Un libro de cuentos marroquíes que reconoce, como tema central, el amor. Y si el amor es el eje, Qué mejor que convocar a Cupido, el hijo de Venus, ese dios del amor que al nacer despertó la preocupación de Júpiter; éste comprende que ese niño causaría serios trastornos y, es por ello que intenta convencer a su madre y obligarla a deshacerse del recién nacido; pero todo fue inútil. Venus resuelve ocultarlo en un monte. Ya, cuando el niño supo manejar el arco, se empeñó en querer lanzar sus flechas sobre los mortales; con las de oro inspira el amor, con las de plomo, todo lo contrario.

Pues bien, Tahar Ben Jelloun, autor de este libro de cuentos, nos lanza flechas de oro y de plomo al corazón y a la cabeza.

No todas son de metal precioso, pero todas brillan como joyas.

El oro y el moro. En estos cuentos veremos que no es oro todo lo que reluce; veremos que no hay que fiarse de las apariencias. Sin embargo, cada cuento es, en verdad, oro en paño que merece ser apreciado, aunque en alguno de ellos, que no son pocos, el amor deja de ser oro en polvo para pasar a ser, apenas, polvo a secas. En otros, el rozar ligeramente la sola idea del amor, es algo que alguien pagará muy caro y, en otros, los ríos de tinta arrastran algunas pepitas de oro y de amor.

Tanto el metal como el sentimiento se encuentran, en estado nativo, en el seno de la tierra. No llegan de un mas allá. Y esto se ve en los cuentos.
Relatos que atraviesan, de parte a parte, el ánimo del ser en una búsqueda; la espera en soledad, la expectación, la angustia, el anhelo, el deseo, la ilusión, el encuentro. Enamoramiento.

Pasión, sexo, instinto. Perturbación, obsesión. Alteración del ánimo. Locura de amor. Delirio. Ausencia. Desconfianza.

El recuerdo de las cosas soñadas. Lo real y lo imaginario.

Coraje y cobardía, malestar, temor. Seducción, conquista; curiosidad y riesgo. Inquietud, tensión.

Dudas y entusiasmo. Secretos.

La virginidad. La paciencia. Traición. Cinismo. Intriga.

Ingenuidad y decepción. Certezas. Erotismo, placer, control, poder. Asombro y culpa.

Las miradas, la piel y los silencios.

El azar, el abandono.

Los gestos; los cuerpos.

La ebriedad del corazón.

Nostalgia y melancolía. Exilio. Tristeza. Pretextos.

Lo artificial y lo genuino. Emociones y afecto.

Equilibrio y armonía.

Ternura, fiebre, venganza.

Los pensamientos. La inteligencia emocional.

La ambigüedad. Fragilidad y agresividad. Indecisiones.

La distancia, el duelo.

El encantamiento. Las evidencias.

La sombra, el vacío, la nada.

Impulsos y transformación

Espacio fantasmal. Negación, discrepancia, incomprensión..

Las pretensiones del ser.

Intensidad, sofocación.

Liberación .Estrategias de provocación. El otro. Narcisismo. Cartas de amor.

Las palabras bien elegidas; las palabras poéticas. Y el sueño mal escrito.

El amor es bello en los libros, en las imágenes, en el cine ¿será tan así?

 

 

Título: El primer amor es siempre el último

Autor: Tahar Ben Jelloun

Traducción: Marcos Calligaris

Editorial: Alción

238 págs.

Sobre El Autor

Ex funcionario de carrera en la Biblioteca del Congreso de la Nación. Desempeñó el cargo de Jefe de Difusión entre 1988 y 1995. Se retiró computando veinticinco años de antigüedad, en octubre de 2000, habiendo ejercido desde 1995 la función de Jefe del Departamento de Técnica Legislativa y Jurisprudencia Parlamentaria. Fue delegado de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) - Responsable del Área Profesionales- en el Poder Legislativo Nacional. Abogado egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.B.A. Asesor de promotores culturales. Ensayista. Expositor en Jornadas y Encuentros de interés cultural. Integró el Programa de Literatura de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Se desempeña en el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq. Es secretario de Redacción de Evaristo Cultural, revista de arte y cultura que cuenta con auspicio institucional de la Biblioteca Nacional (M.M.)

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