“POR ALGO SERÁ”
Para los que vivimos la etapa oscura regida por el personaje conocido como “El brujo” y “Daniel” o “Lopecito” entre sus matones, ese inescrupuloso secretario privado de Juan Domingo Perón y María Estela Martínez, que ejerció desde influencia a dominio sobre ellos y que organizó la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A); leer La conspiración de los mediocres de Ernesto Mallo, es como abrir el baúl de la memoria, sentir un nudo en la garganta y la sensación de vacío en el estómago.
Desde aquel recordado libro de Marcelo Larraquy: López Rega el peronismo y la triple A, no había vuelto a leer un libro como este. Mallo ficciona, pero su denuncia social y el archivo golpean al lector por todo el cuerpo. Acaso esta historia del detective Venancio Ismael “Perro” Lascano, la investigación por el suicidio inducido del anciano alemán Rolf Böll, su diario de vida y Marisa, esa atractiva traductora con quién vivirá el policía una historia de amor inolvidable, son el eje, la arquitectura que Mallo diseña en esta nueva novela policial donde el poder y la muerte se ríen de un momento político y social trágico y doloroso.
“…Hay olor a masacre, a gritos sofocados, a niños muertos: la bestia tiene pesadillas de alambre, y los dolores del parto que alumbrará un tiempo de infamia”
“…Marisa tiene los ojos cansados. Hace varias horas que está trabajando en la traducción del diario de Böll. Se pregunta si habrá sido uno de esos tipos de memoria prodigiosa, capaz de recordar situaciones en sus mínimos detalles y conversaciones palabra por palabra, o si será un fabulador. Tiene, sin embargo, toda la lógica y coherencia que puede pedirse a los seres horribles que retrata. Tiene la verdad de un canalla que describe a otros canallas en acción…”
Lascano corporiza todas las mañas de un policía afilado y en la “Federica” como le dicen a PFA, lo bautizaron de “hinchapelotas”, porque va más allá de dónde debe ir y porque, además, desconfía de sus pares -tiene toda la razón- para no dejarle las cosas a “los mierdas”. El “Perro” se da cuenta que le metieron la investigación del alemán para alejarlo del nudo político que no es otro que el terrorismo de Estado.
“…Marisa pone punto final, toma la hoja y la saca del rodillo de la Remington de un tirón. Junto a la máquina está el resto de la traducción. La ha terminado. Se queda mirando la pila de papeles. Sabe que en esas hojas está la clave que resuelve el asesinato de Böll, pero no sabe dónde. Böll había escrito sus memorias en forma desordenada, sin respetar la cronología de los hechos. Sino evidentemente a medida que surgen los recuerdos…”
Con esta Marisa -una rusita- según los policías, Lascano se va enredando en el ovillo de oscuros hilos tejidos por los nazis y los fachos. “…El mundo no puede darse el lujo de encarcelarnos, porque nosotros, los industriales y los empresarios, somos los únicos que con capacidad para reconstruir lo que la guerra destruyó. Nos necesitan, el futuro somos nosotros”.
Mallo quien seguramente vivió de cerca todo este período, juega con un código de palabras y hechos bien testimonial, estableciendo un paralelismo entre los grupos de la Alemania nazi y la Triple A. Aquí aparecen los muchachos de anteojos negros, los Falcon verdes, los anónimos a los artistas, los baleados en los bares, los “caños”, las “matracas”, en fin, la sospecha del “por algo será”.
“…Afuera, el barrio está tranquilo. No anda mucha gente por las calles en esos días. A medida que van llegando, los tres Falcon se detienen y apagan las luces. Uno se queda en una esquina, otro a mitad de cuadra, el tercero en la otra esquina. Cuatro siluetas en cada lado. El alumbrado público hace bailar las sombras de la calle Galicia al ritmo de una brisa entrecortada. Los tipos dentro de los autos no se mueven ni hablan hasta que se corta la luz en todo el barrio. Los autos de las esquinas arrancan y se cruzan en las bocacalles cortando el tránsito. Sus ocupantes salen y se paran delante exhibiendo Itakas y ametralladoras para espantar a cualquier transeúnte que aparezca por allí. Los del coche del medio bajan encapuchados, cruzan la calle a la carrera, voltean la puerta a patadas y entran a tropel. Tres minutos después salen llevando a rastra a un tipo en calzoncillos. Lo cargan en el baúl del auto y se van. Los de las esquinas montan y desaparecen inmediatamente…”
No puedo dejar de mencionar que La conspiración de los mediocres es un texto bien armado, calculado en cada línea, donde Mallo anticipa un tiempo de fragilidad institucional que dejará al país en un pozo ciego.
Ernesto Mallo nació en La Plata (Argentina) en 1948. Director teatral, guionista, dramaturgo, traductor y periodista, comenzó su carrera como novelista con La aguja en el pajar (2006), publicado en España con el título Crimen en el Barrio del Once, obra que fue primer finalista del Premio Clarín de Novela y ganadora del premio Memorial Silverio Cañada. Delincuente argentino (2007) publicado en España con el título El policía descalzo de la Plaza San Martín fue finalista del Premio Dashiell Hammet. Es el organizador de Festival Internacional BAN (Buenos Aires Negra) desde 2011.
Sus novelas se han traducido al inglés, francés y alemán. Vive y trabaja simultáneamente en Buenos Aires y España.
La conspiración de los mediocres
Ernesto Mallo
Grijalbo
208 páginas