LA IDEA

Una vez me encontraba yo haciendo la siesta en un banco de la plaza, más por aburrimiento que por cansancio, cuando de repente algo me golpeó en la cabeza. Me levanté como un rayo dispuesto a putear de arriba a...

DOS VECES

Dos veces lo vi llorar al viejo en toda mi vida. La primera fue cuando yo era un pibe, al lado del cajón de la nona. No le sóltó la mano en toda la noche, por más que de a ratos el cansancio y la tristeza lo ve...