Antes de lanzar al aire la moneda del aplauso, tan devaluada por exceso de circulante en la reseña contemporánea, es menester señalar que la obra de Danielewski es DIFERENTE. Esto no es necesariamente un factor positivo, aunque en éste caso en particular lo sea (y mucho). Más aún tratándose de un autor que insiste en vincular su obra a la narrativa de género –y, antes que eleven su dedo acusador frente al monitor, aclaro que soy cultor de dicha narrativa y de sus reglas, aunque muchas veces funcionen como corsé sofocante-. Danielewski no se conforma con extender los límites, profundizar en las ideas, armonizar la poética, jugar con las parábolas, las estructuras y los mitologemas, sino que pareciera concebir “el libro” como un todo, como una pieza de arte.

“Diferente” es entonces un buen comienzo, aunque un poco vago.

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Quien haya dado una mirada a su primera novela, La casa de hojas, así no la haya leído, se habrá dado cuenta de que estaba frente a una concepción diferente, desde la estructura e incluso en el planteamiento estético del libro, y del género, en ese caso, una reformulación del terror gótico. En La espada de los cincuenta años Danielewski se mete de lleno con el fantasy, respetando la estructura del monomito analizada por Joseph Campbell, aunque en este caso se trate más bien del viaje del villano y no del héroe.

En su experimentación, la geografía fantástica, (el valle de la sal, el bosque de las notas que caen, la montaña de los múltiples senderos) se ve contrastada en la narración con el lugar en el que se desarrolla el relato, un rancho de Texas durante la noche de Halloween. La figura del viajero (“soy un hombre malvado con un corazón muy negro”) y la del hombre sin brazos, forjador de espadas (“…una para matar una estación. Hay otra para matar un país. Una que estoy fabricando ahora mataría hasta una idea.”), se ven contrapuestas a Chintana, costurera madura y de vida mediocre y cinco revoltosos huérfanos que esperan una historia fascinante. El plano de lo cotidiano enfrentado a su corrimiento fantástico.

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La narración avanza en un entrecomillado a cinco voces, los cinco huérfanos, oscilando entre la oralidad y la construcción poética en un relato que, página a página, gana en tensión y en extrañeza. (Ahora sí, la justificada moneda…) Danielewski consigue transformar el acto particular de la lectura en un espacio performativo, en el que el aspecto sensorial y las reacciones del lector forman parte integral de la puesta en escena.

Estaremos expectantes de las nuevas producciones del autor neoyorquino que, de momento, con tan sólo dos obras, se ha transformado en una de las voces más interesantes del nuevo siglo.

La gráfica reproduce, en esta edición y con bastante fidelidad, los bordados de la edición original (La espada de los cincuenta años es un libro intervenido) y la portada reproduce el braille.

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Título: La espada de los cincuenta años

Autor: Mark Z. Danielewski

Traducción: Javier Calvo

Bordados: Atelier Z

Editorial: Alpha Decay / Pálido fuego

285 páginas

 

Sobre El Autor

Damián Blas Vives es actualmente es Director de Gestión y Políticas Culturales de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Entre 2016 y 2020 coordinó el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq de dicha institución y antes fue Coordinador del Programa de Literatura y editor de la revista literaria Abanico. Dirigió durante una década el taller de Literatura japonesa de la Biblioteca Nacional, que ahora continúa de manera privada. En 2006 fundó Seda, revista de estudios asiáticos y en 2007 Evaristo Cultural. Coordina el Encuentro Internacional de Literatura Fantástica y Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Literatura Negra y Criminal. Ideó e impulsó el Encuentro Nacional de Escritura en Cárcel, co-coordinándolo en sus dos primeros años, 2014 y 2015. Fue miembro fundador del Club Argentino de Kamishibai. Incursionó en radio, dramaturgia y colaboró en publicaciones tales como Complejidad, Tokonoma, Lea y LeMonde diplomatique. En 2015 funda el sello Evaristo Editorial y es uno de sus editores.

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