LA EXPANSIÓN DEL ARTE

 

Un ensayo que examina ciertos avances de la Modernidad.

Los avances técnicos – la reproductibilidad técnica de las obras de arte- la reproducción masiva.

Una refuncionalización que operaría más allá del poder de una clase dominante empeñada en encerrar las obras de arte en esa suerte de elitismo apropiador y excluyente. Este enfoque del pensador marxista, si bien rescata el lado positivo de un fenómeno, para otros más riesgoso y negativo, lo hace también a la luz de las claras e indiscutibles diferencias que reconoce, como todos, entre el original de una obra de arte y sus copias y/o reproducciones, aunque advierte aquí, en el arte, una herramienta de emancipación, posible, dentro del orden establecido por el capitalismo.

Apunta hacia la industria y el mercado. Pone el foco en la industria cultural, en el arte controlado y conducido en virtud de las necesidades del mercado, en las tendencias de despliegue del arte, pegado a la evolución que experimenta el desarrollo de la maquinaria.

Este encuentro con las formas de producción, lo llevan a pensar y repensar las distintas funciones sociales y políticas que se evidencian emergentes.

El ensayo nos ubica en una relación compleja entre el original y las copias. Esto es, el proceso de creatividad de cara al fenómeno de reproducción -mecánica, sistemática-.

Importa advertir los alcances de las copias, en virtud de las nuevas tecnologías. La función de la reproducción; de eso se trata, y de ver cómo repercute en el arte esta práctica de copiar.

Así, la tecnificación de la reproducción, nos lleva a observar dos figuras, la del genio y la del imitador. Pero lo cierto es que la obra de arte siempre ha sido potencialmente reproducible, ya sea mediante la figura del discípulo al tiempo de ejercitarse en el arte, la del maestro al difundir su expresión artística, o la del tercero que procura alcanzar una ganancia.

Vemos que la reproducción técnica registra una creciente intensidad, también en lo que hace a la escritura, a la literatura, a la litografía, a la gráfica. Y nos detenemos en la fotografía -en el proceso de producción de imágenes-. Y en el cine, tal vez, en la actualidad, la más significativa de las tantas representaciones de la realidad -aunque sería, también, algo más por ver y descubrir en este ensayo-.

Pero un punto fundamental en el pormenorizado análisis de Walter Benjamin sería, sin dudas, el de la “autenticidad”, el “aquí y ahora” del original; su existencia única con más las transformaciones que experimenta la obra, en su estructura física aun por el mero transcurso del tiempo.

Es una historia dejando huellas. Y vemos que lo auténtico conserva su autoridad intacta, mientras que la reproducción manual merece -regularmente- ser calificada con dureza.

Pero, distinto sería el caso de la reproducción técnica que resultaría ser más independiente al tomar cierta distancia de la obra madre.  La fotografía, por ejemplo, bien puede resaltar detalles del original, en virtud del enfoque elegido; habría aspectos que, si bien escapan del ojo del receptor, no lo hacen de la lente, de una ampliación.

Vale profundizar en el tema de la consistencia de toda obra de arte.

Su dimensión histórica, su peso de tradición, su perfil testimonial. Partimos de la base que la obra, como tal, en un principio se encuentra ligada a un ritual -en un primer tiempo, mágico y, luego, religioso-. Un ritual, funcional al poder, obstaculizando toda eventual transformación social, consolidando así un status quo. Esto a su vez se relaciona con el “aura”; ¿qué es el aura? “Un entretejido muy especial de espacio y tiempo” -la idea de lejanía-; aquello que se pierde en la reproducción técnica masiva. Ninguna copia tiene la historia que arrastra el original. Ahora, si reconocemos el doble valor en la obra de arte; esto sería ver, en principio, el aporte cultural -su valor ritual- pero también su valor de exhibición; entonces podremos advertir también que, en la medida que aumenta el nivel de reproducción, a la par estaría creciendo el valor que implica su capacidad de exhibición, aunque ello ocurriría en desmedro del valor cultural -una relación inversamente proporcional-. Sería algo así como una suerte de apertura orientada a permitir que se acerquen más espectadores. Un nuevo paradigma dado por este proceso de recepción de la obra, que supone una conexión menos restrictiva en la distribución del conocimiento, siguiendo el ritmo de una constante transformación de las condiciones de producción en los espacios culturales.

Sobre El Autor

Ex funcionario de carrera en la Biblioteca del Congreso de la Nación. Desempeñó el cargo de Jefe de Difusión entre 1988 y 1995. Se retiró computando veinticinco años de antigüedad, en octubre de 2000, habiendo ejercido desde 1995 la función de Jefe del Departamento de Técnica Legislativa y Jurisprudencia Parlamentaria. Fue delegado de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) - Responsable del Área Profesionales- en el Poder Legislativo Nacional. Abogado egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.B.A. Asesor de promotores culturales. Ensayista. Expositor en Jornadas y Encuentros de interés cultural. Integró el Programa de Literatura de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Se desempeña en el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq. Es secretario de Redacción de Evaristo Cultural, revista de arte y cultura que cuenta con auspicio institucional de la Biblioteca Nacional (M.M.)

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