Miré la noche y me perdí

en el movimiento del cielo,

pinté un cuadro

solo con mis pupilas.

Cuando lo vi era diferente,

no se parecía  a la noche

que había visto entre sueños.

Era un cielo irreconocible,

tumultuoso y distante,

cubierto por un telón de estrellas ajenas

que se movían con delicadeza

y parecían bailar.

 

Reiteradas veces

lo volví a pintar,

y cada noche mis ojos

dibujaban un cielo diferente.

Algunos eran oscuros y caóticos,

otros más serenos.

Finalmente comprendí

que mis ojos pintaban cielos diferentes

porque la noche era siempre la misma.

Sobre El Autor

Sofía Leibovich nació en Buenos Aires en 1999. Fue una de los ganadores del concurso literario del Centro Ana Frank 2014 y del concurso de proyectos educativos del Centro Ana Frank. Actualmente cursa quinto año en el Colegio Paideia.

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