El pasado 4 de abril fallecía en Madrid, a los 76 años, el músico, poeta, pintor, cineasta y escultor Luis Eduardo Aute, quien estuvo retirado de la vida pública tras un infarto sufrido en 2016.

Nacido en Manila el 13 de septiembre de 1943, mientras su padre trabajaba en la Compañía General de Tabacos de Filipinas, y radicado en España definitivamente desde 1954, Aute fue reconocido principalmente como cantautor. Su carrera comenzó a brillar en la efervescente década del 70 y se destacó por la lírica de sus composiciones, cuyo compromiso ideológico era más cercano a una convicción estético-filosófica que al panfleto político.

Desde Evaristo recordamos al gran creador a través de algunas de sus más memorables composiciones.

Sin Tu Latido

Hay algunos que dicen

Que todos los caminos conducen a Roma

Y es verdad, porque el mío

Me lleva cada noche al hueco que te nombra

 

Y le hablo y le suelto

Una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas

Vuelvo al cabo a tus ojos

Y duermo con tu nombre besando mi boca

 

Ay, amor mío

Qué terriblemente absurdo es estar vivo

Sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Sin tu latido

 

Que el final de esta historia

Enésima autobiografía de un fracaso

No te sirva de ejemplo

Hay quien afirma que el amor es un milagro

 

Que no hay mal que no cure

Pero tampoco bien que le dure cien años

Eso casi lo salva

Lo malo son las noches que mojan mi mano

 

Ay, amor mío

Qué terriblemente absurdo es estar vivo

Sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Sin tu latido

 

Aunque todo ya es nada

No sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro

Por saber de tu vida

No creo que vulnere ningún mandamiento

 

Tan terrible es el odio

Que ni te atreves a mostrarme tu desprecio

Pero no me hagas caso

Lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo

 

Ay, amor mío

Qué terriblemente absurdo es estar vivo

Sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Sin tu latido

 

Ay, amor mío

Qué terriblemente absurdo es estar vivo

Sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Sin tu latido

 

Ay, amor mío

Qué terriblemente absurdo es estar vivo

Sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido

Sin tu latido

 

Hoy, Ahora, Ya

Hoy, ahora, ya

Hacen guardia lobos en la madrugada

Hoy, ahora ya

Se aproximan sigilosos en manadas

Camufladas

Hoy, ahora, ya

Se enardecen tras las cenicientas piras

Con la alevosía inquieta de sus iras

Y mentiras

 

Mira que la negra luna

Brilla como huevo de serpiente

Y en la noche que la acuna

Hoy, ahora, ya

Ya se vive peligrosamente

 

Hoy, ahora, ya

El halcón se mueve bajo sus pavesas

Hoy, ahora, ya

Otra vez pretende hacerse con la presa

Por sorpresa

Hoy, ahora, ya

En las cloacas

Donde ha muerto la belleza

Resucita las hidra que ya despereza

Sus cabezas

 

Hoy, ahora, ya

Impacientes se deslizan los reptiles

Hoy, ahora, ya

Acuciados por un hambre de fusiles

Inciviles

Hay, ahora, ya

A la espera de que se avecine el trueno

Van acumulando todos sus venenos

Bajo el cieno

 

Al Alba

Escribí «Al alba» los días previos a los fusilamientos de septiembre de 1975 y con mucha urgencia. […] La verdad es que no tuve que pensar mucho, salió del dolor.»

Si te dijera, amor mío

Que temo a la madrugada

No sé qué estrellas son estas

Que hieren como amenazas

Ni sé qué sangra la Luna

Al filo de su guadaña

 

Presiento que tras la noche

Vendrá la noche más larga

 

Quiero que no me abandones

Amor mío, al alba

Al alba, al alba

Al alba, al alba

 

Los hijos que no tuvimos

Se esconden en las cloacas

Comen las últimas flores

Parece que adivinaran

Que el día que se avecina

Viene con hambre atrasada

 

Presiento que tras la noche

Vendrá la noche más larga

 

Quiero que no me abandones

Amor mío, al alba

Al alba, al alba

Al alba, al alba

 

Miles de buitres callados

Van extendiendo sus alas

¿No te destroza, amor mío

Esta silenciosa danza?

¡Maldito baile de muertos!

Pólvora de la mañana

 

Presiento que tras la noche

Vendrá la noche más larga

 

Quiero que no me abandones

Amor mío, al alba

Al alba, al alba

Al alba, al alba

 

El Niño Que Miraba El Mar

Cada vez que veo esa fotografía

Que huye del cliché del álbum familiar

Miro a ese niño que hace de vigía

Oteando el más allá del fin del mar

 

Aún resuena en su cabeza el bombardeo

De una guerra de dragones sin cuartel

Su mirada queda oculta pero veo

Lo que ven sus ojos porque yo soy él

 

Y daría lo vivido

Por sentarme a su costado

Para verme en su futuro

Desde todo mi pasado

Y mirándole a los ojos

Preguntarle enmimismado

Si descubre a su verdugo

En mis ojos reflejado

Mientras él me ve mirar

A ese niño que miraba el mar

 

Ese niño ajeno al paso de las horas

Y que está poniendo en marcha su reloj

No es consciente de que incuba el mal de aurora

Ese mal del animal que ya soy yo

 

Frente a él oscuras horas de naufragios

Acumulan tumbas junto al malecón

Y sospecha que ese mar es un presagio

De que al otro lado espera otro dragón

 

La Belleza

Enemigo de la guerra y su reverso, la medalla

No propuse otra batalla que librar al corazón

De ponerse cuerpo a tierra, bajo el paso de una historia

Que iba a alzar hasta la gloria el poder de la razón

 

Y ahora que ya no hay trincheras

El combate es la escalera

Y el que trepe a lo más alto

Pondrá a salvo su cabeza

Aunque se hunda en el asfalto

La belleza

 

La belleza

La belleza, la belleza

La belleza

 

Míralos, como reptiles al acecho de la presa

Negociando en cada mesa, maquillajes de ocasión

Siguen todos los raíles que conduzcan a la cumbre

Locos por que nos deslumbre su parásita ambición

 

Antes iban de profetas

Y ahora el éxito es su meta

Mercaderes, traficantes

Más que nausea, dan tristeza

No rozaron ni un instante

La belleza

 

La belleza

La belleza, la belleza

La belleza

 

Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios

Donde todo lo falsario acabaría en el pilón

Y ahora no quedas muros, ya no somos tan iguales

Tanto vendes, tanto vales, ¡viva la revolución!

 

Reivindico el espejismo

De intentar ser uno mismo

Ese viaje hacia la nada

Que consiste en la certeza

De encontrar en tu mirada

La belleza

Sobre El Autor

Portal Digital de Cultura y Arte que incluye en sus secciones el material de Revista Seda, dedicada a los estudios asiáticos; de Rastros, el Observatorio Hispanoamericano de Género Negro y Criminal y del Encuentro Internacional de Literatura Fantástica.

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