traficaban particularmente esclavos, siendo ésta actividad la que produjo el contacto entre los Radanitas y los Turcos Khazares, al norte de la región del Caspio, un lugar de tránsito. Percibiendo los beneficios comerciales que la posición de los Radanitas ofrecía, la elite Khazar adoptaron finalmente el Judaísmo, aunque el kaghan (autoridad máxima) retuvo la religión chamánica propia de los turcos.
También es cierto que como los judíos eran realmente activos en la zona de la Ruta de la Seda, existían comunidades judaicas viviendo en varias regiones a lo largo de los caminos, las cuales estaban en contacto.
En el Este de China, por otro lado, parecería haberse creado una comunidad judía hacia el final del siglo III a.C., fundada por comerciantes que llegaron al Este de Asia por la Ruta de la Seda.
Budismo
En el siglo IV a.C. vivió en el norte de la India un príncipe de nombre Siddharta Gautama. Fue un reformista espiritual que buscó el Camino del Medioentre una vida materialista y el ascetismo. Al alcanzar la iluminación o nirvana, se lo llamó Buda.
Buda predicó un mensaje basado en las Cuatro Nobles Verdades:
a) El sufrimiento es inherente a la vida.
b) El origen del sufrimiento es el deseo.
c) El sufrimiento puede ser eliminado.
d) Para eliminar el sufrimiento, hay que seguir los Ocho Caminos.
Transitar los Ocho Caminos permitiría alcanzar sabiduría, desarrollar la disciplina mental y la conducta ética. Brevemente, éstos son:
1) Correcta Comprensión
2) Correcto Pensamiento
3) Correcta Palabra
4) Correcta Acción
5) Correcto Medio de Vida
6) Correcto Esfuerzo
7) Correcta Atención
8) Correcta Meditación
Buda formó así una comunidad de seguidores llamada sangha, compuesta por bikkhus y bikkhunis[iv]. Muchos miembros de la sangha, atentos al precepto budista de prestar ayuda a todos los seres y de dar a conocer la verdad, devinieron en misioneros y comenzaron a viajar a través de India para difundir el mensaje de Buda. Éste fue el primer esfuerzo evangelizador a gran escala en la historia de las religiones alrededor del mundo. Dicha actividad se vio intensificada bajo el gobierno del Emperador Ashoka de la dinastía Maurya (cca. 273-232 a.C.), quien se convirtió al budismo arrepentido de las sangrientas campañas militares que había llevado a cabo.
Sin embargo, disensiones intestinas quebraron la unidad del budismo, que se dividió en distintas escuelas. Se realizaron varios concilios para tratar de solucionar los problemas, aunque sólo lograron acentuar las diferencias. Algunas de estas ramas incluyeron la adoración de reliquias de Buda, algo con lo que el mismo Siddharta no habría estado de acuerdo. Éstos adoradores fueron conocidos como Mahasanghikas[v], mientras que los conservadores se llamaron Sthaviras[vi]. Los Mahasangikas creían que prajña[vii] sucedía instantáneamente. Se resistían a innovaciones y a disminuir la importancia del Arhant[viii]. Estas escuelas serían conocidas más tarde como las dos grandes divisiones del budismo actual: la escuela Mahayana y la escuela Theravada.
Los Mahayana eran un movimiento pequeño en un principio, que probablemente comenzó en el noroeste de India o Asia Central durante el siglo I. Los textos de esta escuela fueron seguramente compuestos en Asia Central a través de la Ruta de la Seda. Los partidarios de la escuela Mahayana creían en la elevación del Buda al “supramundo”, y que su muerte fue sólo una mera apariencia. También ponían énfasis en la compasión por el menos afortunado, y que todo está contenido en la naturaleza de Buda. El que llegara a la iluminación se transformaría en Bodhisattva[ix], un estado mayor que el de Arhant. Un Bodhisattva hace votos para salvar a los demás. Aquellos que tuvieran mayor mérito podían transmitirlo a aquellos que deseaban salvar. En esto último diferían especialmente con los practicantes de la escuela Theravada, quienes no hacían votos de salvación.
El primer contacto registrado del budismo con la Ruta de la Seda sucedió cuando Buda aún vivía. Una leyenda cuenta que dos hermanos comerciantes de Bactria (al norte de Afganistán) lo visitaron en la octava semana luego de su iluminación, y se convirtieron en sus discípulos inmediatamente. Los hermanos luego retornaron a Bactria y construyeron templos dedicados a Buda. Sin bien esto es sólo una leyenda, Bactria sí se convirtió en una región mayoritariamente budista, y así lo fue hasta las conquistas musulmanas.
Existe un cuento budista llamado Sussandi-jataka, de un Bodhisattva que se enamora de una mujer casada, por lo que toma la forma de un pájaroGaruda[x] para poder estar cerca de ella. Esta imagen aparece en pinturas budistas y esculturas a través del subcontinente indio, y por toda la Ruta de la Seda a través de China.
Más adelante, las diferencias continuaron acentuándose y se formaron otras escuelas a partir de estas dos primeras, nucleadas en lo que se denominaríanikaya. Las más grandes escuelas nikaya conectadas con las regiones atravesadas por la Ruta de la Seda eran los Dharmaguptakas y los Sarvastivadin. Los seguidores Mahayana no tuvieron un canon. Los monjes se apoyaban en la escuela nikaya de su preferencia.
Los Dharmaguptakas probablemente fueron una de las escuelas más influyentes en la Ruta de la Seda hasta los tiempos del imperio Kushan, a principios de la era cristiana. Escribieron sus textos en prácrito[xi], y éstos fueron transmitidos a China por los misioneros de Asia Central. Una de las creencias de esta escuela era que sólo los obsequios hechos a Buda podrían traer mérito, no los obsequios a la comunidad.
Por otro lado, también se encontraban los Sarvastivadin, cuyo nombre deriva de la frase “sarvam asti” (“todo existe”). Esta escuela señalaba que el pasado, presente y futuro existían simultáneamente, pero, según diversas fuentes, los Sarvastivadin fueron rechazados en el concilio llamado por Ashoka. Los textos de esta escuela fueron escritos en sánscrito.
Toda esta zona bactriana de influencia budista fue dominada por los griegos hasta el año 130 a.C. Desde ya, los dominadores habían traído con ellos a la región los dioses de su panteón. Pero muchos griegos adoptaron las religiones locales, y así de alguna manera se produjo una inculturación de las creencias.
En el 130 a.C. los sakas incursionaron en Bactria, absorbiendo algunas influencias budistas y dejando inscripciones al respecto. Un siglo más tarde, loskushanes tomaron el lugar de los sakas y pasaron a controlar las rutas comerciales que conectaban el subcontinente Indio con la Ruta de la Seda hacia el oeste. Los kushanes acuñaron monedas de varias deidades iranias, indias y budistas, sugiriendo que éstos eran tolerantes con las diversas religiones.
Se construyeron viharas (monasterios) y estupas (monumentos relicarios budistas), y esto ayudó a la difusión del budismo.
Durante este período Buda es representado por primera vez con forma humana, algo que se le atribuye a la influencia griega. Las estatuas y bustos muestran características hindúes y griegas que formaron probablemente la base del arte budista chino desarrollado más tarde.
La representación más popular es la del Buda Maitreya (“el Buda futuro”), quien se ve conectado a otras religiones por ser asociado a la idea de salvador. Hay un personaje con elementos similares en el Zoroastrismo. En el Maniqueísmo, Maitreya se relaciona con Jesús, mientras que también se lo puede equiparar con Mitra, dios persa. Algunas historias sobre la vida de Buda parecen contener además elementos cristianos y judíos, en un intento de los misioneros budistas por presentar su mensaje a través de figuras reconocibles para los fieles de estas religiones.
Las traducciones kushanas de textos budistas no han sobrevivido. Los kushanes cayeron finalmente frente a los Partos, y muchos monasterios perdieron sus tierras a manos de grupos nómades.
Los Partos fueron los nuevos interventores de la Ruta de la Seda. La ciudad de Marv atravesada por la Ruta de la Seda (en el este del Imperio Parto) se convirtió en un gran centro budista a mediados del siglo II a.C.
En el siglo I a.C. la dinastía Han de China tuvo éxito extendiendo su poder hacia el Asia Central. El motivo se decía que era especialmente la obtención de los “caballos celestiales” (los caballos que se encontraban en aquella zona) por ser los mejores. Una vez que los chinos tuvieron controlada el área Este de la Ruta de la Seda, los comerciantes occidentales y otros viajeros tuvieron un mayor acceso a China.
Según las fuentes, el gobernador de la provincia de Ch’u era un observador de los rituales budistas y taoístas. Las primeras menciones sobre un misionero budista que llega a China se refieren a un monje parto que arribó a la ciudad de Loyang en el 148 a.C. Probablemente él fue el primero en organizar la traducción sistemática de los textos budistas al chino. Seguramente también fue el primero en enseñar técnicas de meditación budista a los chinos. Hay evidencias de que la primera conversión masiva al Budismo por la Ruta de la Seda ocurrió en China.
El pueblo oasis de Kucha en el brazo norte de la Ruta de la Seda era otro centro budista desde donde los misioneros viajaban a China. Un monje proveniente de allí se convirtió en el mayor traductor de textos de la escuela Mahayana al chino.
Factores políticos también ayudaban a la expansión de la religión. Algunos emperadores de la dinastía Tang (618-917) tenían un gusto por lo exótico, y el budismo era considerado como tal.
Una vez que la presencia del Budismo en China estaba establecida, la Ruta de la Seda ofreció un conducto natural por el que el budismo chino, más tarde, pudo retroalimentar su influencia al volver al Asia Central.
Otra escuela budista que logró gran difusión gracias a la Ruta de la Seda fue el Budismo de la Tierra Pura, que llegó a China y se propagó a Japón, donde se volvió muy popular, especialmente entre las clases bajas a causa de su mensaje de salvación. El Budismo de Tierra Pura reflejaba un paraíso donde las enseñanzas de Buda prevalecen. Esta tierra paradisíaca recibía el nombre de Sukhavati, la “tierra de las bendiciones”, y era presidida por el Buda de la Luz, Amithaba, quien lidera a sus seguidores hacia la salvación a través de su exceso de mérito adquirido.
También el Tantrismo[xii], comenzó en algún momento alrededor del siglo V o VI como un movimiento en India del este. Combinaba prácticas ascéticas como el yoga, con ofrendas rituales y cánticos y encantaciones mágicas, llamados mantras. Era una escuela teñida por el esoterismo, transmitida secretamente, y en un principio en forma oral, de maestro a discípulo.
Durante el siglo VIII monjes hindúes introdujeron el Tantra en China, pero no pudo competir con sectas como la Tierra Pura, y por ello el Tantrismo no sobrevivió al imperio Tang, aunque el Tibet lo recibió con los brazos abiertos.
Una nueva enseñanza, el Ch’an, indicó que los rituales usuales, los textos y las prácticas budistas eran inútiles. Ofrecía en cambio una iluminación espontánea, que podía conseguirse mediante meditación en base a paradojas. Esta nueva forma de pensamiento se dice que fue instaurada por un monje budista de nombre Bodhidharma en el siglo VI, y es lo que se conoce como Budismo Zen en Japón.
Los monjes budistas instalados en China comenzaron a sentirse incómodos con la idea de aprender su religión a través de intermediarios extranjeros y traducciones de textos hechas por la gente del Asia Central. Por este motivo, monjes chinos comenzaron a viajar a la India para descubrir los orígenes de su fe. También deseaban visitar personalmente los lugares asociados a la vida histórica de Buda, y aspiraban a encontrar maestros budistas con autoridad para enseñar la verdadera doctrina.
Hsüan-tsang se cree que fue el más famoso budista chino de todos los tiempos, ya que luego de pasar tiempo estudiando en el templo desde niño, se vio frustrado ante los errores aparentes en los textos traducidos al chino no directamente del original. Por esa razón viajó a la India para traer consigo copias en sánscrito, siguiendo naturalmente la Ruta de la Seda. Durante los años siguientes, Hsüan-tsang viajó a través del subcontinente visitando sitios budistas, debatiendo con eruditos y recolectando manuscritos. Retornó a China luego de varios años. Además, durante su viaje sirvió de maestro para los budistas de Asia Central.
Continuación
[i]Ferdinand Freiherr von Richthofen (05/05/1833 en Carlsruhe, Alemania – 06/10/1905 en Berlin) fue el fundador de la geomorfología moderna. Acuñó el término Seidenstraße, que se traduce como Ruta de la Seda. http://de.wikipedia.org/wiki/Ferdinand_von_Richthofen [26/09/06]
[ii]Pueblo nómada y ganadero de Asia Central, que se encontraban originalmente emplazados en tierras que hoy forman parte de Mongolia. La mayor parte de la información sobre este pueblo proviene de fuentes chinas (con quienes tenían conflictos permanentes), por lo que suele ser tendenciosa.
[iii]El Rigveda (traduc. aprox: rig «frase, verso» y veda «conocimiento») es una colección de himnos en sánscrito dedicados a los dioses hindúes. Es tomado como el más sagrado de los 4 textos religiosos del Hinduismo, conocidos como los Vedas.
[iv]Monjes y monjas.
[v]Seguidores de la escuela Mahayana, o del Gran Vehículo.
[vi]Escuela de los Ancianos, o escuela Theravada, también llamada despectivamente Hinayana o del Pequeño Vehículo por los partidarios de la escuela Mahayana.
[vii]El producto de la correcta meditación es prajña o pañña, traducido como “conocimiento” o “sabiduría”. Se trata de la captación de las verdades básicas del budismo.
[viii]Este término se aplica a aquellos que han realizado en sí mismos las enseñanzas de Buda, es decir, que han recorrido los Ocho Caminos y han alcanzado la sabiduría y la liberación.
[ix]Bodhisattva significa literalmente «iluminación (‘bodhi’) verdad (‘sattva’)» en sánscrito. Se aplica el término a aquellos que lograron alcanzar la iluminación, pero por su gran compasión, vuelven para ayudar a los demás seres para lograr el mismo objetivo.
[x]En la mitología hindú, Garuda es el nombre de una divinidad menor, criatura con rasgos de pájaro y cuyo amo es el dios Vishnu. El Budismo no niega la existencia de dioses, a quienes denominan devas, de hecho acepta los dioses del Hinduismo. En la mitología budista, los Garuda son enormes pájaros predadores con inteligencia y organización social.
[xi]Grupo de dialectos evolucionados a partir del idioma sánscrito, entre los cuales se encontraba el pali, idioma en que fueron compuestos gran cantidad de textos budistas. El prácrito fue una lengua viva hasta el siglo XII. Después de esto fue absorbida por el indio medio hoy hablado en la India, con todas sus variedades regionales.
[xii]Conocido también como Budismo Vajrayana, o del Vehículo del Diamante, esta escuela surge a raíz de la unión entre el budismo Mahayana y las creencias mágicas del folclore popular del norte de la India. Pero difiere del Mahayana por el gran énfasis que se pone en la acción sacramental.