“La colección Comunidades rescata relatos antiguos de culturas integradas a nuestra sociedad latinoamericana. Al seguir el hilo por la trama social, se puede ver el rastro de un pueblo en cada diseño. Porque solo se ama lo que se comprende y solo se comprende lo que se conoce”.
Y otra vez, y otra vez, editado en la colección Comunidades de Editorial La Bohemia, reúne el talento narrativo de Ángeles Durini y el arte gráfico de Josefina Wolf para contar una historia fantástica que recupera con naturalidad buena parte de la particularísima fauna feérica del imaginario gallego.
La colección Comunidades ofrece textos de autores argentinos inspirados en leyendas o motivos de determinadas culturas y reversionados, en edición bilingüe, a esas lenguas en las que se inspira. ¿Cuál fue el acercamiento de ustedes a la colección?
A.D.- Desde que la vi aparecer, me llamó la atención esta colección. Buena idea, me dije, la de tener en cuenta y mostrar y hacer leer algo de una comunidad que forma parte de la nuestra. Nosotros, cuyos antepasados vienen de países lejanos o de acá cerca, nos identificamos con la mezcla. Creo que ese rasgo, que es tan nuestro -la mezcla-, está resaltado en esta colección. Y yo amo las mezclas. Y también me llamó la atención el maridaje de color-comunidad, otro acierto, mantos y turbantes lilas, dragones rojos, verde selva, entre otros, que capta la imagen colectiva que tenemos de aquellos lugares. Armenia es lila, China es roja, Brasil es verde. Y me parece divertido intentar leer en voz alta en un idioma desconocido. Además, me encantó escuchar leer Y otra vez y otra vez en gallego, tuve la oportunidad de escuchar a dos gallegas, y me resultó de una dulzura que no sospechaba.
J.W.- Esta colección me parece atractiva por muchos motivos, entre ellos la posibilidad de tomar conciencia de dónde provienen personajes que conocemos por sus nombres o acciones, apreciar el aporte de diferentes culturas, compararlos con personajes similares de nuestras leyendas, visualizar la textura, las formas de otras grafías para representar el lenguaje escrito… Valorar y respetar las creencias, leyendas y el universo simbólico de otras culturas.
¿Cómo fue seleccionada esta historia? y ¿Cuál es la relación de cada una de ustedes con la cultura gallega?
A.D.- Esta historia surgió después de varios intercambios de textos con Vale Sorín, la editora, sobre personajes mitológicos de la cultura gallega. Ver, sobre todo, en qué ámbito se movían. O se mueven. Me atrapó el bosque, allí había una gran cantidad de personajes fantásticos que corrían de un lado a otro, apropiándose de casas ajenas, trepándose a los árboles o saliendo de los lagos para atrapar incautos. Cuando me metí en el mundo de Galicia, internet mediante, surgieron los humedales, los hongos, los árboles y con ellos, seres fantásticos que si uno se los pone a contar, capaz que superan en cantidad a los seres humanos comunes y corrientes. No estaba muy familiarizada con la cultura gallega, lo que cualquier habitante de nuestra ciudad, tan llena de descendientes gallegos, que es decir bastante.
J.W.- En mi caso, mi bisabuela era de Galicia. Y en la mixtura con otros familiares españoles, franceses y alemanes, reconozco el aporte de cada cultura, que da a los argentinos algo muy especial en eso de estar formados, «armados» de tantas culturas, tantos imaginarios, sobre todo de Europa.
Ángeles, ¿cómo trabajaste el imaginario popular gallego?
A.D.- Para escribir concretamente la historia, primero elegí a tres personajes mitológicos: el trasno, enano que se instala en una casa y trae pesadillas a los que viven en ella; la meiga, vieja que surge del lago y que con su bella voz atrae a los niños para ahogarlos, y las pupeirriñas, pequeñas mujeres encargadas de comunicar a los padres lo que desean sus hijos bebés. Luego los metí a los tres en un cubilete, batí y los tiré en el bosque, su hábitat natural. Y que se arreglen. Me gustó encontrarme con toda la fauna celta que había leído en leyendas y cuentos, la mayoría de las veces por la vía irlandesa. Me seduce mucho esta mitología que se sigue metiendo en los relatos, esa cosa tan antigua que con solo presentarse llena la escena, aunque solo diga: la mesa está servida.
Josefina, ¿Por qué creés que la mitología presente en el relato, a pesar de ser tan ajena nos resulta tan cercana? ¿Cuál es la seducción que ejercen en el lector los cuentos de hadas?
J.W.- Porque probablemente todos escuchamos alguna vez una versión de las leyendas, conocemos las andanzas de algunos personajes. Los cuentos de hadas nos transportan a un lugar que sabemos que no existe, pero que tomamos como real. Donde nos enfrentamos con los miedos, los temores, los enfrentamos, los superamos. Nos conocemos más, conocemos más al otro.