La alegría es sólo brasilera, pero afortunadamente Maria Rita nos la prestó durante casi una hora y media en la lluviosa noche porteña del domingo 27 de abril, durante el Festival Telecom 2008.
En lo que fuera la presentación “no oficial” de su ultimo trabajo discográfico “Samba meu”, la bella paulista de 30 años derrochó talento, simpatía y sensualidad.
Asi como en su disco, el comienzo del recital fue una invitación irresistible a gozar del samba. La primera estrofa de “Samba meu” a capella, casi como una oración (“Mi samba va a curar tu abandono, mi samba te va a despertar del sueño, mi samba no quiere verte tan triste,mi samba va a curar el dolor que existe”) seguida del festivo “O homem falou” (“… la fiesta ya va a comenzar, y es para quien quiera venir… deje la tristeza a un lado y traiga su corazón”) fueron el punto de partida desde el cual Maria Rita recorrió casi la totalidad de su ultimo cd, con ocasionales visitas a sus dos primeros discos, como en el dulce y melancólico “Encontros e despedidas”, el dramático “Muito poco” o el ya clásico “Cara Valente”.
Habiéndose alejado, al menos momentáneamente, del estilo casi jazzistico de sus dos primeros discos, Maria Rita presentó una agrupación acorde al samba tradicional, aumentando el trío (piano, contrabajo y batería) con guitarra acústica, cavaquinho y dos percusionistas con los imprescindibles instrumentos rítmicos del samba: los surdos, la cuíca, el pandeiro y el agogó.
Lamentablemente este amplio espectro sonoro fue demasiado para la mala acústica del Auditorio Bs.As., que no logró estar a la altura de las circunstancias.
Mas allá de esto, Maria Rita y sus músicos nos regalaron un show con talento y frescura, sin esnobismos ni pretensiones, en donde pudimos, por unos momentos olvidarnos de todo y simplemente disfrutar. Y ese fue su mayor logro porque esa es la esencia del samba, la búsqueda de la alegría. Como definió Caetano Veloso, quizás mejor que nadie, en una de sus canciones “El samba es el hijo del dolor y es el padre del placer”
A nosotros nos queda el placer de haberla visto y el deseo de que vuelva pronto.
La historia
Maria Rita Mariano nace el 9 de septiembre de 1977 en São Paulo, Brasil. Hija de uno de los íconos máximos de la música popular brasilera, Elis Regina y del genial arreglador, productor y pianista, Cesar Camargo Mariano, la tímida Maria Rita pasa su infancia rodeada de músicos y artistas.
A los 16 años, decide viajar a los EEUU, donde vivirá los próximos ocho años, graduándose en Comunicación Social y Estudios Latino-Americanos.
Si bien, desde siempre anhelaba cantar, no quería ser comparada con su madre, ni ocupar su lugar.
En el año 2001, viaja a Brasil, graba un cd y se lo entrega a su “padrino” musical, Milton Nascimento, quien tendrá un papel fundamental en su decisión.
Al año siguiente, motivada por Milton, decide regresar definitivamente a Brasil, participa en el show “Meia noite, meio dia” junto a Chico César y Luciana Alves y recibe el premio APCA como revelación del año.
Para cuando, en enero del 2003, Maria Rita firma un contrato con Warner Music, ya todo Brasil sabia de su existencia y esperaba ansiosamente su primer disco.
El 10 de septiembre del mismo año, finalmente lanza su primer cd, que en menos de tres meses se convierte en record , con más de 350.000 copias vendidas.
Maria Rita x 3
“Maria Rita”
Con solo escuchar el tema que abre el disco, “A festa” de M.Nascimento, se puede entender por qué éste fue uno de los debuts más esperados de la música popular brasilera de los últimos años.
Maria Rita posee una voz tierna, dulce y clara, pero con la tensión y el drama que en más de una ocasión nos recuerda a su madre.
Un disco totalmente acústico y rítmicamente variado, con toques jazzisticos y un refinamiento sorprendente gracias a la producción de Tom Capone y al virtuosismo del trío liderado por el pianista Tiago Costa.
Incluye su primer gran “hit”, el irresistible “Cara Valente”, el melancólico “Encontros e despedidas”,el emocionante “Santa chuva” y algo no muy común en un disco de mpb, la inclusión del clásico bolero “Dos gardenias” cantado en español.
Todas y cada una de las canciones dejan su marca en el oyente, en un disco sin fisuras.
Imprescindible.
“Segundo”
Una suerte de prolongación de su primer disco, “Segundo” sufre en comparación con el inmejorable debut y también por la expectativa generada por el éxito arrollador del mismo.
Un gran álbum, aunque no contundente como el primero, comparte con éste el mismo sonido totalmente acústico, pero sin la variedad estilística del debut.
Se destacan, entre otras canciones, la dulce, gentil “Caminho das aguas” y el dramatismo de “Muito poco”. Maria Rita decide incluir nuevamente una canción en español, esta vez “Mal intento” de Jorge Drexler.
“Samba meu”
Maria Rita decide sacar a relucir su lado más brasilero y cambiar totalmente de dirección.
Producido por el exitoso sambista Leandro Sapucahy, “Samba meu” es un excelente tributo al samba tradicional, que conserva la sofisticación de los dos primeros discos sumada a la efervescencia del samba, marcado por la inclusión de instrumentos típicos como el cavaquinho, los surdos y la cuíca.
Particularmente arrollador en la primera mitad, desde el comienzo con “O homem falou” de Gonzaguinha y hasta el contagioso “Tá perdoado”, tomándose licencia luego para incursionar en la bossa-nova (“Pra declarar minha saudade” o “Trajetória”), el samba-canção (“Mente ao meu coração”) o el choro (“Novo amor”).
Maria Rita nos sigue sorprendiendo con su voz y calidez. Un disco espectacular, destinado a convertirse en clásico.