LEJOS DE El CAIRO.
Pocas posibilidades de salir con vida.
La profundidad del auténtico desierto y el Oasis de Siwa; un lugar poco amigable.El hombre que cumple una orden de traslado para llevar adelante la misión encomendada de cobrar impuestos. Un empleo nunca deseado; un destino impensado, por él, años atrás. La partida; los riesgos de la travesía, la caravana en camino, los camellos; el campamento nocturno. El desierto que sorprende y traiciona; las nubes caracol, las ráfagas de arena. Dunas, piedras y espejismos. Un alud de rocas. Y de la oscuridad más absoluta, al sol radiante. La llegada; las dos tribus históricamente en pugna y el consejo de notables integrado por jeques de ambos clanes.
De Irlanda a El Cairo. La mujer que acompaña a su esposo en esta aventura de ejercer funciones de prefecto-recaudador. El pasado de Mahmud y el de Catherine, antes de conocerse; sus experiencias de vida; sus vínculos familiares, afectivos, amorosos. Entre la vida y el arte de vivir, se cruza un desfiladero de costumbres y creencias. El oasis termina siendo un espacio propicio para arrancarle a cada pasado, al cerrado y al inconcluso, algunos momentos y secretos, en toda búsqueda de una nueva realidad. La distancia decidida. Imágenes del otro. Descubrir a ese otro, y descubrirse. La leyenda del “oasis misterioso”. La lengua del antiguo Egipto.
“La vida surgida entre las garras de la muerte”.
Una fiesta de tambores por la noche en la plaza de arena. Y va creciendo un canto sensual; pasión, deseo, cuerpos y voces en movimiento.
El corazón del oasis; palmeras y manantiales.
El jeque más anciano, de ojos cansados, huele a guerra. Revelaciones, profecías. Polvo y arena; la voz de los necios y de los sabios. El augurio de los cuervos. Misericordia y cólera. Soberbia, rencor y odio; una cadena eterna.
El destino de Malika y el Monte de los muertos.
Hostilidad, hastío, tedio y desidia; la rutina en la pareja. Y Fiona, la hermana de Catherine. Los años de la inocencia; Nima “la morena” y sus historias.
El rezo de los viernes en la gran mezquita y el oratorio en el cuartel.
El templo de la revelación. Los rastros del tesoro. El proyecto de exploración de la esposa del prefecto y la caparazón del pueblo; su silencio. Lo impenetrable.
Catherine invoca al espíritu de Alejandro Magno y éste se expresa desde el mundo de los muertos. Su confesión. La guerra del bien contra el mal; la definitiva. Victoria o muerte. El placer del poder y la gloria. La descripción del más allá. El oráculo de Amón.
La bruja, la viuda, el ángel de la muerte. Los hechiceros convocados para salvar al oasis de la maldición. Las intrigas, los engaños del otro jeque, el occidental, que esperó durante toda su vida el momento oportuno para la venganza; su astucia y su hipocresía. Una reacción inesperada. Entre episodios narrados con inmejorable estilo, Bahaa Taher, nos pone de pié frente a espejismos del desierto y, también, en algún punto, nos ubica frente a espejos que podemos reconocer como propios, aunque compartidos. Las consecuencias del imperialismo británico o de cualquier otro origen. La civilización helenística, su época, se extiende por tres siglos, desde la muerte de Alejandro hasta que se funda el imperio romano y, más aun, se mantuvo vigente en lo cultural, llegando a influir sobre los vencedores y sus costumbres. Inglaterra se esforzó en destruir la cultura egipcia.
Una aproximación a la verdad que palpita anunciando el desenlace.
Por Luis Vives.
Titulo: El oasis
Autor: Bahaa Taher
Traducción: Ignacio Gutiérrez de Terán
Editorial: Turner
320 Páginas