Borges se figuraba el paraíso bajo la forma de una biblioteca. El lugar más maravilloso, el refugio de las maravillas que propicia el saber, es aquel que tiene como custodio a un bibliotecario. No suena extraño, entonces, que sea un bibliotecario quien haga gala de su arte para ayudarnos a comprender a nosotros, meros mortales, esta situación distópica de pandemia y confinamiento que nos toca atravesar.
El caso es que no se trata de un bibliotecario normal: Leandro Lescano Bourgeois es gestor cultural, licenciado en ciencias políticas, escritor, miembro del CONICET y miembro del Instituto de Investigaciones de Historia del Derecho, donde resguarda su acervo bibliográfico, vale decir, biblioteca, vale decir, su corazón.
Leandro Lescano Bourgeois ha emprendido una obra monumental: en este libro ha reunido veintiséis pensadores de las más diversas procedencias, para conformar una polifonía única en su tipo: historiadores, juristas, profesores, nutricionistas, biólogos, ingenieros, psicólogos, poetas, filósofos, obstetras, religiosos, convocados para aportar diferentes puntos de vista sobre la realidad, múltiple y contradictoria, del año de la gran peste del siglo XXI.
El libro se abre con una introducción de Alejandro Agüero sobre la idea de nueva normalidad, analizando desde el derecho y la filosofía del derecho la situación de excepcionalidad y la sorpresa, precisamente, ante la conciencia de nuestra propia historicidad. Este artículo puede leerse juntamente con el de Agustín Casagrande, sobre la excepción desde la teoría del derecho y del Estado. Dentro del ámbito del derecho, también Viviana Kluger y Ezequiel Abásolo reflexionan sobre los desafíos de su enseñanza universitaria no áulica y la sensibilidad crítica que necesitan tener los profesores de derecho.
Melisa J. Lescano Bourgeois nos narra, en un texto delicadamente escrito, la situación de dar vida en un contexto de peste y muerte, que es descripto científicamente, pero con lenguaje claro y directo, por Laura Fraccaroli y Verónica Del Pino. Ellas describen la enfermedad, sus síntomas, su etiología, sus formas de contagio, de prevención, de contención, sin descuidar la zoonosis ni al murciélago. Desde la medicina también, pero desde otro ángulo, Viviana Leiro cuenta su experiencia como dermatóloga en la primera línea de batalla, en un centro para pacientes con patologías infecciosas, mientras Irene Vera propone la teledermatología como herramienta de contención y emponderamiento. Laura Ribao Encina aborda la situación desde el enfoque de la salud mental.
Dora Barrancos nos presenta una reflexión excepcional, en la que relaciona la desigualdad social del capitalismo, la situación de los derechos individuales en condición de aislamiento, analizada en clave de género. Hace evidente uno de los lados más dolorosos del confinamiento, que no ha sido su excepcionalidad sino que ha funcionado como lupa de aumento para ver algunas condiciones habituales de la vieja normalidad: la violencia de género. Lo peor es que cuando dejamos de ver la lupa, resulta que el monstruo ha crecido en realidad: las denuncias por violencia de género han aumentado pavorosamene. Barrancos también se ocupa del cruce entre domesticidad y reubicación del trabajo, generadas por el teletrabajo y por el homeschooling. Este texto se complementa, en este coro de voces múltiples, con el texto descarnado de Solange Corrado, quien muestra la violencia mortal contra las mujeres totalmente desprovista de retóricas, y con el de Rosa Socorro, sobre la sororidad y el aborto.
Mariá Inés Carabajal reflexiona sobre el cambio climático, desde una mirada integradora de las ciencias sociales, también para pensar el sistema alimentario integrado -o en ruptura- con la naturaleza. Este texto puedo ser leído también justo al de Camilo Beltrán y Daniela Calvo, quienes analizan la economía y las relaciones estatales, así como la participación de los organismos supranacionales en la reacción ante la pandemia. En el extremo opuesto de la escala de análisis, Javier Vogel localiza la peste, al analizar un espacio específico, el conurbano bonaerense, observando también las instituciones de alcance barrial, la iglesia y las organizaciones sociales. Desde dentro de una de esas organizaciones, Daniel Romani nos cuenta la experiencia dura y compleja de la economía popular.
El obrar periodístico es desarrollado por M. Beatriz Frías Muñoz, precisamente porque se trata del área que ha cobrado una relevancia extraordinaria en las últimas décadas y que en el contexto de pandemia puede remover o aquietar los ánimos sociales, l convertirse en casi el único contacto con el mundo exterior.
Retomando el tema de los hábitos alimenticios, Natalia E. Lescano Bourgeois analiza estadísticamente el impacto del confinamiento en la alimentación y la actividad física, complementariamente con el texto de Rocío Hernández, quien propone su reflexión antropológica desde el desafío de pensar el comer como un acto político. También desde la cotidianidad, pero desde la reflexión psicológica, Denise A. Zucchi replantea la conciencia sobre nosotros mismos en el contexto de excepcionalidad. Desde la filosofía, Rubén Darío Salas nos invita a recuperar la conciencia del propio cuerpo desde la muerte, el disciplinamiento y el desafío.
Este libro federal, polifónico, increíblemente rico en su heterogeneidad, se completa con las voces del tucumano Luis Gonzalez Alvo sobre la situación de las prisiones y de Jane Doe, analizando el rol de las tecnologías de la comunicación en Santiago del Estero. También de Carlos Díaz Brandan y la ficcionalización de la realidad aflictiva; Luis Gabriel Barrionuevo y la poetización de la cotidianidad en el sueño, la vigilia y la memoria. Las enseñanzas, o la necesidad de aprendizajes humanitarios, son abordadas por Rita D. Umaño Virrarruel, mientras que Juan Carlos Gervilla los enfoca, en un texto sensible, desde la actividad pastoral de la Iglesia de los Libres en Mendoza, tal como Rodolfo Viano, cura de la Opción por los Pobres, en Bahía Blanca.
El nombre del libro es una metáfora exquisita: cuando Bocaccio escribió el Decamerón, su recurso literario fue valerse del príncipe Galeoto como anfitrión de trece narradores, quienes contaron sus cien cuentos. Lescano Bourgeois rescata esa figura y le da vigencia, lo hace retornar para tender nuevamente su mesa, aunque esta vez para el doble de invitados dispuestos a desplegar sus artes a través de la palabra. Este no es el único recurso que el editor utiliza para recordarnos que el tiempo es cíclico y que no sólo somos ciudadanos de una geografía sino también ciudadanos del tiempo: también nos deja, como presencias ineludibles, unas cortas y significativas descripciones de otras pestes: la peste de Atenas de 430 a.c., la peste Antonina del siglo II, la plaga Justiniana del siglo VI, la peste negra del siglo XIV, la viruela americana, la sífilis y el escorbuto del siglo XVI, el cólera y la fiebre amarilla del siglo XIX, y el siglo XX jalonado de fiebre española, malaria, polio, sida, obesidad… la paradoja de su presentación es que Lescano Bourgeois nos invita a eludirlas, porque íntimamente sabe que nos reintegrarán a una historia, es decir, a una vida y a una muerte. Si el siglo XXI venía viciado de la creencia de estar viviendo un futuro acelerado convertido en un presente continuo, esta obra nos devuelve a nuestra historicidad y nos muestra que somos solamente un jalón más, entre muchos que vinieron y los que vendrán.
“Ser uno más en el aire/es lo que al hombre le espanta”.
Estos textos, escritos por autores de renombre y profesionales comprometidos con sus diferentes métiers, componen una obra imprescindible, que será un testimonio obligado y eficaz para pensar, re-pensar e historizar la vivencia y sus narrativas generadas por la excepcionalidad en el primer año de la peste del siglo XXI. Muchas gracias, príncipe Galeoto.
Titulo: El regreso del príncipe Galeoto. Escritos sobre este tiempo de coronavirus y su cuarentena.
Autor: AA.VV. / Leandro Lescano Bourgeois (editor).
Editorial: El Búho Desplumado (Edición digital)