POR EL ACOSO DE LAS CIRCUNSTANCIAS
Un hombre de leyes; su núcleo familiar, su entorno laboral y, en el debe y haber de las pasiones, sus obsesiones y carencias. Enlaces inevitables.
El contexto pensado: el propio cuerpo, como caserón vacío, en el que sólo habitan vivencias sumergidas en recuerdos estirados pero, ahora, a lo largo de una libertad intelectual condicionada. Es el pasado encerrado entre los muros del cuerpo. Y, desde afuera, llegan algunas voces que se sienten ajenas, inaudibles, apenas sonidos apagados, vibraciones y pasos que atraviesan ese espacio de la terapia intensiva y esa profundidad emocional. Ahí, todo se siente y oye confusamente.
Es un quiebre en el libre albedrío, en la potencialidad de obrar, o no, de tal manera. Ahora, entre la vida y el sueño, entre la vida y el recuerdo, se trata de registrar, o no, las marcas de las ausencias; la dependencia, la resignación o, en todo caso, la obstinación en querer mandar señales, mientras la muerte agita los fantasmas que hacen su ronda.
Una introspección que descose intrigas y dilemas. Placer y dolor; erotismo, sensualidad, excitación y éxtasis; abandono y vacío. Todo resulta, inevitablemente, de costuras previas. Huellas de actos y gestos pasados. La ausencia de una mujer, la presencia de otra y las capacidades de atracción.
Desde la oscuridad, desde la quietud del cuerpo, desde ese paso cerrado, aparece la memoria como un recurso; como un intento de avanzar hacia la altura de las virtudes, soportando el peso de las penas. Poco antes, otro desafío, el de llegar a alcanzar una verdad, obliga a retroceder como paso previo. Finalmente, un impulso mortal en ese puente que tiene por extremos, de un lado, a la justicia y, del otro, a la venganza.
Odisea del cangrejo -de Fernando López- enfoca la vida de un hombre, entre la de tantos otros, desde una percepción de la acción como propia -o impropia- voluntad. Así, entre lo subjetivo y lo social, entre la memoria y el olvido, el autor deja, muy cerca nuestro, implicaciones éticas, psicológicas y jurídicas. La novela deja picando una lectura política.
Odisea del Cangrejo
Fernando López
El Emporio Ediciones
335 páginas