traducción: Ezequiel Zaidenwerg

 

 

 

POR QUÉ NO BESO BIEN

Porque abro demasiado la boca

tratando de captar las cortinas que hay detrás de nosotros

y todo lo que pasa del otro lado de la ventana

con excepción de ese perrito negro

al que le caigo mal

así que a último momento cierro la boca.

 

Porque Cipriano de Rore no pensó con claridad

cuando escribió sus motetes sacros y seculares,

porque de lo contrario los habría de un solo tipo,

y esto afecta mis labios terriblemente.

 

Porque a último momento veo un limón

apoyado sobre una lápida, y eso es algo, algo

que podría parecer imposible, y el beso

se da por terminado definitivamente.

 

Porque aprendí todo lo que sé sobre lo bello

en una introducción al clima de Borin Van Loon, así

que la naturaleza de las nubes lenticulares y los anticiclones

y varias cosas más se mezclan en mi cabeza

& a la vez me pregunto qué cualidad incide

en que alguien bese bien, especialmente ahora, & que

vos poseés en semejante abundancia: digo, cuando un hombre es capaz

de habitar la incertidumbre, los Misterios & las dudas sin mí

me da un miedo terrible de que se me escape

mientras mi beso trata de pensar qué hacer.

 

Porque pienso que vas a tratar de leer lo que tengo escrito

en la lengua, y por eso me interrumpo para preguntarme:

¿Vestido rojo? ¿Medias? ¿Y el gallo se murió?

¿Y de qué se murió?

 

Por esa otra mujer que tengo adentro que sabe

cómo llegaron a mi boca la pollera y las medias rojas

pero sigue haciendo preguntas molestas

que la conducen a su genuina ignorancia.

 

Porque apenas nuestros dientes se aprestan a ocultarse

me vuelvo una traidora y me olvido de los resultados de las elecciones

y los secretos industriales que permiten la fabricación

de cucuruchos de lana para el helado, que cambiarán

por doquier el futuro de los gusanos de hielo.

 

¿Será que hasta el mejor besador, para llegar

a su meta, tiene que dejar de lado numerosas objeciones?

 

Porque cada beso es como tirar para arriba un par

de ojos de muñeca y después tratar de seguirlos con los tuyos.

 

Sea como sea: ¡Ay, una vida de Besos

en vez de pintar volcanes!

 

Incluso si mi beso es un pincel de pelos.

Incluso si mi beso es una Conopholis Americana, que es una hierba escamosa

de la familia de las orobanáceas, parásita del roble.

Incluso si un marinero se hiciera a la mar en mí

para ver qué puede amar en mí

lo único que podría amar en mí

sería el hondo y tenebroso fondo del mar en mí.

 

Aunque sé que no gano nada con salir corriendo

a los gritos en medio de la noche, la noche que es como una boca,

una boca como un cine forrado de terciopelo

con planetas pintados en el cielorraso

donde habrás de encontrarme, tu compañera de vaina,

envuelta en algún altercado hermoso

por la tercera costura del mocasín,

que me exigen para liberarme.

 

 

 

 

subtitulado en español: cc settings, autogenerated: spanish

Sobre El Autor

Nació en 1952 en las afueras de Pittsburgh (EEUU). Ha publicado once colecciones de poesía, entre las que se destacan My Private Property (2016), Indeed I Was Pleased with the World (2007), y The Adamant (1989), que obtuvo el Iowa Poetry Prize. También es autora de la colección de ensayos Madness, Rack y Honey (2012). Ha recibido numerosos premios, entre ellos el Whiting Award (1995), el William Carlos Williams Award (2011) y el Robert Creeley Award (2014).

Artículos Relacionados