Cualquiera que se dedique a disciplinas artísticas (y quien está leyendo esto, aún si no produce, se dedica) enfrenta preguntas recurrentes. Entre muchas otras, qué es la belleza. Por sobre todas, cuál es el sentido de la vida y el arte. Ver El irlandés posibilita chocarse de frente con un tren que viene a toda velocidad hacia nosotros con las respuestas.

El irlandés es, casi explícitamente, un canto de cisne. Aquellos que hicieron las mejores obras del género de gángsters tanto delante como fuera de cámara (solo faltaría en el equipo Francis Ford Coppola) se unen para hacer la película definitiva, luego de la cual no parece quedar demasiado por decir sin caer en repeticiones o plagios. No se trata de que El irlandés sea original, nada más lejano, sino que se plantea como contundente, con sus tres horas y media donde aborda el tema desde casi todos los ángulos posibles.

Puede afirmarse, sin riesgo a error, que El irlandés posee muchísimos lazos de contacto con Buenos muchachos (y de hecho se instituye como la última que conforma la tetralogía perfecta del director, a la que se suman Toro salvaje y Taxi Driver). Está, en el film recientemente estrenado, la historia de ascenso en la mafia. Y está, también, la cuestión de que quien asciende no es del todo, por un tema telúrico, integrante pleno de la italianidad mafiosa (judío en Buenos muchachos, irlandés ahora). El protagonista, en ambos casos, es alguien que admira un mundo y desea ingresar en él. Que desea ser aceptado, y lo consigue con creces. La gran diferencia con la película protagonizada por Ray Liotta es que en El irlandés hay un aspecto que hasta ahora Scorsese no había abordado: la historia real de los Estados Unidos.

De esta forma, quedan explicitadas las relaciones entre los movimientos en la política y en la mafia. A diferencia de El padrino, donde también sucedía, Scorsese lo hace con nombre y apellido. Están los lazos de los Kennedy con la mafia, y también los de Nixon. Por primera vez a lo largo de su obra, el director dice sin tapujos que la historia del siglo XX en los Estados Unidos es la historia de la mafia en Estados Unidos.

Pero volvamos al inicio de este texto, y a las preguntas que se planteaban.

La belleza, si uno ve El irlandés, es la posibilidad de que personas de más de setenta años se nieguen a rendirse y continúen generando obras de jerarquía. Que se planten en un medio cada vez más similar a una fábrica de sacar chacinados (y no estaría mal, a futuro, mostrar la mafia de esas factorías), y digan que el cine es otra cosa. Y se den el lujo de rejuvenecerse digitalmente. Y nos regalen el placer de ver la mejor actuación de De Niro en varias décadas. Y nos recuerden que Joe Pesci es un artista extraordinario, ahora en un registro donde no hay un solo grito y sin embargo le pone la piel de gallina al espectador. Y nos enfrenten al Jimmy Hoffa de Al Pacino, tan distinto al que había compuesto otro genio como Jack Nicholson (mejor no mencionar al que encaró Sylvester Stallone en F.I.S.T., que sin embargo es una gran película). Belleza es todo eso. La boca sin dientes del Pesci decrépito. Los ojos de Pacino cuando lo invitan a un paseo en coche. La voz temblorosa de De Niro cuando hace la llamada telefónica que nunca hubiera querido hacer. Belleza es edificar una ficción que nos hace amar por unas horas a seres despreciables.

Y, si uno ve El irlandés, capta que el sentido de la vida es hacer y construir de acuerdo a las convicciones, sean cuales sean, y no rendirse. Y que todo el resto es obsecuencia, hipocresía, cháchara o mediocre estrategia de márketing.

Un último detalle: realmente es una pena que la película no se exhiba en más cines. Scorsese hizo una película histórica, y grandilocuente en muchas escenas, que se percibiría con justicia en la pantalla grande, y no en la avara de la televisión y el streaming.

Perdón, otro último detalle, ahora sí: se abre ahora el debate acerca de si la película del año (al menos de las producidas en Estados Unidos) es El irlandés o Joker. Más allá de cuál se elija de ambas, cada uno lo hará según su criterio o gusto, lo único que me interesa remarcar es que hacía demasiado tiempo que no teníamos dos maravillosas películas producidas en un mismo año, y eso ya de por sí es motivo de festejo.

 

 

El irlandés

Título original: The Irishman

Director: Martin Scorsese

Guión: Steven Zaillian, basado en el libro de Charles Brandt

Elenco: Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Harvey Keitel y otros

Origen: Estados Unidos

Año: 2019

Disponible en Netflix y en demasiados pocos cines

Sobre El Autor

Escritor, periodista y licenciado en sociología, Diego Grillo Trubba ha ganado diversos premios de relato y novela, destacando entre su obra títulos como Los discípulos o Crímenes coloniales.

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