LA CREATIVIDAD DE UN PSICOANALISTA
En este libro es posible disfrutar, una vez más, de un relato impecable, sencillo y, al mismo tiempo, dotado del rigor teórico al que el doctor Nasio nos tiene acostumbrados. Didáctico, claro, abre con generosidad, como va a decir en este texto, las puertas de su consultorio, para compartir con los lectores el trabajo psicoanalítico que realiza con sus pacientes.
Explica, por ejemplo, el modo en que él logra, con su inconsciente instrumental, penetrar en el fantasma del paciente para luego transmitirle aquello percibido, traducido en una interpretación que lo irá conduciendo hacia la cura; todo ello no sin antes haber realizado tres pasos esenciales como son: la escucha plena, la Identificación endopsìquica y, por último, la interpretación narrativa donde el analista se ha identificado con el personaje principal de la escena fantasmática, todo lo cual, en su momento, se le es comunicado al analizante. Ejemplo representativo de tal técnica es el caso de “el hombre de negro”, que se desarrolla en un capítulo del texto.
Describirá, asimismo, la prosopopeya interpretativa, la Interpretación gestual y la rectificación subjetiva con sus respectivos ejemplos. El doctor Nasio denominará esta inmersión del analista en sí mismo con el término de “zambullida luminosa”, que sólo se logra luego de construir un silencio interior y con el inconsciente templado por la experiencia de los muchos años de labor terapéutica. Dirá, pues, el analista: “Esto es lo que he encontrado de usted en lo más profundo de mí.” Todos estos conceptos, además de ser de una importancia inequívoca y frutos de una fecunda labor, son descriptos cuidadosamente y dan cuenta de las reflexiones y conclusiones de una extensa experiencia clínica.
Sorprende también en este texto de qué manera el doctor Nasio, con una gran ductilidad, puede levantarse de su sillón de psicoanalista y desplazarse frente al paciente, incluyendo su cuerpo en la escena para dar efectividad a una interpretación, y con su actitud mimética o con la prosopopeya, explorar el relato, dotar de presencia y voz, por ejemplo, a la madre muerta de un paciente para desentrañar el contenido fantasmático que traumatizaba a un joven analizante.
La sensibilidad y plasticidad del doctor Nasio lo llevarán a destacar la Interpretación como creación y a considerar al inconsciente del psicoanalista en unión con el del paciente en el ámbito del consultorio, como un nuevo inconsciente producto de esta profunda compenetración.
Un libro excelente tanto para los profesionales jóvenes como para los experimentados y un texto que en cada frase nos deja un pensamiento fecundo, producto de una gran sabiduría, un poder didáctico notable y una ponderable generosidad del autor.
Como cierre bien vale la pena parafrasear las palabras del doctor Nasio cuando afirma: “El analizante percibe, no solo por la simplicidad de las palabras que utilizamos, la calidez de nuestra voz, o la fuerza de nuestra convicción; también capta, en forma sutil, sin advertirlo, nuestra espera confiada en el avance de nuestro trabajo y el placer de comunicarle nuestra confianza, sin que tampoco nosotros nos demos cuenta. Por cierto, nuestra tarea es dirigirnos a su razón para que comprenda, pero sobre todo a su Inconsciente, que es el que percibe la serenidad que impregna nuestra palabra. Y así, el paciente aprende a hablarse y tratarse apaciblemente, como le hablamos y lo tratamos nosotros. Poco a poco el analizante consigue tratarse como lo trata el analista y, agregaría, como el analista se trata a sí mismo. Evidentemente, no queremos que el paciente imite a la persona del analista, sino que introyecte una manera no conflictiva de hablarse y amarse.”
Título: ¡Sí, el psicoanálisis cura!
Autor: Juan David Nasio
Editorial: Paidós
150 páginas