Tanto los llamados no lugares, como los sueños representan condiciones edilicias aparentemente, inaccesibles. Para los lamas tibetanos el arte del sueño lúcido representa un entrenamiento gimnástico. El corazón es la casa, el sueño es el umbral y la mente es la calle. Entre el corazón y la mente se gesta un umbral onírico, o el espacio de acceso al corazón, un no lugar. El sutra de Vimalakirti Nirdesa se expone sobre la no producción, allí es definida como el acceso a la no dualidad. En visión de otros, en este caso americanos, existen obras pop como reciente film Coco o Remember me. Donde los muertos, al ser olvidados completamente sufren una segunda muerte, una total. La temática del recuerdo es abordada por el artista plástico mexicano Idaid Rodríguez, nacido en 1975, quien amablemente ha respondido unas preguntas para Evaristo.

¿Cuál es el origen del Barrio Obrero de la Fama y por qué llega a impedirse el acceso a quienes alguna vez allí vivieron?

El Barrio obrero de la Fama debe su origen a la antigua Fábrica de Hilados y Tejidos La Fama Montañesa la cual se fundó en el año de 1831 en una hacienda al sur de la Ciudad de México a los pies de una montaña y un manantial. De este modo, los antiguos habitantes de la región transformaron su forma de vida de campesinos a obreros. Los primeros dueños de la factoría eran de origen español de la región de Cantabria los cuales la llamaron la Fama Montañesa para rememorar su lugar de origen en las montañas de Santander.

La Fabrica laboró hasta el año de 1989 cuando dejo de hacerlo definitivamente. Durante su larga vida varias generaciones de obreros de distintas regiones del país laboraron y vivieron ahí dejando un rico patrimonio material e inmaterial ya que la fábrica fue la primera industria de este tipo que se crea en la Ciudad de México. En el año de 1986 el inmueble es declarado monumento Histórico por parte del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), sin embargo, el espacio es inaccesible para los vecinos ya que las personas encargadas de custodiar el inmueble tienen prohibido permitir el acceso. Varios de los espacios de la Fabrica están en el abandono y una gran zona de la misma es ocupada por una cadena de tiendas departamentales, lo más lamentable de todo es que la mayor parte del espacio se encuentra en el abandono y se deteriora muy rápidamente.

De este modo mi proyecto se inserta en el rescate de la memoria de este espacio, utilizo los recuerdos de los antiguos obreros y por medio de la historia oral realizo una reconstrucción en dibujos y otros medios de la fábrica y su maquinaria ya que no existen registros fotográficos del tiempo en que la fábrica era operada por medio de la energía hidráulica.

¿Cómo fue su infancia, que recuerdos persisten?

Recuerdo con mucho gusto mi infancia sobre todo el vínculo que tuve con mi abuela Elisa quien me enseñó a percibir la realidad de otra forma, a respetar la naturaleza a leer, escribir y dibujar y a estar atento sobre todo a la relevancia de los sueños. Mi abuela era muy importante en la familia y sobre todo en el barrio. Era una gran matriarca como muchas otras obreras textiles de mi comunidad. Junto con mis primos formábamos un grupo de niños que tuvieron el privilegio de escuchar sus narraciones y que pudieron jugar en un lugar como lo es mi Barrio, el cual cuenta con un bosque y un manantial que abastece al barrio de agua potable y de leyendas hasta la fecha.

Puedo decir ahora que mi primer encuentro con el arte fue cuando mi abuela nos narraba historias por la noche cuando se cortaba la luz eléctrica, debido posiblemente al momento de reiniciar las máquinas en la Fábrica. En esos apagones mi abuela nos juntaba frente a una vela y nos narraba múltiples historias sobre el barrio donde en muchas ocasiones mi abuelo o algún otro familiar era el protagonista de un encuentro con un personaje sobrenatural ya sea la llorona, nahual, bruja o el Charro Negro. Estas narraciones las escuchamos una y otra vez y nunca me parecieron aburridas. Esta actividad narrativa era reforzada por la mañana, mi abuela nos narraba su sueño y si algún familiar era protagonista ella se comunicaba por teléfono para saber de él y como se encontraba de salud y comenzaba el día.

Fue así que mi abuela no sólo me inicio sobre la manera de estar atento a los sueños sino también en el uso de las plantas medicinales y algunas acciones “mágicas” como curar de espanto, mal de ojo o de empacho etc. Sin embargo, estas actividades de la vida diaria eran para mí algo natural y nunca representaron algo extraordinario, eran actividades cotidianas que yo veía como algo que en todas las familias pasaba.

Hoy a la distancia veo estos hechos relevantes para mi vida adulta y sobre todo para mi oficio de creador. Mi abuela Elisa, consciente o inconsciente de lo que hacía, abrió en mi varias puertas para entender la realidad. Entre otras cosas fomento en mí la curiosidad por los sueños y las leyendas lo que dio como resultado un gusto por los mitos y la literatura. También fomento el gusto por las imágenes mentales, ejercicio que hoy en día busco desarrollar en mis piezas sonoras e instalaciones y sobre todo mi gusto por la Historia y el pasado.

La Fama Perdida (Diaporama, 2008) Espejos y diapositivas. Medidas variables. Pieza que reflexiona sobre la hipertextualidad en la historia al sobreponer distintas imágenes que reflejan un pasado en varias dimensiones. Instalación creada con espejos y fotografías de las familias del barrio.

Existe un libro argentino, dice que olvidar también es tener memoria. ¿Como es el proceso mediante el cual se rescata del olvido?

El olvido es muy importante en el proceso de construcción de la memoria. Durante mi proceso de trabajo he llegado a una conclusión: es necesario hacer un ejercicio de atención para aprender a escuchar no sólo las voces sino también los silencios. Existe una gran similitud entre el silencio y el olvido. El silencio lo he percibido no sólo en las entrevistas que he realizado sino también en el silencio de los archivos, es decir cuando es imposible acceder a ellos. Este hecho ha generado en mí una reflexión para revalorar la idea del olvido en la construcción de la memoria la cual parafraseo del texto de Marc Augé “Los no lugares” y es la siguiente:  la memoria está construida por varios estratos, unos sobre otros, en diferentes tiempos y ritmos, no es lineal y podría decir que se asemeja a un iceberg. Este iceberg tiene una forma determinada que ha sido tallada por el mar en el que flota y este mar en el que flota es el olvido. El uso del dibujo en mi obra me ha ayudado a visualizar y reinterpretar la idea del olvido en las distintas piezas que he realizado, expandiendo esta experiencia   apoyándome en testimonios y en archivos, donde he podido observar cómo la historia ha sido dividida y disipada en múltiples fragmentos.

La Fama Perdida (Salón de Telares, 2009) Dibujo sobre muro. Medidas variables. Fotografías: Brenda Ortiz

Desearía conocer un atisbo del futuro de su obra.

Actualmente me encuentro terminando un proyecto que inicie en el año 2010 a partir de un sueño en el que me veo en el interior del antiguo manicomio de la Ciudad de México, «La Castañeda». Este espacio fue destruido en el año de 1968 y en mi sueño me veo deambulando en este lugar. De este modo inicie una investigación archivística y de testimoniales sobre este espacio. Entre las piezas que he realizado han sido varias series de dibujos sobre los testimonios de los médicos y enfermeras que trabajaron ahí. También realice una reconstrucción de este lugar y una serie de piezas sonoras. Este proyecto ha crecido mucho y en el año de 2013 se expandió y la investigación me llevo a conocer el Hospital Psiquiátrico de Juquerí en la Ciudad de São Paulo. En el futuro próximo esta terminar esta nueva investigación en Brasil.

 

Estos proyectos se pueden consultar en mi sitio web idaidrodriguez.com

Sobre El Autor

Ex docente FFyL UBA; Traductor en Japón desde 2007.

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