ARENAS MOVEDIZAS
Esta novela, autobiográfica, parte de una fisura que irrumpe en la realidad de una joven madre que, por ello, decide contar su historia; algo que hace en defensa propia una vez que acepta, sin beneficio de inventario, la enfermedad que acompañará toda su vida: el Mal de Parkinson.
Un cuerpo que antes no fue escuchado, a pesar de haber enviado algunas fuertes señales de alarma que anteceden a la evolución de un proceso que se hace evidente, a los problemas motores, a los trastornos del movimiento, a la inestabilidad, a las limitaciones. A ese “temblor involuntario”.
Luego, ya conocida la verdad, asoma la alteración del sueño, el insomnio y, probablemente, cierto temor adicional por una eventual degeneración de las estructuras claves destinadas a conservar los ciclos sueño-vigilia; la arquitectura del sueño. Ella es arquitecta y hará lo posible por construirse el refugio ideal, algo que la aleje de todo miedo a las arenas movedizas.
Ella reconoce los cimientos muy lejos de su alcance. Deberá entonces emprender un viaje para así llegar a ese punto de apoyo. Intuye que el hecho de poder conocer con más certezas aquel pasado de sus abuelos, sería como entrar en el tiempo exacto en que se ordenan las cosas.
Ese gran paso, que dio Marina Lassen representa, por una parte, la apropiación de las riendas para gobernar las guías que servirán de base en su proyecto y, por otra, un estímulo que la lleva a escribir El cuerpo no calla.
Este libro evidencia un registro claro, una idea orgánica; conectores y combinaciones que van orientando a esta protagonista hacia una nueva percepción, ya despojada del dramatismo inaugural.
Esta historia vital se centra en un motivo, en una ocasión, y en una oportunidad.
Avanzar en la lectura implica andar sobre páginas para cruzar distintas zonas. Así hacemos pie en la zona borrosa; también en zona de riesgo y, en algún momento, nos relajamos en zona de seguridad.
Título: El cuerpo no calla
Autora: Marina Lassen
Editorial: notanpüan
241 páginas