El animal humano y el drama de la existencia. Razones, motivos y evidencias.
Una historia de carencias y deseos; de necesidades y conflictos. De debilidades.
Un contexto que reúne personajes obligados a vivir sus vidas entre un actuar y una inercia. No hay certezas; tan solo alternativas. No hay vacilaciones; tan solo trampas.
El argumento es el sistema y sus posibilidades; lo coherente y perverso.
Lo insuficiente; lo oculto y falso.
Fenómenos lógicos y psicológicos.
Interés y locura. Pasión y crimen.
Conveniencias y temores. Todo ello girando alrededor de lo monstruoso; de la manipulación en el proceso de formación de gametos; de una alteración de las células reproductoras, de una intervención indebida sobre los caracteres hereditarios, sobre los genes; sobre lo que constituye un patrimonio inmutable.
Una historia de familias rotas; de chicas entregadas por sus madres a un cura que, encerrado en su locura, armó un refugio que en verdad es un negocio, sin perjuicio del delirio místico.
Una Clínica. Una Estancia. Un científico, un sacerdote y un prestigioso médico a la cabeza.
Un empresario trucho. Una monja. Un padre arrepentido. Un comisario retirado. Un periodista de investigación.
Un juez que en esto, es parte. Un joven enamorado.
Enfermeras, abortos y embarazos.
Alquiler de vientres y venta de bebés. Matones contratados para los trabajos sucios.
Fuga de chicas, de cerebro y de culpables. Anónimos y jóvenes desaparecidas.
Muertes impensadas e imperdonables. Y una hermana gemela internada, en coma, antes negada en su verdadera identidad. Y toda una familia lo ignoraba, aunque su madre algo presentía, y lo callaba.
¡Ah, qué péna!, me olvidaba de Felipe, el perro leal que espera…
Me gustaría iniciar la entrevista preguntándote por la creación de la imaginación, partiendo de la idea de mundo real. Ello supone una acción concreta, la de contemplar la realidad. ¿Qué podes decirnos al respecto?
Creo que casi todo lo que escribo se basa en la contemplación en un sentido amplio de lo real. En especial cuando algo irrumpe en mi vida y no puedo dejar de observarlo, como imagen o idea.
Hay una cierta apropiación de ese algo, un cierto posicionamiento, un mirar desde un lugar de intrusión que me pone en tensión y necesito contar. El mundo real es caótico, inasible, incomprensible. Al recrearlo en palabras, al trabajar sobre las ellas logro organizarlo mentalmente, atisbar alguna relación, comprender una ínfima parte. Aunque sea por un rato y vuelva el caos. Lo que quedó escrito me permite volver sobre eso que me conmovió, de alguna forma historizarme.
Más allá del delirio místico que impulsa esta historia, se evidencia un cruce en el que hace contacto la realidad de las ideas con otra realidad, la del mundo concreto, tal como lo vemos. ¿Hasta qué punto la realidad de las ideas condiciona al realismo materialista, y viceversa?
No sé si existe el mundo concreto. Sí las distintas miradas que sobre él tenemos, aquellas realidades de las que nos apropiamos. Qué es lo real, cómo es, no lo sé, cada uno ve lo que puede… Hay tantas interpretaciones que me parece más esclarecedora o más incuestionable la realidad de una idea, porque tiene que ver con lo propio. Lo que siento o cómo veo el mundo aparece agazapado en la narración, y para mí eso es más real que algo tangible. Por eso uno cree con fuerza en las historias; ahí todo es posible.
Si seguimos un hilo conductor, en estas historias que se cruzan, podemos ver que la fuerza del hombre ocupa el lugar de promotor del mal que desgarra. La mujer, en general es víctima, es usada, en el mejor de los casos. Pero también es el hombre (otros hombres) quienes están al frente de la acción reparadora. Partiendo de esta observación, sería interesante que, antes de entrar en los temas puntuales que trata la novela, nos des tu opinión acerca de ello, ¿Puede ser?
Es verdad lo que decís. Y tiene que ver con la historia de las mujeres y más específicamente la cuestión de la apropiación del cuerpo por parte del hombre como si fuera una propiedad privada. Desde hace mucho las mujeres vienen luchando para estar en el lugar que les corresponde. Pero no es fácil cuando hay un aparato detrás que condiciona, reprime, se apropia de la fuerza de trabajo y del cuerpo. Hemos vivido con pautas establecidas por hombres acerca de cómo sentir, pensar, trabajar, criar a los hijos…Las mujeres se han encontrado en espacios de reflexión y escucha y han podido romper algunos de esos preceptos. Este quizás, es un pequeño aporte a esa lucha.
Por un lado está la hermana Bendita; también están las otras hermanas, Irene e Inés y, Lucy y Clarisa. ¿Cómo presentarías en breve síntesis a cada una de ellas?
Bendita: cree que está enamorada y hace lo que cree necesario para vivir su sueño. Es una mujer fría, calculadora, incapaz de sentir empatía.
Irene: siente que debe cumplir un mandato familiar. Inicia, junto a su hermana, un viaje de búsqueda.
Inés: sostiene el vínculo con la hermana y se transforma en su compañera durante el viaje.
Lucy: es una mujer intuitiva y sencilla. Se enfrenta a la violencia con valor.
Clarisa: es ingenua aunque su visión del mundo cambia a partir del asombro, el descubrimiento y el engaño. Busca su identidad.
Las enfermeras involucradas, en esta historia, son víctimas, pero también son parte necesaria. ¿Qué podes decirnos de ello?
Son parte de esta realidad que planteás. Son mujeres que buscan un rumbo, que se oponen al sistema desde su conciencia y que, sin embargo, terminan cooperando con él. Son parte necesaria de un engranaje en el que están insertas, pero también son cómplices de él. No tienen recursos para pensarse diferentes o mejores. No hay esperanza en su mundo. Siento que son mujeres que no han sido alojadas en una perspectiva de cambio. En mi mundo, a mi alrededor hay mujeres y hombres que trabajan para cambiar algo de lo que les toca vivir: a través del arte, la ciencia, la generosidad, la solidaridad, el compromiso. Saben que de ellos depende mejorar la vida propia y de los otros. Siento que estas mujeres no han tenido la suerte de poder encontrarse con esa parte…
Elegiste Itatí como epicentro, ¿por qué?
Quizás porque la selva tenga eso de salvaje, impenetrable, un cierto misterio que desconocemos y nos atrae. También porque hay una cultura de ciudad chica, de “no te metás”, con un capital simbólico que es apropiado y utilizado por una clase, con fronteras internacionales accesibles al contrabando, con menos controles de los embarazos, los nacimientos…
La selva, como todo lugar aislado, contribuye al ocultamiento y la delincuencia. Lo veo como un escenario factible en el que puedan pasar todo tipo de situaciones fuera de la ley.
Logras una atmósfera y transportas al lector a cada lugar que describís. Hablanos de ello, del detalle en la descripción, ¿puede ser?
Me gusta avanzar en las historias y siento que las descripciones aparecen para relajar un poco la tensión, dar un respiro al lector y a mí que escribo. Tiendo a engancharme con los personajes, lo que les pasa o sienten y el hecho de describir un lugar me da una tregua, me permite suspenderme para entrar de nuevo en la historia.
Los personajes que rezan, que recitan oraciones a la divinidad, a Dios; el que conserva la medallita de la comunión y, hasta el más inescrupuloso, es devoto de San Benito. El rosario en manos de Bendita. La iglesia. En fin, el mensaje es claro pero, ¿podrías ampliar la idea?
La iglesia ha ocupado un lugar muy importante en nuestras historias de vida, en especial en la infancia, donde uno cree la verdad del otro. Hay personas devotas que se apropian del relato cristiano y aspiran, con sus actos, a llegar al paraíso, a la vida eterna. Muchos otros toman un camino más fácil para expiar lo que consideran sus culpas y se quedan pegados a los símbolos (rezar, ir a la iglesia), como si eso estuviera relacionado con la espiritualidad que plantea el culto. Está tan metida en nuestra vida la idea del pecado que se buscan atajos.
Tocas el tema del aborto, ¿tenés opinión formada?
¿No tienen todos una opinión formada? Estoy a favor de que cada uno viva su vida como lo sienta. No soy intransigente y te repito que cada uno se adueña de la realidad desde el lugar que puede. Esto no significa que nos cerremos a la posibilidad de escuchar al otro, de poder verlo y sentir desde ese lugar. Creo que nos hace falta una mirada más amorosa y comprensiva, más libre de prejuicios. Es una aspiración que tengo que podamos lograr deshacernos de los prejuicios y podamos ser más amables y tolerantes con los que no piensan como nosotros.
La venta de bebés como opción. ¿Qué opinión te merece el sistema de adopciones en la actualidad?
Los requisitos para aspirar a una adopción tienen como sustrato asegurar el bienestar de los niños. Pero los adoptantes necesitan tantas condiciones previas, que los procesos de adopción se transforman en eternos y terminan vulnerando los derechos de los chicos a tener una familia y los derechos de las familias a tener un hijo. Hay que tomar más en serio el tiempo de los niños. Que no son los tiempos cronológicos de los adultos sino que tienen que ver más con experiencias vividas. Y la sumatoria de experiencias negativas deja huellas muy difíciles de transformar. No hay que subestimar el malestar, la angustia, el miedo, la espera; hay que alojar esos sentimientos amorosamente, detenerse a mirar a los niños y las familias que esperan ansiosamente y apurar los tiempos.
Negocios paralelos. Y otros personajes, tales como, Valentín Giménez, el Chino, el Gringo, el Duende (una suerte de trabajos eventuales y Mosquera). Un empalme que imaginaste abriendo un camino en esta historia. Contanos ¿cómo y, en qué momento del proceso de escritura lo viste necesario y por qué?
Los personajes van apareciendo a medida que se desarrolla la historia. No pienso las historias completas desde el principio. Empiezo con una idea que se va desarrollando y complejizando. Me gusta que los personajes me sorprendan y que entren en las historias como si siempre hubiesen estado esperando a aparecer.
Hay escenas cinematográficas, ¿pensaste en ello?
No especialmente. Es la forma en que me sale escribir. No me sale la poesía o el lenguaje muy cuidado. Lo mío es más el salto y la caída.
La Clínica, la Estancia, el Juzgado de Paz, el laboratorio, la iglesia. La asociación ilícita. ¿Cómo lo resumirías?
Son estas estructuras de Estado que sostienen actos de corrupción, delincuencia, el negocio fácil. Ciertas instituciones son muy cuestionables.
Los “bebés de diseño”, un horror sin límites, ¿O no?
Tengo la impresión que el “diseño” está cada vez más cerca. Vivimos en una sociedad que no soporta la diferencia, que tiende a homogeneizar más que aceptar la diversidad. La aceptación, la inclusión, el respeto por las diferencias son valores difíciles de encontrar. Sí se ha dado un salto positivo con las diferencias de género pero no estamos preparados aún para habitar las diferencias cuando éstas tienen que ver con un quiebre en las capacidades intelectuales o en las habilidades sociales.
La locura, también es protagonista en esta historia. ¿A quiénes alcanza?
Todos tenemos nuestros momentos de locura, es decir que frente a determinadas situaciones podemos responder con conductas fuera de la norma o de lo esperado. Pero siempre se trata de situaciones transitorias que supongo nos hace repensar desde qué lugar estamos actuando.
La “locura” es una forma de habitar el mundo que a veces uno no puede elegir. No me gustan las miradas normalizadoras o que estigmatizan.
Periodismo de investigación. ¿qué opinas de los medios de comunicación en la actualidad, y de las noticias falsas?
El discurso de los medios de comunicación marca constantemente cuál es su posicionamiento político. Me interesa la investigación como hallazgo en donde uno se topa con una noticia y no puede dejar de investigarla. Soy muy descreída de las búsquedas que se dan en la actualidad. Creo más que se mueven en función de intereses particulares, no los guía la comprensión de la verdad.
Por último, tiremos un manto de piedad sobre tanta oscuridad, para presentar a Felipe, ¿te parece bien?
Felipe es como la mayoría de los perros, juguetón, amoroso y fiel a su sentir. Las mascotas tienen esa función de permitirnos amar sin esperar nada a cambio. Casi te diría que creo que es fundamental que haya un gato o un perro en cada historia de vida.