Habitamos una realidad desgastada, no sólo aquí en Argentina, sino en el mundo entero. La inseguridad más dificil de soportar no es la de la calle sino la jurídica, la institucional; la que hace sentir al ciudadano promedio asediado constantemente por un enemigo sin rostro, desprotegido frente a una realidad que no deja entrever las verdaderas reglas del juego.

Esta sensación, como todas, a tenido un efecto, una injerencia en la cultura pop. Podemos observar cómo, en los últimos años, se vienen revitalizando elementos narrativos y géneros que estaban en franca retirada. Las figuras del cowboy y del mafioso son de las más destacadas, y ambas comparten una realidad común a pesar de las diferencias. Tanto el cowboy como el mafioso se instalan en un escenario sin reglas. Uno en un pasado prenacional, es decir antes de que el estado administre justicia; el otro en una contemporaneidad supra nacional, en una marginalidad indiferente a reglas que considera ajenas. Ambos personajes se manejan dentro de un sistema simple y complejo a la vez, que reduce el concepto de justicia a la bipolaridad lealtad/traición.

Es en este marco cultural en el que de un tiempo a esta parte el cine de Hollywood o cineastas nipones como Takeshi Kitano o Takashi Miike, han insertado en el imaginario popular el concepto de la yakusa, la mafia japonesa. Sin embargo, dificilmente el lector o espectador promedio pueda marcar alguna diferencia entre Los Soprano y cualquier familia de los “bajos fondos” de Japón; a lo sumo imaginarán a James Gandolfini tristemente vestido de ninja.

El trabajo de Jerôme Pierrat y Alexandre Sargos logra levantar este velo de desconocimiento.

Este relato, que abunda en detalles de fondo y de forma y se lee como si de una novela negra se tratase, está estructurado a partir de entrevistas que los autores mantuvieron tanto con miembros arrepentidos de la yakusa, como con familias en activo.

Cuáles son las distintas familias, cómo están estructuradas y a qué se dedican; cuál es el entrenamiento requerido a cada integrante para formar parte; sus códigos; el sentido de los tatuajes que cubren gran parte del torzo; mitos y realidades de una organización que se transformó con el tiempo en uno de los más pintorescos arquetipos de la cultura japonesa.

Desde los gánsters económicos de Kanto, hasta matones del puerto de Yokohama, pasando por los jóvenes aprendices de Tokio, los reclusos del penal de Osaka e incluso por los miembros de Barrabás, antiguos yakusa convertidos en un grupo de predicadores cristianos, los autores se sumerjen en el mundo nipón de la marginalidad, logrando esbozar de manera coherente la primera historia de la yakusa.

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Titulo: Yakuza

Autores: Jerôme Pierrat y Alexandre Sargos

Traducción: Miquel Ferrés

Editorial: Océano

219 páginas

 

Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

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