La danza como forma artística se constituye como un elemento de transmisión de cultura y valores sociales. Lo físico, intelectual y emocional se unen dando lugar a una forma de expresión que tienen sus orígenes más allá del año 4000 a.C.  

En este trabajo la autora hace un breve recorrido sobre las características de la danza tradicional china y su rol como expresión y reflejo de la cultura de ese país.

 

Cuenta la leyenda que el Emperador Gao Zu, de la Dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.), desconfiaba de la capacidad de Han Xin para liderar su ejército, y con la intención de evaluarlo creyó conveniente someterlo a una prueba. Le extendió entonces un pequeñísimo retazo de tela y le dijo:

 ― Para salir a combate necesitas soldados, y yo te daré tantos como puedas dibujar en este lienzo.

Imperturbable, Han Xin tomó su lápiz y en lugar de trazar cuantas figuras pudiera entre los límites de su tela, utilizó solamente el margen derecho por el cual asomaba la imagen de un caballo corriendo. No era sin embargo un caballo completo, sino que solo podía verse la primera mitad de él y las manos del jinete sosteniendo en el aire el estandarte de guerra. Aún cuando Han Xin no hubiera dibujado ni una sola persona completa, la imagen mostraba mucho más que eso y era posible figurarse a la multitudinaria tropa detrás del aquel jinete.

Complacido por la respuesta de su súbdito, el Emperador le brindó entonces su aprobación y lo nombró general del ejército Chino.

A la manera de Han Xin en su prueba, el arte chino pone el foco en la sutileza y la distinción que se expanden y empapan todas las áreas artísticas tales como la caligrafía, la pintura, la música, la poesía, las artes marciales y también la danza. La distinción, suavidad y fluidez de los movimientos son los elementos fundamentales de todas las artes, y en especial de la danza, a través de los cuales los artistas revelan la riqueza de la historia y herencia de China.

 

La danza ha servido desde sus inicios “no sólo a dar voz a las emociones humanas más básicas –amor, alegría, tristeza, etc.- sino que también ha cumplido un rol fundamental en la educación y la regulación de las relaciones humanas.[1] En los tiempos más remotos de la civilización china, cuando la mayor parte de la población era analfabeta, las lecciones e historias del pasado llegaban no en la forma de libros sino como música y danza.

 

Escuela China de Música y Teatro.

Escuela China de Música y Teatro.

Tal como el lenguaje chino mandarín, la danza tiene su vocabulario, semántica y sintáctica únicos que le permite el bailarín en escena expresar los pensamientos y sentimientos con gracia y singularidad. La danza tradicional china, según ha sido enunciada, debe equilibrar la belleza estética y la esencia expresiva. Estos dos elementos se corresponden con la distinción forma-espíritu que los chinos le otorgan a las cosas. El artista necesitará de una rigurosa técnica y entrenamiento físico como así también un estado mental particular, que será responsable de la transmisión del sentido de la obra. Se considera que si un bailarín carece de cultivación personal y de entendimiento, será incapaz de representar la obra exitosamente, especialmente aquellas que tengan que ver con lo moral y religioso. De esta forma, la danza tradicional china supone no solo precisión del movimiento sino también cultivación de la mente.

Los orígenes del arte de la danza en China se remontan hasta los tiempos previos a la aparición de los primeros caracteres escritos. Excavaciones arqueológicas en el yacimiento de Sun Chia Chai, en la provincia de Chinghai, al Oeste de China,  han revelado una vasija cerámica neolítica (4000 a.C.) que presenta dibujos de varios grupos de bailarines, cada uno de ellos con un arreglo de plumas en la cabeza y formando un círculo tomados de las manos. A la luz de este descubrimiento no es difícil atribuir quienes habitaban dicha región, a los pueblos de la cultura Yangshao, el conocimiento y práctica del arte de la danza.

La alegría que parece animar a estar figuras está bien representada en el Shi Jing -o Clásico de la Poesía, como se lo conoce en su traducción al español- un libro compuesto de los 305 poemas más antiguos de China, algunos escritos posiblemente antes del año 1000 a.C. y que tiene múltiples referencias a la música y a la danza.

 

Compañía de Danzas Chinas Lia Hua

Compañía de Danzas Chinas Lia Hua

 

La danza tradicional china está dividida, desde los tiempos de las dinastías Shang y Zhou en los primeros milenios a.C., en dos categorías principales, a saber: militar y folklórica. Las danzas militares eran representadas en grupos numerosos desplazándose hacia adelante y hacia atrás en una coordinada marcha y llevando los bailarines armas en las manos. Este tipo de baile evolucionó hacia los ejercicios militares actuales.

Las danzas folklóricas, por otro lado, representan las innumerables danzas populares tanto de la etnia han (alrededor del 92% de los más de 1.300 millones de habitantes de China pertenecen a ésta)  como de las otras cincuenta y cinco minoritarias. Describen la vida y las actividades cotidianas de la población, desde el trabajo de la tierra hasta el juego de niños. Los chinos utilizaban los movimientos coreográficos de manos y pies para venerar a los espíritus del cielo y la tierra, actuar los aspectos cotidianos de su vida diaria, y expresar sentimientos y emociones tales como la alegría y el deleite. El orgullo de identidad es un factor importante de las danzas tradicionales y cada grupo lo representa en su propia forma artística.

Luego del establecimiento del Departamento de Música en la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.) se intentó hacer un racconto de las distintas danzas y canciones tradicionales de China. Sin embargo, en el siglo III de nuestra era, el norte de China estaba dominado por los pueblos Hsiungnu, Sienpi y de Chiang occidental y por esta vía se introdujeron en China las formas tradicionales de diversos pueblos de Asia central y se mezclaron con las originales del pueblo Han deviniendo en un número tan grande de bailes y músicas que tornó imposible la tarea de realizar una recopilación fiel.

En los tiempos de la dinastía Tang (618 – 907 d.C.) tuvo lugar uno de los sucesos culturales más relevantes de la época con la fundación de la escuela de teatro, música y danza conocida como La Academia del Jardín de los Perales. Los emperadores de entonces comenzaron a darle mayor relevancia a las artes escénicas convocando a los mejores artistas a representar sus obras en los jardines imperiales, constituyendo de esta forma lo que se conocería desde entonces como las danzas cortesanas.

Uno de los grupos de talentos convocados por el Emperador y conocidos como Los Hijos del Jardín de los Perales, formaron eventualmente la Ópera de Peking,  y dejaron su huella en la historia de la danza con la creación de la Música de los Diez Movimientos, un método sistematizado que fue el basamento de las danzas clásicas de allí en más.  “Dicha danza incorporaba elementos procedentes de formas de danza de pueblos de China, Corea, Sinkiang, la India, Persia y Asia Central. Se hacía uso de complejas técnicas de movimiento corporal, vestuario de gala lleno de colorido y elementos de apoyo para ejecutar sus refinados movimientos. Se le incorporaron poemas, canciones, un argumento dramático y música de fondo para crear un espectáculo que reunía múltiples formas de expresión, con gran riqueza de contenido y enorme pompa. Constituyó, asimismo, uno de los precedentes de la ópera china moderna.[2]

Alrededor del siglo XIII d.C., la ópera era la expresión artística más popular en China entrando de esta manera en su Era de Oro. Compuesta por múltiples artes tales como música, canto, diálogos, acrobacias, artes marciales y danza, ofrecía al público una fuente de entretenimiento difícil de vencer. Casi siempre carente de escenografía, la atmósfera de la escena era lograda a través a la gracia de movimiento y de los gestos de los intérpretes, junto a la ayuda del llamativo vestuario y maquillaje. “A partir de movimientos exagerados del cuerpo y los ojos, de la manera en que se posiciona el torso, y de otras tantas técnicas el actor comunica al público la personalidad de su personaje.”[3]

Las técnicas y coreografías de aquel entonces evolucionaron a través de tiempo, y durante los años 50 fueron ampliamente influenciadas por la introducción del ballet occidental en China por parte de Unión Soviética. La primera escuela de ballet china fue establecida en Peking en 1954 y contaba con numerosos profesores rusos. Las relaciones chino-soviéticas colapsaron en 1959, año en el cual también los profesores extranjeros volvieron a su país, pero no sin dejar una impronta significativa en las danzas chinas.

Luego, durante los primeros cinco años de la Revolución Cultural, las formas artísticas fueron dominadas por un único género: El Modelo Dramático Revolucionario. Tan solo ocho obras calificaban para ser representadas por este “modelo” alrededor de China y a lo largo de esos cinco años constituyeron la oferta completa de creación artística autorizada y que servían como medio de propaganda de la Revolución. Por defecto, El Modelo Dramático Revolucionario fue el entretenimiento social más masivo.

Festival de Arte de la Opera de Peking

Festival de Arte de la Opera de Peking

En los tiempos de la Reforma, el ballet ha resurgido y prosperado con el apoyo del gobierno y la positiva respuesta por parte de la sociedad. Las compañías de ballet chinas han interpretado con éxito clásicos occidentales -tales como El Lago de los Cisnes, Cascanueces, y Romeo y Julieta-, pero también mantuvieron el repertorio de El Modelo Dramático Revolucionario. “Cualquiera sean las razones para esta curiosa combinación, pareciera que las compañías de ballet [chinas] dan lo mejor de sí interpretando los viejos conocidos de la Revolución Cultural[4]

La danza clásica actual es una interpretación contemporánea de la danza clásica de otrora que se ha reinventado múltiples veces desde su nacimiento 6000 años atrás. La Academia de Danzas y la Opera de Peking son quizá los espacios que buscan con más ímpetu preservar y enseñar la práctica de la danza antigua, con la convicción de que la evolución de las técnicas no implican un cambio en la esencia y la estética de las mismas, que siguen siendo parte integral de las artes interpretativas chinas.

 

CONCLUSIÓN

La danza china se ha desarrollado de forma dinámica y polifacética a lo largo de su vasta trayectoria. Hoy día, los jóvenes que se dedican a la danza comienzan normalmente estudiando ballet y danza moderna y posteriormente estudian desde una nueva perspectiva la sintaxis de la danza tradicional. Este es el punto de partida desde el que emprenden la búsqueda de nuevos caminos para la expresión corporal china con amplitud de miras y afán de experimentación.

La danza china contemporánea se constituye entonces bajo la influencia de las danzas tradicionales y cortesanas, como así también de las artes marciales y el ballet, reinterpretándolas pero manteniendo a la vez su esencia expresiva. Se dice que si los movimientos de los bailarines son demasiado similares a las artes marciales, al ballet o la gimnasia, si son demasiado duros o suaves, o si la transición entre lo pacífico y lo dramático es demasiado obvia, entonces la danza carece de las sutilezas requeridas. Los valores morales y religiosos también encuentran cauce en la danza, la inclusión de figuras naturales o religiosas en la danza como representación de la contemplación del hombre y de la conexión tanto física como espiritual con el universo es parte de la filosofía antigua y que hoy día siguen teniendo un peso fuerte en las artes chinas.

Los elementos estéticos de la danza como forma de arte expresan, a través del cuerpo y de la mente, características culturales significativas de la población, valores con los que el espectador se identifica reafirmando su identidad.

Así como Han Xin trazaba apenas unas pocas líneas en el lienzo del Emperador Gao Zu para significar algo mucho más grande, la danza china brinda, en lo que algunos pueden ver como un simple movimiento, un caudal cultural. Las sutilezas se tornan riqueza significativa. Los movimientos cuentan las historias de los pueblos de ayer y de hoy. Los gestos muestran el espíritu de cada personaje.  Para el artista implica un compromiso no solo físico sino también -y quizá con mayor predominancia- mental y espiritual, que deberá cultivar en un camino sin fin. Para los pueblos chinos será siempre una fuente de expresión emocional, intelectual y física y un modo de perpetuarse en el tiempo dejando su legado a las demás generaciones.

[BIBLIOGRAFÍA]

GUNDE, Richard; Culture and customs of China; Greenwood Press; Connecticut 2001

WANG, Kefen; The History of Chinese Dance; China Books & Periodicals; San Francisco 1985.

MACKERRAS, Colin & TUNG, Contantine; Drama in the People’s Republic of China; 

State University of New York Press; New York 1987

BERGHUIS, Thomas J.; Performance Art in China; Timezone 8, (United States) 2007

 

[1] Gunde, Richard. – Culture and Customs of China – Greenwood Press, 2001.

[2] Kefen Wang – The History of Chinese Dance – China Books & Periodicals, 1985.

[3] Gunde, Richard. – Culture and Customs of China – Greenwood Press, 2001.

[4] Ídem