Escribir las secuelas de la crecida
“En otra vida yo / Fui el vacío / Fui uno de los pozos / en el jardín / de una casa en Misiones”, dicen los primeros versos del libro de Acheli Panza. Y pienso: lo primero que se inunda en una crecida, son los pozos. Pasan del vacío al ahogo sin escalas. Dos modos de la muerte, dos modos de la nada, dos modos de quietud, de sordera.
El río se adelantó de golpe: desde el título, este libro nos habla de lo indomable, de aquello que uno cree descifrar, anticipar y sin embargo, se vuelve insondable, imprevisible, arrollador. Lo ominoso es lo familiar que deviene terrorífico, y en ese orden se desarrolla este cuerpo que atestigua sobre lo que queda cuando la crecida se retira, cuando baja la inundación. Esos restos, esos naufragios, esos escombros hablan de lo que hacemos con nuestros desastres naturales.
Quiero detenerme en la palabra cuerpo porque no es una palabra inocente (aunque ninguna palabra lo es). Digo cuerpo porque este libro no habla sólo con lo que dice. Como toda buena poesía, el hallazgo está en lo que calla y en lo que niega. Como un cuerpo, que se adelanta y encarna un deseo o duele un golpe olvidado.
“Dios no existe / pero existen / los Cedros / los Helechos / los Palos Rosas”. Con mayúsculas deliberadas, Acheli subraya el milagro de la geografía que se desborda en este libro y en las ilustraciones de Fukunaga. Esa geografía donde aparecen la ruta y sus bordes, la casa tapada por el río, el bote, los gusanos que hacen nido donde quieren, los árboles que mueren desde la raíz, las experiencias iniciáticas, que se ubican en la infancia, en la adolescencia, en la casa materna. El litoral, Misiones, el Paraná, el guaraní a media lengua, la lengua como patria.
“No te asustes / es la pus / la sangre / la fiebre / que salen de tus tetas / cada vez que el bebé chupa”. Avanzado el libro, vamos a encontrar un nuevo territorio: el cuerpo animal para la maternidad y el sexo, la soledad, las preguntas al pasado, los quiebres; esas nuevas experiencias, también iniciáticas, de la adultez.
“El matrimonio es una infección urinaria / cada vez que vas al baño / te arde la vulva”. El río se adelantó de golpe es un libro que pone de relieve la brutalidad de los vínculos. Con una voz descarnada, revela la sordidez de lo que convive. Acheli escribe sin compasión, recuperando la atmósfera de nostalgia, de quietud y peligro que nos pone de cara con nuestras propias verdades.
Enorme, verdaderamente enorme el último libro de Santos Locos. Poesía madura, pulida, donde la palabra deja de ser discurso (un sistema ingenioso) para ser lenguaje puro, una búsqueda, un merodeo que se vuelve asertivo, punzante. Versos para releer, subrayar, para leer en voz alta y dar testimonio de la onda expansiva, de la detonación que se activa en cada texto.
Título: El río se adelantó de golpe
Autora: Acheli Panza
Editorial: Santos Locos
56 páginas
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